"Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la
Promesa de mi Padre.
''EL QUE ME AMA, HACE CASO DE MI PALABRA; Y MI PADRE LO AMARÁ, Y MI PADRE Y YO VENDREMOS A VIVIR CON ÉL. EL QUE NO ME AMA , NO HACE CASO DE MIS PALABRAS. LAS PALABRAS QUE USTEDES ESTÁN ESCUCHANDO NO SON MÍAS, SINO DEL PADRE, QUE ME HA ENVÍADO.''
''LES ESTOY DICIENDO TODO ESTO MIENTRAS ESTOY CON USTEDES, PERO EL DEFENSOR, EL ESPÍRITU SANTO QUE EL PADRE VA ENVIAR EN MI NOMBRE, LES ENSEÑARÁ TODAS LAS COSAS Y LES RECORDARÁ TODO LO QUE YO LES HE DICHO.''
Jn 14,15-16-17, 23b-26
El Evangelio de este domingo nos presenta dos de esas promesas. En la primera (que es la segunda de las cinco), Jesús promete que, a petición suya, el Padre enviará "otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre". Pero pone esta condición: "Si me amáis". Y para que podamos controlar la autenticidad de ese amor ofrece este criterio: "Cumplir mis mandamientos". Jesús le da el nombre de "otro Paráclito", es decir, uno que vendrá una vez que él se haya ido. Un Paráclito es Jesús y el otro es el Espíritu Santo. "Paráclito" es el que está junto a otro para defenderlo, asistirlo y consolarlo. Esto es lo que hizo Jesús mientras estaba con sus discípulos; cuando se realice la promesa, esa misión la cumplirá el Espíritu Santo "para siempre".
Decíamos que una de las acciones del Espíritu Santo es abrir a los discípulos el sentido profundo de las palabras de Jesús y hacerlos captar la verdad que ellas comunican. Jesús distingue dos momentos. Uno es el momento en que él habló: "Os he dicho estas cosas estando entre vosotros"; otro es el momento en que el Espíritu Santo actuará en el corazón de los fieles: "El Espíritu Santo... os lo enseñará todo y os recordará lo que yo os he dicho". Lo dicho por Jesús habría quedado sin comprender por parte de los apóstoles y, por tanto, sin aplicación concreta en la vida de ellos, si el Espíritu Santo no hubiera venido. Cuando el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles el día de Pentecostés, entonces, conocieron quién era Jesús y comprendieron su enseñanza; recién entonces pudieron ser sus testigos y dejar a todos admirados por su sabiduría.
(Nota: Para mejor comprensión debes leerla completa en la palabra de este domingo 19 día de la celebración de Pentecostes, publicada mas abajo)
ORACIÓN Y REFLEXION DE LOS FIELES.
HOY, QUERIDOS HERMANOS DESEAMOS DEJAR A CADA UNO DE USTEDES COMO ORACIÓN DE LOS FIELES , LA ORACIÓN DE NUESTRO HERMANO SACERDOTE VICTOR FERNÁNDEZ. (Argentina).
¡ALABADO SEA JESUCRISTO!
señor, vengo a pedirte, que entres a lo mas profundo e íntimo de mi ser y te hagas presente con tu poder sanador y con tu fuerza liberadora. A veces sufro inutilmente por cosas que no comprendo; brotan de mi tritezas, angustias y sentimientos negativos que no sé de dónde vienen.
Podría disfrutar muchas cosas de la vida, y hacer mucho bien, pero esos estados de ánimo me perjudican. Yo no tengo poder para sanr ese mundo escondido dentro de mí, pero tú tienes ese poder.
Tú que me creaste de la nada y me regalaste la vida, también puedes curarme. Solo tú puedes llegar allí donde nadie puede entrar.
Por eso, quiero permitirte entrar y que penetres en esas profundidades con esa fuerza liberadora, esa fuerza de vida, salud, paz, alegría, gozo, y que sanes toda enfermedad espíritual, mental, toda raíz de tristeza, de angustia, de soledad, de temor, de dudas, de miedos. ( aca puede usted agregar alguna otra enfermedad o sentimiento).
Toca Señor, transforma, cicatriza, sana, libera, acaricia, y realiza en mí esa obra que solo tú puedes realizar. Confío en ti Señor. Espero en tí Oh mi Dios. ¡Amen!. ¡Amen!, ¡Amen!.
Padre Nuestro, que estas en el cielo, santificado sea tu nombre, Hágase tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. Dános hoy el pan de cada día. Perdóna nuestras ofensas, como tambén nosotros perdonamos a los que nos ofenden, no nos expongas y no nos dejes caer en las tentaciones, y líbranos de todo mal. ¡Amen!.
Evangelio: Juan 16,29-33
"Tened valor: yo he vencido al mundo"
"Tened valor: yo he vencido al mundo"
En
aquel tiempo, dijeron los discípulos a Jesús: "Ahora sí que hablas
claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no
necesitas que te pregunten; por ello creemos que saliste de Dios." Les
contestó Jesús: "¿Ahora creéis? Pues mirad: está para llegar la hora,
mejor, ya ha llegado, en que os disperséis cada cual por su lado y a mí
me dejéis solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Os he
hablado de esto, para que encontréis la paz en mí. En el mundo tendréis
luchas; pero tened valor: yo he vencido al mundo."
REFLEXION:
Ser buen cristiano no es y nunca ha sido fácil, pues la vida cristiana muchas veces es contraria a la que nos propone el mundo.
Muchos de sus criterios, sobre todo en temas como la justicia y la verdad no tienen mucho qué ver con lo que el Evangelio propone. Esto podría hacer que los discípulos y, por ende nosotros mismos, nos viéramos tentados a abandonar este estilo de vida. Por ello Jesús les dice: "Tengan valor, porque yo he vencido al mundo". Y nosotros podemos también vencerlo con la ayuda del Espíritu Santo.
Dios mismo actuando en nosotros es la garantía de que podemos vivir realmente como auténticos cristianos y vencer al mundo, vencer nuestras tentaciones y todos los obstáculos que se presentan en nuestra vida. Si las cosas en nuestra vida no han salido como lo esperábamos, si hemos sido perseguidos o rechazados, no nos descorazonemos: mantengamos presentes en nuestro corazón las palabras de Jesús y pidamos al Espíritu que venga en nuestra ayuda, nos consuele y nos fortalezca para que, como Jesús y con él, podamos continuar la construcción del Reino de los Cielos.
Salmo Responsorial: 67
"Reyes de la tierra, cantad a Dios."
Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos, / huyen de su presencia
los que lo odian; / como el humo se disipa, se disipan ellos; / como se
derrite la cera ante el fuego, / así perecen los impíos ante Dios. R.
En cambio, los justos se alegran, / gozan en la presencia de Dios, / rebosando de alegría. / Cantad a Dios, tocad en su honor, / su nombre es el Señor. R.
Padre de huérfanos, protector de viudas, / Dios vive en su santa morada. / Dios prepara casa a los desvalidos, / libera a los cautivos y los enriquece. R
13 DE MAYO:
Fiesta de Nuestra Señora de Fátima.
En el año 1916, cuando la guerra se había extendido sobre Europa y Portugal, en una de las colinas que rodean Fátima, tres pequeños campesinos portugueses: Lucía de 9 años, Francisco de 8 y Jacinta de 6, se encontraron con una resplandeciente figura que les dijo: "Soy el Angel de la Paz". Durante aquel año vieron dos veces la misma aparición. Los exhortó a ofrecer constantes "plegarias y sacrificios" y a aceptar con sumisión los sufrimientos que el Señor les envíe como un acto de reparación por los pecados con los que El es ofendido.
El 13 de mayo de 1917, se les apareció una "Señora toda de blanco, más brillante que el sol", a quien Lucía preguntó de dónde venía; ella respondió: "Vengo del cielo". Les pidió que regresaran al mismo lugar durante seis meses seguidos, los días trece.
El hambre, la sed, las burlas de los que no creían en las apariciones (incluyendo a la familia de Lucía), los ofrecían como la Señora lo había pedido, por la conversión de los pecadores.
El 13 de junio de ese año, mientras se celebraba a San Antonio, patrono de Fátima, Nuestra Señora se apareció nuevamente a los tres niños. Alrededor de 50 personas se encontraban con ellos en Cova. La Señora dijo que Jacinta y Francisco irían pronto al cielo, que Lucía permanecería para ayudar a establecer el culto al "Sagrado Corazón de María" El 13 de julio de 1917, se trató de impedir que Lucía asistiera a este encuentro que fue uno de los más extensos y en el cual los niños tuvieron una visión del infierno que les despertó un anhelo de oración y penitencia incontenibles. Además les fue prometido que en octubre se realizaría un milagro para demostrar la verdad de las apariciones. En agosto de ese mismo año, el anticlerical administrador de Ourem, con engaños alejó a los tres pastores de Fátima y logró impedir que asistieran a la cita del día trece.
El 13 de octubre de 1917 alrededor de 70,000 personas habían llegado al lugar para presenciar el milagro de Fátima. Ese día, el sol se podía mirar sin cerrar los ojos y como un prisma gigantesco, cubría el cielo con franjas de colores. Luego giró 3 veces y se precipitó en "zig zag" hacia la multitud. La gente quedó conmovida y convencida de la veracidad de las apariciones. Antes de que pasaran tres años, Jacinta y Francisco habían muerto ya. Lucía fue religiosa con las hermanas de Santa Dorotea desde 1925.
* Visite nuestro especial en
http://www.aciprensa.com/ Maria/Fatima/index.html
Tercera parte del secreto de Fátima, revelado el 13 de julio de 1917 a los tres pastorcillos en la Cueva de Iria-Fátima y transcrito por Sor Lucía el 3 de enero de 1944. Fue hecho público por el Secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano, el 13 de mayo del 2000.
"Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía.
"Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Angel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Angel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: 'algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él' a un Obispo vestido de Blanco 'hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre'. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Angeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios".
Comentario Teológico del Card. Joseph Ratzinger
El Comentario Teológico del Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe está dividido en tres partes: Revelación pública y revelaciones privadas, su lugar teológico; La estructura antropológica de las revelaciones privadas; Un intento de interpretación del secreto de Fátima.
1) "El término 'revelación pública' designa la acción reveladora de Dios destinada a toda la humanidad, que ha encontrado su expresión literaria en las dos partes de la Biblia: el Antiguo y el Nuevo Testamento. Se llama 'revelación' porque en ella Dios se ha dado a conocer progresivamente a los hombres, hasta el punto de hacerse él mismo hombre, para atraer a sí y para reunir en sí a todo el mundo por medio del Hijo encarnado, Jesucristo.
En Cristo Dios ha dicho todo, es decir, se ha manifestado a sí mismo y, por lo tanto, la revelación ha concluido con la realización del misterio de Cristo que ha encontrado su expresión en el Nuevo Testamento".
2)La "revelación privada", en cambio, "se refiere a todas las visiones y revelaciones que tienen lugar una vez terminado el Nuevo Testamento; es ésta la categoría dentro de la cual debemos colocar el mensaje de Fátima.
La autoridad de las revelaciones privadas -prosigue el cardenal Ratzinger- es esencialmente diversa de la única revelación pública: ésta exige nuestra fe". La revelación privada, en cambio, "es una ayuda para la fe, y se manifiesta como creíble precisamente porque remite a la única revelación pública".
Citando al teólogo flamenco E. Dhanis, el prefecto para la Fe afirma que "la aprobación eclesiástica de una revelación privada contiene tres elementos: el mensaje en cuestión no contiene nada que vaya contra la fe y las buenas costumbres; es lícito hacerlo público, y los fieles están autorizados a darle en forma prudente su adhesión". "Un mensaje así puede ser una ayuda válida para comprender y vivir mejor el Evangelio en el momento presente; por esto no se debe descartar. Es una ayuda que se ofrece, pero no es obligatorio hacer uso de la misma".
El cardenal Ratzinger subraya también que "la profecía en el sentido de la Biblia no quiere decir predecir el futuro, sino explicar la voluntad de Dios para el presente, lo cual muestra el recto camino hacia el futuro".
La parte más importante del Comentario Teológico está dedicada a "un intento de interpretación del secreto de Fátima". Del mismo modo que la palabra clave de la primera y de la segunda parte del "secreto" es la de "salvar almas", "la palabra clave de este 'secreto' es el triple grito: '¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!'. Viene a la mente el comienzo del Evangelio: 'paenitemini et credite evangelio' (Mc 1,15). Comprender los signos de los tiempos significa comprender la urgencia de la penitencia, de la conversión y de la fe. Esta es la respuesta adecuada al momento histórico, que se caracteriza por grandes peligros y que serán descritos en las imágenes sucesivas. Me permito insertar aquí un recuerdo personal: en una conversación conmigo, Sor Lucia me dijo que le resultaba cada vez más claro que el objetivo de todas las apariciones era el de hacer crecer siempre más en la fe, en la esperanza y en la caridad. Todo el resto era sólo para conducir a esto".
3) Después, el prefecto de la Congregación para la Fe pasa revista a las "imágenes" del secreto. "El ángel con la espada de fuego a la derecha de la Madre de Dios recuerda imágenes análogas en el Apocalipsis. Representa la amenaza del juicio que incumbe sobre el mundo. La perspectiva de que el mundo podría ser reducido a cenizas en un mar de llamas, hoy no es considerada absolutamente pura fantasía: el hombre mismo ha preparado con sus inventos la espada de fuego".
"La visión muestra después la fuerza que se opone al poder de destrucción: el esplendor de la Madre de Dios, y proveniente siempre de él, la llamada a la penitencia. De este modo se subraya la importancia de la libertad del hombre: el futuro no está determinado de un modo inmutable, y la imagen que vieron los niños no es una película anticipada del futuro, de la cual nada podría cambiarse. En realidad, toda la visión tiene lugar sólo para llamar la atención sobre la libertad y para dirigirla en una dirección positiva. (...) Su sentido es el de movilizar las fuerzas del cambio hacia el bien. Por eso están totalmente fuera de lugar las explicaciones fatalísticas del 'secreto' que dicen que el atentador del 13 de mayo de 1981 habría sido en definitiva un instrumento de la Providencia. (...) La visión habla más bien de los peligros y del camino para salvarse de los mismos".
Pasando a las siguientes imágenes, "el lugar de la acción -explica el cardenal Ratzinger- aparece descrito con tres símbolos: una montaña escarpada, una gran ciudad medio en ruinas, y finalmente una gran cruz de troncos rústicos. Montaña y ciudad simbolizan el lugar de la historia humana: la historia como costosa subida hacia lo alto, la historia como lugar de la humana creatividad y de la convivencia, pero al mismo tiempo como lugar de las destrucciones, en las que el hombre destruye la obra de su proprio trabajo (...) Sobre la montaña está la cruz, meta y punto de orientación de la historia. En la cruz la destrucción se transforma en salvación; se levanta como signo de la miseria de la historia y como promesa para la misma".
"Aparecen después aquí personas humanas: el Obispo vestido de blanco ('hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre'), otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y, finalmente, hombres y mujeres de todas las clases y estratos sociales. El Papa parece que precede a los otros, temblando y sufriendo por todos los horrores que lo rodean. No sólo las casas de la ciudad están medio en ruinas, sino que su camino pasa
en medio de los cuerpos de los muertes. El camino de la Iglesia se describe así como un viacrucis, como camino en un tiempo de violencia, de destrucciones y de persecuciones. En esta imagen, se puede ver representada la historia de todo un siglo. Del mismo modo que los lugares de la tierra están sintéticamente representados en las dos imágenes de la montaña y de la ciudad, y están orientados hacia la cruz, también los tiempos son representados de forma compacta".
"En la visión podemos reconocer el siglo pasado como siglo de los mártires, como siglo de los sufrimientos y de las persecuciones contra la Iglesia, como el siglo de las guerras mundiales y de muchas guerras locales que han llenado toda su segunda mitad y han hecho experimentar nuevas formas de crueldad. En el 'espejo' de esta visión vemos pasar a los testigos de la fe de decenios".
El prefecto de la Congrenación de la Doctrina de la Fe afirma también que en el viacrucis de este siglo "la figura del Papa tiene un papel especial. En su fatigoso subir a la montaña podemos encontrar indicados con seguridad juntos diversos Papa, que empezando por Pío X hasta el Papa actual han compartido los sufrimientos de este siglo y se han esforzado por avanzar entre ellos por el camino que lleva a la cruz. En la visión también el Papa es matado en el camino de los mártires )No podía el Santo Padre, cuando después del atentado del 13 de mayo de 1981 se hizo llevar el texto de la tercera parte del 'secreto', reconocer en él su proprio destino? Había estado muy cerca de las puertas de la muerte y él mismo explicó el haberse salvado con las siguientes palabras: 'fue una mano materna la que guió la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se detuvo en el umbral de la muerte' (13 de mayo de 1994). Que 'una mano materna' haya desviado la bala mortal muestra sólo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones".
La conclusión del secreto, prosigue el cardenal Ratzinger, "recuerda imágenes que Lucía puede haber visto en libros piadosos, y cuyo contenido deriva de antiguas intuiciones de fe. Es una visión consoladora, que quiere hacer maleable por el poder salvador de Dios una historia de sangre y lágrimas. Los ángeles recogen bajo los brazos de la cruz la sangre de los mártires y riegan con ella las almas que se acercan a Dios. La sangre de Cristo y la sangre de los mártires están aquí consideradas juntas: la sangre de los mártires fluye de los brazos de la cruz. Su martirio se lleva a cabo de manera solidaria con la pasión de Cristo y se convierte en una sola cosa con ella".
"La visión de la tercera parte del secreto tan angustiosa en su comienzo, se concluye pues con una imagen de esperanza: ningún sufrimiento es vano y, precisamente una Iglesia sufriente, una Iglesia de mártires, se convierte en señal orientadora para la búsqueda de Dios por parte del hombre (...) del sufrimiento de los testigos deriva una fuerza de purificación y de renovación, porque es actualización del sufrimiento mismo de Cristo y transmite en el presente su eficacia salvífica".
¿Qué significa en su conjunto (en sus tres partes), el "secreto" de Fátima?, se pregunta por último el cardenal Ratzinger. "Ante todo debemos afirmar con el cardenal Sodano: 'los acontecimientos a los que se refiere la tercera parte del 'secreto' de Fátima parecen pertenecer ya al pasado'. En la medida en que se refiere a acontecimientos concretos ya pertenecen al pasado. Quien había esperado impresionantes revelaciones apocalípticas sobre el fin del mundo o sobre el curso futuro de la historia se desilusionará. Fátima no nos ofrece este tipo de satisfacción de nuestra curiosidad, lo mismo que la fe cristiana no quiere y no puede ser un mero alimento para nuestra curiosidad. Lo que queda de válido lo hemos visto de inmediato al inicio de nuestras reflexiones sobre el texto del 'secreto': la exhortación a la oración como camino para la 'salvación de las almas' y, en el mismo sentido, la llamada a la penitencia y a la conversión".
"Quisiera al final volver aún sobre otra palabra clave del 'secreto', que con razón se ha hecho famosa: 'mi Corazón Inmaculado triunfará'.¿Qué quiere decir esto? Que el corazón abierto a Dios, purificado por la contemplación de Dios, es más fuerte que los fusiles y que cualquier tipo de arma. El fiat de María, la palabra de su corazón, ha cambiado la historia del mundo, porque ella ha introducido en el mundo al Salvador, porque gracias a este 'sí' Dios pudo hacerse hombre en nuestro mundo y así permanece ahora y para siempre. El maligno tiene poder en este mundo, lo vemos y lo experimentamos continuamente; él tiene poder porque nuestra libertad se deja alejar continuamente de Dios".
"Pero desde que Dios mismo tiene corazón humano y de ese modo ha dirigido la libertad del hombre hacia el bien, hacia Dios, la libertad hacia el mal ya no tiene la última palabra. Desde aquel momento cobran todo su valor las palabras de Jesús: 'padeceréis tribulaciones en el mundo, pero tened confianza; yo he vencido al mundo' (Jn 16,33). El mensaje de Fátima nos invita a confiar en esta promesa".
19 DE MAYO: DOMINGO DE PENTECOSTES.
SE LLENARON TODOS DEL ESPIRITU SANTO .
Transcurridos cincuenta
días desde la Resurrección del Señor y diez días desde su Ascensión al
cielo, la Iglesia celebra hoy el día en que vino sobre los apóstoles el Espíritu Santo según la promesa de Jesús.
Poco antes de ser llevado al cielo, Jesús les había dicho estas última palabras: "Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Vosotros permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de fuerza (dynamis) desde lo alto" (Lc 24,49). La "Promesa del Padre" es algo espiritual e interior, que opera en el corazón de los apóstoles; pero también tiene claras manifestaciones exteriores. Por eso Jesús dice textualmente que ellos "serán revestidos" de fuerza. La fuerza que tienen los fuertes de este mundo es algo que se manifiesta y todos la experimentan; pero la fuerza que Jesús promete a sus apóstoles no es de este mundo, sino "de lo alto". Sus manifestaciones son mucho más impresionantes. Mientras no recibieran esta "fuerza", los apóstoles no podrían cumplir la misión que Jesús les encomendaba. En los Hechos de los Apóstoles se repite la promesa de Jesús con estas palabras: "Vosotros recibiréis una fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, y de este modo seréis mis testigos" (Hech 1,8).
Hoy día la Iglesia celebra el momento en que esa promesa se cumplió y vino el Espíritu Santo sobre los apóstoles reunidos con María, la madre de Jesús: "Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos con un mismo objetivo. De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de viento, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron una lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; se llenaron todos de Espíritu Santo" (Hech 2,1-4). Así se cumplió lo anunciado por Jesús. Desde este momento la fuerza que actúa en los apóstoles es tan evidente que el libro de los Hechos de los Apóstoles atribuye el progreso de la evangelización directamente al Espíritu Santo. Cuando Pedro y Juan son detenidos y llevados ante el Sanhedrín, que es el mismo tribunal que dos meses antes había condenado a Jesús, los apóstoles no tienen temor de dar testimonio de Jesús, de manera que los miembros del Sanhedrín, "viendo la valentía de Pedro y Juan, y sabiendo que eran hombres sin instrucción ni cultura, estaban maravillados" (Hech 4,13). Si esto no bastara para hacer evidente la acción del Espíritu, se agrega esta observación general: "Por mano de los apóstoles se realizaban muchos signos y prodigios en el pueblo" (Hech 5,12).
El Espíritu Santo no sólo fue prometido por Jesús instantes antes de ser llevado al cielo, sino también repetidamente durante la última cena con sus discípulos. El Evangelio de Juan nos transmite cinco de esas promesas. Cada una de ellas agrega nuevas precisiones sobre esta Persona divina. De esas promesas de Jesús podemos concluir que el Espíritu Santo es enviado por el Padre y por Jesús, una vez que Jesús ha sido glorificado y se ha sentado a la derecha del Padre; que opera en el corazón de los fieles haciendoles comprender quién es Jesús y abriendoles el sentido profundo y verdadero de sus palabras; que, de esta manera, los habilita a ser sus testigos con valentía, hasta el punto de dar la vida por él.
El Evangelio de este domingo nos presenta dos de esas promesas. En la primera (que es la segunda de las cinco), Jesús promete que, a petición suya, el Padre enviará "otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre". Pero pone esta condición: "Si me amáis". Y para que podamos controlar la autenticidad de ese amor ofrece este criterio: "Cumplir mis mandamientos". Jesús le da el nombre de "otro Paráclito", es decir, uno que vendrá una vez que él se haya ido. Un Paráclito es Jesús y el otro es el Espíritu Santo. "Paráclito" es el que está junto a otro para defenderlo, asistirlo y consolarlo. Esto es lo que hizo Jesús mientras estaba con sus discípulos; cuando se realice la promesa, esa misión la cumplirá el Espíritu Santo "para siempre".
Decíamos que una de las acciones del Espíritu Santo es abrir a los discípulos el sentido profundo de las palabras de Jesús y hacerlos captar la verdad que ellas comunican. Jesús distingue dos momentos. Uno es el momento en que él habló: "Os he dicho estas cosas estando entre vosotros"; otro es el momento en que el Espíritu Santo actuará en el corazón de los fieles: "El Espíritu Santo... os lo enseñará todo y os recordará lo que yo os he dicho". Lo dicho por Jesús habría quedado sin comprender por parte de los apóstoles y, por tanto, sin aplicación concreta en la vida de ellos, si el Espíritu Santo no hubiera venido. Cuando el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles el día de Pentecostés, entonces, conocieron quién era Jesús y comprendieron su enseñanza; recién entonces pudieron ser sus testigos y dejar a todos admirados por su sabiduría.
Todos sabemos que "Christós" es la traducción al griego del término hebreo "Mashíaj" y que ambos significan "Ungido". Nunca vemos en el Evangelio que alguien unja a Jesús (salvo los casos en que una mujer le unge los pies en Jn 12,3 y Lc 7,46). ¿Por qué, entonces, se dio este nombre a Jesús? ¿Por qué, con tanta solemnidad, Pedro confiesa: "Tú eres el Cristo" (Mc 8,29)? Porque el que estaba prometido en el Antiguo Testamento y que debía llenar la expectativa de salvación de Israel era un Ungido. Y ¿por qué un Ungido? Porque este era el gesto por el cual se comunicaba el Espíritu de Yahweh. Jesús entonces es el Cristo (el Ungido) porque él estaba lleno del Espíritu Santo. Este es el sentido del relato de su Bautismo en el Jordán: "Bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma" (Lc 3,22). Y cuando él comienza su misión declara justamente: "El Espíritu del Señor está sobre mí porque él (el Señor) me ha ungido" (Lc 4,18). Jesús es el Cristo y el Mesías porque él posee el Espíritu y lo posee "sin medida" (Jn 3,34).
El relato de Pentecostés nos asegura que también la Iglesia está llena del Espíritu Santo. Por eso el Catecismo enseña: "Esta plenitud del Espíritu no debía permanecer únicamente en el Mesías, sino que debía ser comunicada a todo el pueblo mesiánico" (N. 1287). "Pueblo mesiánico" es lo mismo que "pueblo cristiano". Es el pueblo que se caracteriza por poseer el Espíritu Santo. En él deben verse con claridad las manifestaciones del Espíritu. San Pablo nos dice cuáles son: "El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, castidad" (Gal 5,22-23).
+ Felipe Bacarreza Rodríguez . Obispo Auxiliar de Los Angeles (Chile)
EL PAPA EXHORTA A DEFENDER LA VIDA HUMANA DESDE LA CONCEPCION.
VATICANO, 12 May. 13 / 10:15 am (ACI/EWTN Noticias).-
En
sus palabras previas al rezo del Regina Coeli, en la Plaza de San
Pedro, el Papa Francisco exhortó a los miles de fieles reunidos a
“mantener viva la atención de todos sobre el tema tan importante del
respeto por la vida humana desde el momento de su concepción”.
El Santo Padre también expresó su saludo “a los participantes en la ‘Marcha por la vida’, que tuvo lugar esta mañana en Roma”.
Francisco alentó además “la recogida de firmas que hoy se realiza en muchas parroquias italianas, a fin de sostener la iniciativa europea ‘Uno de nosotros’, para garantizar protección jurídica al embrión, tutelando a todo ser humano desde el primer instante de su existencia”.
“Un momento particular para aquellos que defienden el carácter sagrado de la vida humana será la ‘Jornada del Evangelium Vitae’, que tendrá lugar aquí en el Vaticano, en el contexto del Año de la fe, los próximos 15 y 16 de junio.
El Santo Padre pidió “que los mártires de Otranto ayuden al querido pueblo italiano a mirar con esperanza el futuro, confiando en la cercanía de Dios que jamás abandona, incluso en los momentos difíciles”.
“Que por intercesión de Madre Laura Montoya, el Señor conceda un nuevo impulso misionero y evangelizador a la Iglesia, y que, inspirados en el ejemplo de concordia y reconciliación de esta nueva Santa, los amados hijos de Colombia continúen trabajando por la paz y el justo desarrollo de su Patria”, añadió.
“En las manos de Santa Guadalupe García Zavala ponemos a todos los pobres, los enfermos y a cuantos los asisten, y encomendamos a su intercesión a la noble Nación mexicana, para que desterrada toda violencia e inseguridad, avance cada vez más por el camino de la solidaridad y la convivencia fraterna”.
El Papa también recordó que ayer sábado, en Roma, “ha sido proclamado beato el sacerdote Luigi Novarese, fundador del Centro voluntarios del Sufrimiento y de los Silenciosos Obreros de la Cruz”.
“Me uno a la acción de gracias por este sacerdote ejemplar, que ha sabido renovar la pastoral de los enfermos haciéndolos sujetos activos en la Iglesia”.
“Saludo con afecto a todos los grupos parroquiales, las familias, las escuelas, los jóvenes presentes. Con amor filial nos dirigimos ahora a la Virgen María, Madre y modelo de todos los cristianos
EL PAPA FRANCISCO ''MUY FELIZ'' DE
CANONIZAR A DOS
ROMA, 10 May. 13 / 04:09 pm (ACI/EWTN Noticias).-
El
Prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, Cardenal
Angelo Amato, aseguró que el Papa Francisco está “muy contento” porque
en su primera ceremonia de canonización elevará a los altares a dos
religiosas latinoamericanas, la Madre Laura de Colombia y la Madre
Lupita de México.
En declaraciones a ACI Prensa Silvia Mónica Correale, quien trabaja como postuladora para Causas de Canonización de la Congregación, afirmó que “el Papa Francisco está muy contento por la canonización del 12 de mayo y que de las tres causas que se celebran, dos sean de fundadoras latinoamericanas”.
Junto a las religiosas también serán canonizados el italiano Antonio Primaldo y 800 compañeros mártires, de quienes Correale ha llevado adelante la causa de canonización junto a la de la Madre Laura.
“Tengo la alegría de que para el Papa sea su primera canonización y para mí también, porque hasta el momento solo había llevado causas hasta la ceremonia de beatificación. Es la primera vez que llego a la canonización, y de hecho, el Prefecto me dijo que cuando un postulador llega a la canonización es comparable a ganar una medalla de oro en las olimpiadas o salir campeón del mundo de una disciplina deportiva”, señala la postuladora.
Correale nació en Argentina y vive en Roma desde hace 25 años. Asegura conocer al Papa, con quien incluso ha llegado a trabajar. Lo conoció en la Plaza de San Pedro cuando él todavía era el era Arzobispo de Buenos Aires en Argentina.
“Para mí es muy emocionante este Papa, porque la primera vez que lo conocí fue para presentarle una causa que fue firmada el 29 de junio de 1998, justo el día de la fiesta del Papa, y cuando lo eligieron a él Papa 15 años más tarde yo me encontraba precisamente en ese mismo sector de la Plaza en el que lo conocí… es un signo de providencia también muy particular”, afirmó.
“Lo estimo muchísimo, lo acompaño con el afecto y la oración, es un hombre de Dios, de una profunda vida interior y es una felicidad inmensa. Y creo que a través de su elección, el Señor nos ha llamado a los miembros de la Iglesia en América Latina a demostrar nuestra presencia y adorar lo que tenemos para el bien de la Iglesia Universal”, dijo.
La Causa de Canonización que Correale llevó adelante junto al Papa es la de la argentina María Antonia de San José Paz y Figueroa, una devota de la Compañía de Jesús. Mons. Guillermo Karcher, es un argentino que trabaja en la Secretaría de Estado también contribuyó en este trabajo. Juntos lograron elaborar la Positio, el documento que recoge la vida de los candidatos a la santidad, y aguardan la decisión sobre un milagro atribuido a su intercesión.
DENUNCIAN EN VENEZUELA
Grave escasez de alimentos en Venezuela amenaza
vino y hostias para Misas.
10/05/2013 - 05:50 pm .- La reconocida periodista venezolana Macky Arenas, directora de Reporte Católico Laico (RCL), denunció que la grave escasez de alimentos en el país, que amenaza incluso a la posibilidad de tener vino y hostias en las Misas, se debe en buena parte a “la corrupción que reina en la administración gubernamental”.
ROMA, 10 May. 13 / 06:59 pm (ACI/EWTN Noticias).-
La
italiana Sor Francisca Levote es la religiosa clarisa cuya milagrosa
curación permitirá que este domingo sean canonizados Antonio Primaldo y
sus 800 compañeros asesinados por musulmanes del Imperio Otomano durante
el asedio a la ciudad italiana de Otranto en 1480.
Silvia Mónica Corriale, la postuladora de la Causa de Canonización de los mártires, explicó a ACI Prensa que los médicos tuvieron muy claro desde el principio que solo podía tratarse de un milagro, ya que “la curación no tenía explicación científica”.
A finales de los años ‘70s Sor Francisca sufrió un tumor maligno en “un estado muy avanzado”, los médicos de la época la sometieron a la intervención quirúrgica de acuerdo a las normas de entonces, pero hoy día ese tipo de intervención sería impensable, porque se conoce que solo consigue propagar la metástasis, es decir, que el cáncer se extienda por todo el cuerpo.
La religiosa clarisa sufrió metástasis pero se encomendó a los mártires y milagrosamente sanó y pudo dar fe de ello durante treinta años hasta 2012, cuando murió a los 84 años de edad.
La religiosa pertenecía al Monasterio de las Clarisas de la Arquidiócesis del Salento, donde se ubica Otranto. Su monasterio empezó a derrumbarse y “el Obispo las trasladó a uno nuevo ubicado justo en la misma Colina donde ocurrió el martirio. Al lado de la Basílica Menor de los Mártires”, explica la postuladora.
“Increíblemente el Señor ya había elegido a una de ellas para manifestar el signo necesario para la canonización de los mártires, y las Clarisas de esa manera, quedan vinculadas un poco al Papa Francisco, porque el milagro ocurrió a una de las hijas de Santa Clara que están tan relacionadas con el Santo que da nombre al Papa, San Francisco”.
“Fue una alegría de que el señor eligiera a una monja consagrada para manifestarse”, añadió.
En 1480 los turcos otomanos invadieron Italia, el ejército italiano había dejado desprotegida Otranto, y la ciudad fue asediada por los musulmanes. Corriale explica que en ese episodio los musulmanes mataron al Obispo, a los sacerdotes y a los fieles que estaban en la catedral, y tomaron presos a todos los habitantes varones mayores de 15 años que se refugiaban en la colina de la ciudad.
“Los tuvieron allí unos días esperando a que se convirtieran al Islam, pero todos se negaron: ‘Somos hijos de Cristo, y le seremos fieles a Él aunque nos cueste la vida’”, contestaron ante la opresión musulmana.
Corriere explica que lo que mantuvo alta la moral del grupo hasta el último momento de vida fue un zapatero llamado Antonio, y a quien se recuerda hasta nuestros días como Antonio Primaldo, porque fue el primer de ellos en ser decapitado pero no en caer el suelo.
“Le cortaron la cabeza, pero él quedó en pie y no cayó hasta que no murió el último, antes de morir cada uno de ellos tomaba fuerzas mirando el cuerpo en pie de Antonio decapitado, y en ese gesto maravilloso de Dios, tomaban fuerza para mantenerse fieles al Señor hasta el martirio”, señala Corriale.
La historia demuestra que desde el primer momento se les tuvo una devoción tremenda y se les tomó como mártires, el primer Proceso de Canonización comenzó en el año 1700, y fueron declarados beatos en el 1771.
“Después de tantos siglos los mártires de Otranto tienen este reconocimiento de ser proclamados Santos y entrar en el árbol de los Santos de la Iglesia Universal”.
Corriale nació en Argentina y desde hace 25 años vive en Roma trabajando como postuladora para Causas de Canonización y Beatificación para la Congregación de las Causas de los Santos, precisamente, ella fue la primera laica de la historia que trabajó en esto.
La postuladora además lleva adelante la causa de canonización de la Madre Laura, la primera Santa colombiana que ascenderá el próximo fin de semana a los altares de la santidad, junto a los mártires y la religiosa mexicana Madre Lupita.
En cambio, los justos se alegran, / gozan en la presencia de Dios, / rebosando de alegría. / Cantad a Dios, tocad en su honor, / su nombre es el Señor. R.
Padre de huérfanos, protector de viudas, / Dios vive en su santa morada. / Dios prepara casa a los desvalidos, / libera a los cautivos y los enriquece. R
13 DE MAYO:
Fiesta de Nuestra Señora de Fátima.
En el año 1916, cuando la guerra se había extendido sobre Europa y Portugal, en una de las colinas que rodean Fátima, tres pequeños campesinos portugueses: Lucía de 9 años, Francisco de 8 y Jacinta de 6, se encontraron con una resplandeciente figura que les dijo: "Soy el Angel de la Paz". Durante aquel año vieron dos veces la misma aparición. Los exhortó a ofrecer constantes "plegarias y sacrificios" y a aceptar con sumisión los sufrimientos que el Señor les envíe como un acto de reparación por los pecados con los que El es ofendido.
El 13 de mayo de 1917, se les apareció una "Señora toda de blanco, más brillante que el sol", a quien Lucía preguntó de dónde venía; ella respondió: "Vengo del cielo". Les pidió que regresaran al mismo lugar durante seis meses seguidos, los días trece.
El hambre, la sed, las burlas de los que no creían en las apariciones (incluyendo a la familia de Lucía), los ofrecían como la Señora lo había pedido, por la conversión de los pecadores.
El 13 de junio de ese año, mientras se celebraba a San Antonio, patrono de Fátima, Nuestra Señora se apareció nuevamente a los tres niños. Alrededor de 50 personas se encontraban con ellos en Cova. La Señora dijo que Jacinta y Francisco irían pronto al cielo, que Lucía permanecería para ayudar a establecer el culto al "Sagrado Corazón de María" El 13 de julio de 1917, se trató de impedir que Lucía asistiera a este encuentro que fue uno de los más extensos y en el cual los niños tuvieron una visión del infierno que les despertó un anhelo de oración y penitencia incontenibles. Además les fue prometido que en octubre se realizaría un milagro para demostrar la verdad de las apariciones. En agosto de ese mismo año, el anticlerical administrador de Ourem, con engaños alejó a los tres pastores de Fátima y logró impedir que asistieran a la cita del día trece.
El 13 de octubre de 1917 alrededor de 70,000 personas habían llegado al lugar para presenciar el milagro de Fátima. Ese día, el sol se podía mirar sin cerrar los ojos y como un prisma gigantesco, cubría el cielo con franjas de colores. Luego giró 3 veces y se precipitó en "zig zag" hacia la multitud. La gente quedó conmovida y convencida de la veracidad de las apariciones. Antes de que pasaran tres años, Jacinta y Francisco habían muerto ya. Lucía fue religiosa con las hermanas de Santa Dorotea desde 1925.
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Texto original del Tercer Secreto de
Fátima. Explicación del Card. Ratzinger
Tercera parte del secreto de Fátima, revelado el 13 de julio de 1917 a los tres pastorcillos en la Cueva de Iria-Fátima y transcrito por Sor Lucía el 3 de enero de 1944. Fue hecho público por el Secretario de Estado, Cardenal Angelo Sodano, el 13 de mayo del 2000.
"Escribo en obediencia a Vos, Dios mío, que lo ordenáis por medio de Su Excelencia Reverendísima el Señor Obispo de Leiria y de la Santísima Madre vuestra y mía.
"Después de las dos partes que ya he expuesto, hemos visto al lado izquierdo de Nuestra Señora un poco más en lo alto a un Angel con una espada de fuego en la mano izquierda; centelleando emitía llamas que parecía iban a incendiar el mundo; pero se apagaban al contacto con el esplendor que Nuestra Señora irradiaba con su mano derecha dirigida hacia él; el Angel señalando la tierra con su mano derecha, dijo con fuerte voz: ¡Penitencia, Penitencia, Penitencia! Y vimos en una inmensa luz qué es Dios: 'algo semejante a como se ven las personas en un espejo cuando pasan ante él' a un Obispo vestido de Blanco 'hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre'. También a otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas subir una montaña empinada, en cuya cumbre había una gran Cruz de maderos toscos como si fueran de alcornoque con la corteza; el Santo Padre, antes de llegar a ella, atravesó una gran ciudad medio en ruinas y medio tembloroso con paso vacilante, apesadumbrado de dolor y pena, rezando por las almas de los cadáveres que encontraba por el camino; llegado a la cima del monte, postrado de rodillas a los pies de la gran Cruz fue muerto por un grupo de soldados que le dispararon varios tiros de arma de fuego y flechas; y del mismo modo murieron unos tras otros los Obispos sacerdotes, religiosos y religiosas y diversas personas seglares, hombres y mujeres de diversas clases y posiciones. Bajo los dos brazos de la Cruz había dos Angeles cada uno de ellos con una jarra de cristal en la mano, en las cuales recogían la sangre de los Mártires y regaban con ella las almas que se acercaban a Dios".
Comentario Teológico del Card. Joseph Ratzinger
El Comentario Teológico del Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe está dividido en tres partes: Revelación pública y revelaciones privadas, su lugar teológico; La estructura antropológica de las revelaciones privadas; Un intento de interpretación del secreto de Fátima.
1) "El término 'revelación pública' designa la acción reveladora de Dios destinada a toda la humanidad, que ha encontrado su expresión literaria en las dos partes de la Biblia: el Antiguo y el Nuevo Testamento. Se llama 'revelación' porque en ella Dios se ha dado a conocer progresivamente a los hombres, hasta el punto de hacerse él mismo hombre, para atraer a sí y para reunir en sí a todo el mundo por medio del Hijo encarnado, Jesucristo.
En Cristo Dios ha dicho todo, es decir, se ha manifestado a sí mismo y, por lo tanto, la revelación ha concluido con la realización del misterio de Cristo que ha encontrado su expresión en el Nuevo Testamento".
2)La "revelación privada", en cambio, "se refiere a todas las visiones y revelaciones que tienen lugar una vez terminado el Nuevo Testamento; es ésta la categoría dentro de la cual debemos colocar el mensaje de Fátima.
La autoridad de las revelaciones privadas -prosigue el cardenal Ratzinger- es esencialmente diversa de la única revelación pública: ésta exige nuestra fe". La revelación privada, en cambio, "es una ayuda para la fe, y se manifiesta como creíble precisamente porque remite a la única revelación pública".
Citando al teólogo flamenco E. Dhanis, el prefecto para la Fe afirma que "la aprobación eclesiástica de una revelación privada contiene tres elementos: el mensaje en cuestión no contiene nada que vaya contra la fe y las buenas costumbres; es lícito hacerlo público, y los fieles están autorizados a darle en forma prudente su adhesión". "Un mensaje así puede ser una ayuda válida para comprender y vivir mejor el Evangelio en el momento presente; por esto no se debe descartar. Es una ayuda que se ofrece, pero no es obligatorio hacer uso de la misma".
El cardenal Ratzinger subraya también que "la profecía en el sentido de la Biblia no quiere decir predecir el futuro, sino explicar la voluntad de Dios para el presente, lo cual muestra el recto camino hacia el futuro".
La parte más importante del Comentario Teológico está dedicada a "un intento de interpretación del secreto de Fátima". Del mismo modo que la palabra clave de la primera y de la segunda parte del "secreto" es la de "salvar almas", "la palabra clave de este 'secreto' es el triple grito: '¡Penitencia, Penitencia, Penitencia!'. Viene a la mente el comienzo del Evangelio: 'paenitemini et credite evangelio' (Mc 1,15). Comprender los signos de los tiempos significa comprender la urgencia de la penitencia, de la conversión y de la fe. Esta es la respuesta adecuada al momento histórico, que se caracteriza por grandes peligros y que serán descritos en las imágenes sucesivas. Me permito insertar aquí un recuerdo personal: en una conversación conmigo, Sor Lucia me dijo que le resultaba cada vez más claro que el objetivo de todas las apariciones era el de hacer crecer siempre más en la fe, en la esperanza y en la caridad. Todo el resto era sólo para conducir a esto".
3) Después, el prefecto de la Congregación para la Fe pasa revista a las "imágenes" del secreto. "El ángel con la espada de fuego a la derecha de la Madre de Dios recuerda imágenes análogas en el Apocalipsis. Representa la amenaza del juicio que incumbe sobre el mundo. La perspectiva de que el mundo podría ser reducido a cenizas en un mar de llamas, hoy no es considerada absolutamente pura fantasía: el hombre mismo ha preparado con sus inventos la espada de fuego".
"La visión muestra después la fuerza que se opone al poder de destrucción: el esplendor de la Madre de Dios, y proveniente siempre de él, la llamada a la penitencia. De este modo se subraya la importancia de la libertad del hombre: el futuro no está determinado de un modo inmutable, y la imagen que vieron los niños no es una película anticipada del futuro, de la cual nada podría cambiarse. En realidad, toda la visión tiene lugar sólo para llamar la atención sobre la libertad y para dirigirla en una dirección positiva. (...) Su sentido es el de movilizar las fuerzas del cambio hacia el bien. Por eso están totalmente fuera de lugar las explicaciones fatalísticas del 'secreto' que dicen que el atentador del 13 de mayo de 1981 habría sido en definitiva un instrumento de la Providencia. (...) La visión habla más bien de los peligros y del camino para salvarse de los mismos".
Pasando a las siguientes imágenes, "el lugar de la acción -explica el cardenal Ratzinger- aparece descrito con tres símbolos: una montaña escarpada, una gran ciudad medio en ruinas, y finalmente una gran cruz de troncos rústicos. Montaña y ciudad simbolizan el lugar de la historia humana: la historia como costosa subida hacia lo alto, la historia como lugar de la humana creatividad y de la convivencia, pero al mismo tiempo como lugar de las destrucciones, en las que el hombre destruye la obra de su proprio trabajo (...) Sobre la montaña está la cruz, meta y punto de orientación de la historia. En la cruz la destrucción se transforma en salvación; se levanta como signo de la miseria de la historia y como promesa para la misma".
"Aparecen después aquí personas humanas: el Obispo vestido de blanco ('hemos tenido el presentimiento de que fuera el Santo Padre'), otros Obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas y, finalmente, hombres y mujeres de todas las clases y estratos sociales. El Papa parece que precede a los otros, temblando y sufriendo por todos los horrores que lo rodean. No sólo las casas de la ciudad están medio en ruinas, sino que su camino pasa
en medio de los cuerpos de los muertes. El camino de la Iglesia se describe así como un viacrucis, como camino en un tiempo de violencia, de destrucciones y de persecuciones. En esta imagen, se puede ver representada la historia de todo un siglo. Del mismo modo que los lugares de la tierra están sintéticamente representados en las dos imágenes de la montaña y de la ciudad, y están orientados hacia la cruz, también los tiempos son representados de forma compacta".
"En la visión podemos reconocer el siglo pasado como siglo de los mártires, como siglo de los sufrimientos y de las persecuciones contra la Iglesia, como el siglo de las guerras mundiales y de muchas guerras locales que han llenado toda su segunda mitad y han hecho experimentar nuevas formas de crueldad. En el 'espejo' de esta visión vemos pasar a los testigos de la fe de decenios".
El prefecto de la Congrenación de la Doctrina de la Fe afirma también que en el viacrucis de este siglo "la figura del Papa tiene un papel especial. En su fatigoso subir a la montaña podemos encontrar indicados con seguridad juntos diversos Papa, que empezando por Pío X hasta el Papa actual han compartido los sufrimientos de este siglo y se han esforzado por avanzar entre ellos por el camino que lleva a la cruz. En la visión también el Papa es matado en el camino de los mártires )No podía el Santo Padre, cuando después del atentado del 13 de mayo de 1981 se hizo llevar el texto de la tercera parte del 'secreto', reconocer en él su proprio destino? Había estado muy cerca de las puertas de la muerte y él mismo explicó el haberse salvado con las siguientes palabras: 'fue una mano materna la que guió la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se detuvo en el umbral de la muerte' (13 de mayo de 1994). Que 'una mano materna' haya desviado la bala mortal muestra sólo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones".
La conclusión del secreto, prosigue el cardenal Ratzinger, "recuerda imágenes que Lucía puede haber visto en libros piadosos, y cuyo contenido deriva de antiguas intuiciones de fe. Es una visión consoladora, que quiere hacer maleable por el poder salvador de Dios una historia de sangre y lágrimas. Los ángeles recogen bajo los brazos de la cruz la sangre de los mártires y riegan con ella las almas que se acercan a Dios. La sangre de Cristo y la sangre de los mártires están aquí consideradas juntas: la sangre de los mártires fluye de los brazos de la cruz. Su martirio se lleva a cabo de manera solidaria con la pasión de Cristo y se convierte en una sola cosa con ella".
"La visión de la tercera parte del secreto tan angustiosa en su comienzo, se concluye pues con una imagen de esperanza: ningún sufrimiento es vano y, precisamente una Iglesia sufriente, una Iglesia de mártires, se convierte en señal orientadora para la búsqueda de Dios por parte del hombre (...) del sufrimiento de los testigos deriva una fuerza de purificación y de renovación, porque es actualización del sufrimiento mismo de Cristo y transmite en el presente su eficacia salvífica".
¿Qué significa en su conjunto (en sus tres partes), el "secreto" de Fátima?, se pregunta por último el cardenal Ratzinger. "Ante todo debemos afirmar con el cardenal Sodano: 'los acontecimientos a los que se refiere la tercera parte del 'secreto' de Fátima parecen pertenecer ya al pasado'. En la medida en que se refiere a acontecimientos concretos ya pertenecen al pasado. Quien había esperado impresionantes revelaciones apocalípticas sobre el fin del mundo o sobre el curso futuro de la historia se desilusionará. Fátima no nos ofrece este tipo de satisfacción de nuestra curiosidad, lo mismo que la fe cristiana no quiere y no puede ser un mero alimento para nuestra curiosidad. Lo que queda de válido lo hemos visto de inmediato al inicio de nuestras reflexiones sobre el texto del 'secreto': la exhortación a la oración como camino para la 'salvación de las almas' y, en el mismo sentido, la llamada a la penitencia y a la conversión".
"Quisiera al final volver aún sobre otra palabra clave del 'secreto', que con razón se ha hecho famosa: 'mi Corazón Inmaculado triunfará'.¿Qué quiere decir esto? Que el corazón abierto a Dios, purificado por la contemplación de Dios, es más fuerte que los fusiles y que cualquier tipo de arma. El fiat de María, la palabra de su corazón, ha cambiado la historia del mundo, porque ella ha introducido en el mundo al Salvador, porque gracias a este 'sí' Dios pudo hacerse hombre en nuestro mundo y así permanece ahora y para siempre. El maligno tiene poder en este mundo, lo vemos y lo experimentamos continuamente; él tiene poder porque nuestra libertad se deja alejar continuamente de Dios".
"Pero desde que Dios mismo tiene corazón humano y de ese modo ha dirigido la libertad del hombre hacia el bien, hacia Dios, la libertad hacia el mal ya no tiene la última palabra. Desde aquel momento cobran todo su valor las palabras de Jesús: 'padeceréis tribulaciones en el mundo, pero tened confianza; yo he vencido al mundo' (Jn 16,33). El mensaje de Fátima nos invita a confiar en esta promesa".
19 DE MAYO: DOMINGO DE PENTECOSTES.
SE LLENARON TODOS DEL ESPIRITU SANTO .
Poco antes de ser llevado al cielo, Jesús les había dicho estas última palabras: "Mirad, yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Vosotros permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de fuerza (dynamis) desde lo alto" (Lc 24,49). La "Promesa del Padre" es algo espiritual e interior, que opera en el corazón de los apóstoles; pero también tiene claras manifestaciones exteriores. Por eso Jesús dice textualmente que ellos "serán revestidos" de fuerza. La fuerza que tienen los fuertes de este mundo es algo que se manifiesta y todos la experimentan; pero la fuerza que Jesús promete a sus apóstoles no es de este mundo, sino "de lo alto". Sus manifestaciones son mucho más impresionantes. Mientras no recibieran esta "fuerza", los apóstoles no podrían cumplir la misión que Jesús les encomendaba. En los Hechos de los Apóstoles se repite la promesa de Jesús con estas palabras: "Vosotros recibiréis una fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre vosotros, y de este modo seréis mis testigos" (Hech 1,8).
Hoy día la Iglesia celebra el momento en que esa promesa se cumplió y vino el Espíritu Santo sobre los apóstoles reunidos con María, la madre de Jesús: "Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos reunidos con un mismo objetivo. De repente vino del cielo un ruido como una impetuosa ráfaga de viento, que llenó toda la casa en la que se encontraban. Se les aparecieron una lenguas como de fuego que se repartieron y se posaron sobre cada uno de ellos; se llenaron todos de Espíritu Santo" (Hech 2,1-4). Así se cumplió lo anunciado por Jesús. Desde este momento la fuerza que actúa en los apóstoles es tan evidente que el libro de los Hechos de los Apóstoles atribuye el progreso de la evangelización directamente al Espíritu Santo. Cuando Pedro y Juan son detenidos y llevados ante el Sanhedrín, que es el mismo tribunal que dos meses antes había condenado a Jesús, los apóstoles no tienen temor de dar testimonio de Jesús, de manera que los miembros del Sanhedrín, "viendo la valentía de Pedro y Juan, y sabiendo que eran hombres sin instrucción ni cultura, estaban maravillados" (Hech 4,13). Si esto no bastara para hacer evidente la acción del Espíritu, se agrega esta observación general: "Por mano de los apóstoles se realizaban muchos signos y prodigios en el pueblo" (Hech 5,12).
El Espíritu Santo no sólo fue prometido por Jesús instantes antes de ser llevado al cielo, sino también repetidamente durante la última cena con sus discípulos. El Evangelio de Juan nos transmite cinco de esas promesas. Cada una de ellas agrega nuevas precisiones sobre esta Persona divina. De esas promesas de Jesús podemos concluir que el Espíritu Santo es enviado por el Padre y por Jesús, una vez que Jesús ha sido glorificado y se ha sentado a la derecha del Padre; que opera en el corazón de los fieles haciendoles comprender quién es Jesús y abriendoles el sentido profundo y verdadero de sus palabras; que, de esta manera, los habilita a ser sus testigos con valentía, hasta el punto de dar la vida por él.
El Evangelio de este domingo nos presenta dos de esas promesas. En la primera (que es la segunda de las cinco), Jesús promete que, a petición suya, el Padre enviará "otro Paráclito, para que esté con vosotros para siempre". Pero pone esta condición: "Si me amáis". Y para que podamos controlar la autenticidad de ese amor ofrece este criterio: "Cumplir mis mandamientos". Jesús le da el nombre de "otro Paráclito", es decir, uno que vendrá una vez que él se haya ido. Un Paráclito es Jesús y el otro es el Espíritu Santo. "Paráclito" es el que está junto a otro para defenderlo, asistirlo y consolarlo. Esto es lo que hizo Jesús mientras estaba con sus discípulos; cuando se realice la promesa, esa misión la cumplirá el Espíritu Santo "para siempre".
Decíamos que una de las acciones del Espíritu Santo es abrir a los discípulos el sentido profundo de las palabras de Jesús y hacerlos captar la verdad que ellas comunican. Jesús distingue dos momentos. Uno es el momento en que él habló: "Os he dicho estas cosas estando entre vosotros"; otro es el momento en que el Espíritu Santo actuará en el corazón de los fieles: "El Espíritu Santo... os lo enseñará todo y os recordará lo que yo os he dicho". Lo dicho por Jesús habría quedado sin comprender por parte de los apóstoles y, por tanto, sin aplicación concreta en la vida de ellos, si el Espíritu Santo no hubiera venido. Cuando el Espíritu Santo vino sobre los apóstoles el día de Pentecostés, entonces, conocieron quién era Jesús y comprendieron su enseñanza; recién entonces pudieron ser sus testigos y dejar a todos admirados por su sabiduría.
Todos sabemos que "Christós" es la traducción al griego del término hebreo "Mashíaj" y que ambos significan "Ungido". Nunca vemos en el Evangelio que alguien unja a Jesús (salvo los casos en que una mujer le unge los pies en Jn 12,3 y Lc 7,46). ¿Por qué, entonces, se dio este nombre a Jesús? ¿Por qué, con tanta solemnidad, Pedro confiesa: "Tú eres el Cristo" (Mc 8,29)? Porque el que estaba prometido en el Antiguo Testamento y que debía llenar la expectativa de salvación de Israel era un Ungido. Y ¿por qué un Ungido? Porque este era el gesto por el cual se comunicaba el Espíritu de Yahweh. Jesús entonces es el Cristo (el Ungido) porque él estaba lleno del Espíritu Santo. Este es el sentido del relato de su Bautismo en el Jordán: "Bajó sobre él el Espíritu Santo en forma corporal, como una paloma" (Lc 3,22). Y cuando él comienza su misión declara justamente: "El Espíritu del Señor está sobre mí porque él (el Señor) me ha ungido" (Lc 4,18). Jesús es el Cristo y el Mesías porque él posee el Espíritu y lo posee "sin medida" (Jn 3,34).
El relato de Pentecostés nos asegura que también la Iglesia está llena del Espíritu Santo. Por eso el Catecismo enseña: "Esta plenitud del Espíritu no debía permanecer únicamente en el Mesías, sino que debía ser comunicada a todo el pueblo mesiánico" (N. 1287). "Pueblo mesiánico" es lo mismo que "pueblo cristiano". Es el pueblo que se caracteriza por poseer el Espíritu Santo. En él deben verse con claridad las manifestaciones del Espíritu. San Pablo nos dice cuáles son: "El fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, castidad" (Gal 5,22-23).
+ Felipe Bacarreza Rodríguez . Obispo Auxiliar de Los Angeles (Chile)
EL PAPA EXHORTA A DEFENDER LA VIDA HUMANA DESDE LA CONCEPCION.
El Santo Padre también expresó su saludo “a los participantes en la ‘Marcha por la vida’, que tuvo lugar esta mañana en Roma”.
Francisco alentó además “la recogida de firmas que hoy se realiza en muchas parroquias italianas, a fin de sostener la iniciativa europea ‘Uno de nosotros’, para garantizar protección jurídica al embrión, tutelando a todo ser humano desde el primer instante de su existencia”.
“Un momento particular para aquellos que defienden el carácter sagrado de la vida humana será la ‘Jornada del Evangelium Vitae’, que tendrá lugar aquí en el Vaticano, en el contexto del Año de la fe, los próximos 15 y 16 de junio.
El Santo Padre pidió “que los mártires de Otranto ayuden al querido pueblo italiano a mirar con esperanza el futuro, confiando en la cercanía de Dios que jamás abandona, incluso en los momentos difíciles”.
“Que por intercesión de Madre Laura Montoya, el Señor conceda un nuevo impulso misionero y evangelizador a la Iglesia, y que, inspirados en el ejemplo de concordia y reconciliación de esta nueva Santa, los amados hijos de Colombia continúen trabajando por la paz y el justo desarrollo de su Patria”, añadió.
“En las manos de Santa Guadalupe García Zavala ponemos a todos los pobres, los enfermos y a cuantos los asisten, y encomendamos a su intercesión a la noble Nación mexicana, para que desterrada toda violencia e inseguridad, avance cada vez más por el camino de la solidaridad y la convivencia fraterna”.
El Papa también recordó que ayer sábado, en Roma, “ha sido proclamado beato el sacerdote Luigi Novarese, fundador del Centro voluntarios del Sufrimiento y de los Silenciosos Obreros de la Cruz”.
“Me uno a la acción de gracias por este sacerdote ejemplar, que ha sabido renovar la pastoral de los enfermos haciéndolos sujetos activos en la Iglesia”.
“Saludo con afecto a todos los grupos parroquiales, las familias, las escuelas, los jóvenes presentes. Con amor filial nos dirigimos ahora a la Virgen María, Madre y modelo de todos los cristianos
EL PAPA FRANCISCO ''MUY FELIZ'' DE
CANONIZAR A DOS
SANTAS LATINOAMERICANAS:
Madre Lupita y Madre Laura.
En declaraciones a ACI Prensa Silvia Mónica Correale, quien trabaja como postuladora para Causas de Canonización de la Congregación, afirmó que “el Papa Francisco está muy contento por la canonización del 12 de mayo y que de las tres causas que se celebran, dos sean de fundadoras latinoamericanas”.
Junto a las religiosas también serán canonizados el italiano Antonio Primaldo y 800 compañeros mártires, de quienes Correale ha llevado adelante la causa de canonización junto a la de la Madre Laura.
“Tengo la alegría de que para el Papa sea su primera canonización y para mí también, porque hasta el momento solo había llevado causas hasta la ceremonia de beatificación. Es la primera vez que llego a la canonización, y de hecho, el Prefecto me dijo que cuando un postulador llega a la canonización es comparable a ganar una medalla de oro en las olimpiadas o salir campeón del mundo de una disciplina deportiva”, señala la postuladora.
Correale nació en Argentina y vive en Roma desde hace 25 años. Asegura conocer al Papa, con quien incluso ha llegado a trabajar. Lo conoció en la Plaza de San Pedro cuando él todavía era el era Arzobispo de Buenos Aires en Argentina.
“Para mí es muy emocionante este Papa, porque la primera vez que lo conocí fue para presentarle una causa que fue firmada el 29 de junio de 1998, justo el día de la fiesta del Papa, y cuando lo eligieron a él Papa 15 años más tarde yo me encontraba precisamente en ese mismo sector de la Plaza en el que lo conocí… es un signo de providencia también muy particular”, afirmó.
“Lo estimo muchísimo, lo acompaño con el afecto y la oración, es un hombre de Dios, de una profunda vida interior y es una felicidad inmensa. Y creo que a través de su elección, el Señor nos ha llamado a los miembros de la Iglesia en América Latina a demostrar nuestra presencia y adorar lo que tenemos para el bien de la Iglesia Universal”, dijo.
La Causa de Canonización que Correale llevó adelante junto al Papa es la de la argentina María Antonia de San José Paz y Figueroa, una devota de la Compañía de Jesús. Mons. Guillermo Karcher, es un argentino que trabaja en la Secretaría de Estado también contribuyó en este trabajo. Juntos lograron elaborar la Positio, el documento que recoge la vida de los candidatos a la santidad, y aguardan la decisión sobre un milagro atribuido a su intercesión.
DENUNCIAN EN VENEZUELA
Grave escasez de alimentos en Venezuela amenaza
vino y hostias para Misas.
10/05/2013 - 05:50 pm .- La reconocida periodista venezolana Macky Arenas, directora de Reporte Católico Laico (RCL), denunció que la grave escasez de alimentos en el país, que amenaza incluso a la posibilidad de tener vino y hostias en las Misas, se debe en buena parte a “la corrupción que reina en la administración gubernamental”.
Silvia Mónica Corriale, la postuladora de la Causa de Canonización de los mártires, explicó a ACI Prensa que los médicos tuvieron muy claro desde el principio que solo podía tratarse de un milagro, ya que “la curación no tenía explicación científica”.
A finales de los años ‘70s Sor Francisca sufrió un tumor maligno en “un estado muy avanzado”, los médicos de la época la sometieron a la intervención quirúrgica de acuerdo a las normas de entonces, pero hoy día ese tipo de intervención sería impensable, porque se conoce que solo consigue propagar la metástasis, es decir, que el cáncer se extienda por todo el cuerpo.
La religiosa clarisa sufrió metástasis pero se encomendó a los mártires y milagrosamente sanó y pudo dar fe de ello durante treinta años hasta 2012, cuando murió a los 84 años de edad.
La religiosa pertenecía al Monasterio de las Clarisas de la Arquidiócesis del Salento, donde se ubica Otranto. Su monasterio empezó a derrumbarse y “el Obispo las trasladó a uno nuevo ubicado justo en la misma Colina donde ocurrió el martirio. Al lado de la Basílica Menor de los Mártires”, explica la postuladora.
“Increíblemente el Señor ya había elegido a una de ellas para manifestar el signo necesario para la canonización de los mártires, y las Clarisas de esa manera, quedan vinculadas un poco al Papa Francisco, porque el milagro ocurrió a una de las hijas de Santa Clara que están tan relacionadas con el Santo que da nombre al Papa, San Francisco”.
“Fue una alegría de que el señor eligiera a una monja consagrada para manifestarse”, añadió.
En 1480 los turcos otomanos invadieron Italia, el ejército italiano había dejado desprotegida Otranto, y la ciudad fue asediada por los musulmanes. Corriale explica que en ese episodio los musulmanes mataron al Obispo, a los sacerdotes y a los fieles que estaban en la catedral, y tomaron presos a todos los habitantes varones mayores de 15 años que se refugiaban en la colina de la ciudad.
“Los tuvieron allí unos días esperando a que se convirtieran al Islam, pero todos se negaron: ‘Somos hijos de Cristo, y le seremos fieles a Él aunque nos cueste la vida’”, contestaron ante la opresión musulmana.
Corriere explica que lo que mantuvo alta la moral del grupo hasta el último momento de vida fue un zapatero llamado Antonio, y a quien se recuerda hasta nuestros días como Antonio Primaldo, porque fue el primer de ellos en ser decapitado pero no en caer el suelo.
“Le cortaron la cabeza, pero él quedó en pie y no cayó hasta que no murió el último, antes de morir cada uno de ellos tomaba fuerzas mirando el cuerpo en pie de Antonio decapitado, y en ese gesto maravilloso de Dios, tomaban fuerza para mantenerse fieles al Señor hasta el martirio”, señala Corriale.
La historia demuestra que desde el primer momento se les tuvo una devoción tremenda y se les tomó como mártires, el primer Proceso de Canonización comenzó en el año 1700, y fueron declarados beatos en el 1771.
“Después de tantos siglos los mártires de Otranto tienen este reconocimiento de ser proclamados Santos y entrar en el árbol de los Santos de la Iglesia Universal”.
Corriale nació en Argentina y desde hace 25 años vive en Roma trabajando como postuladora para Causas de Canonización y Beatificación para la Congregación de las Causas de los Santos, precisamente, ella fue la primera laica de la historia que trabajó en esto.
La postuladora además lleva adelante la causa de canonización de la Madre Laura, la primera Santa colombiana que ascenderá el próximo fin de semana a los altares de la santidad, junto a los mártires y la religiosa mexicana Madre Lupita.
GRACIAS Y SEAN BENDECIDOS POR SER PARTE DE NUESTRA MISION DE LLEVAR LA PALABRA Y LAS PROMESAS DE NUESTRO SEÑOR AL MUNDO. ROGAMOS A LOS CORAZONES UNIDOS DE JESUS Y DE MARIA LES CONCEDA A TODOS LAS PLEINITUD DE LAS PROMESAS DE DIOS CON SALUD, AMOR Y PAZ. AMEN, AMEN, AMEN.
(Jn 14,15-16.23b-26)