miércoles, 18 de noviembre de 2009

LA SEGUNDA VENIDA DE JESUS.

LA SEGUNDA VENIDA DEL SEÑOR.

2 De San Pedro: 3 , 3- 14.

Sobre todo tengan en cuenta: que en los últimos días vendrá gente que vivirá de acuerdo de acuerdo con sus propios malos deseos, y que en son de burla preguntará : “ ¿Qué pasó con la promesa de que Cristo iba a volver?. Ya murieron nuestros padres, y todo sigue igual desde que el mundo fue creado.” Esa gente no quiere darse cuenta de que desde tiempos antiguos ya existía el cielo, y también la tierra, que Dios con su palabra hizo salir del agua y la mantiene en medio del agua. También por medio del agua del diluvio fue destruido el mundo entonces. Pero los cielos y la tierra que ahora existen, están reservados para el fuego por el mismo mandato de Dios. Ese fuego los quemará en el día del juicio y de la perdición de los malos.
Además queridos hermanos no olviden que para el Señor un día es como mil años y mil años como un día. No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios.
Pero el día del Señor vendrá como un ladrón. Entonces los cielos se desharán con un ruido espantoso, los elementos serán destruidos por el fuego, y la tierra, con todo lo que hay en ella, quedará sometida al juicio de Dios.
Puesto que todo va a ser destruido de esa manera,¡con cuánta santidad y devoción deben vivir ustedes!. Esperen la llegada del día de Dios, y hagan lo posible por apresurarla. Ese día los cielos serán destruidos por el fuego, y los elementos se derretirán entre las llamas, pero nosotros esperamos el cielo nuevo y la tierra nueva que Dios ha prometido, en los cuales todo será justo y bueno.
Por eso, queridos hermanos mientras esperan estas cosas, hagan lo posible para que Dios los encuentre en paz, sin mancha ni culpa.
Palabra de Dios.

Oración y reflexión de los fieles.

Señor Dios y padre nuestro, Tu palabra y promesa de hoy nos deja con el sabor amargo de una realidad que vivimos y vemos a diario: un mundo plagado de dudas, de incredulidad, de burlas a la fe que profesamos. Nos encontramos noticieros anunciado catástrofes y finales apocalicticos, sin darnos a la reflexión de que la mayor catástrofe que estamos viviendo es la de una humanidad sin fe, cruel, sin conocimiento del Dios verdadero, santo y eterno, Padre de Jesús y Padre nuestro, sin caridad hacia el prójimo, sin amarnos los unos a los otros, y a todos queremos cobrarles las heridas que nos han hecho, estamos llenos de venganza y no queremos perdonar. Aun no hemos comprendido que el amor es la primacía de la vida y que sin perdonar las ofensas que nos han hecho no podremos esperar tampoco tu perdón y tu misericordia. Es bien cierto que tu Palabra nos anuncia que en los finales del tiempo habrá destrucción y muerte, Sabemos que el profeta Daniel nos habla de la hora final cuando nos dice: “ En ese momento aparecerá Miguel, el gran ángel protector que defiende a tu pueblo. Será un momento angustioso, un momento como no ha habido otro desde que existen las naciones. Cuando ese momento llegue se salvarán todos los de tu pueblo que tienen su nombre escrito en el libro” (Daniel 12: 1). Hoy queremos rogarte para que los nombres de todos los que no creen en ti y en la salvación que nos diste con la entrega de tu Hijo Jesucristo sean incluidos en ese registro del libro de la vida. Te rogamos por esa conversión de los políticos, de los líderes, de los que hacen las leyes para practicar la eutanasia y el aborto, los que haciéndose dueños de los países, los gobiernan esclavizándolas en la miseria, en la guerra, en la pobreza espiritual y material. Es que acaso podrías perdonarnos tantas barabrie, estamos destruyendo el planeta, ese hogar, esa tierra que tu creaste para que fuera nuestra casa. ¡Oh Dios santísimo! perdona nuestras ofensas. Queremos terminar esta oración pidiéndote que por la intersección de la Santísima Virgen de La Chiquínquira, nuestra amada Chinita de Maracaibo nos conceda a todos los hermanos de Sembrando las promesas y a sus familias que nuestros nombres estén inscritos en ese libro y que cuando llegue la hora de tu venida nos encuentre a todos tomados de la mano de Mamá María, San José y junto con todos los ángeles, y los santos y en un desfile victorioso cantando y alabando tu nombre y tu gloria. Y todo esto lo pedimos en el nombre que está sobre todo nombre Jesús nuestro Señor. Amen.
En honor a la Virgen de la Chiquinquira patrona de Zulia y Patrona de Colombia en la conmemoración de su aparición oramos con mucha fe :
Padrenuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, hágase tu voluntad aquí en la tierra como es en el cielo. Danos el pan de cada día y perdona nuestras ofensas, y también nosotros perdonamos a todos los que nos han ofendido y no nos dejes caer en las tentaciones, antes bien líbranos del maligno. Pues tuyo es el poder, el honor y la gloria por los siglos de los siglos Amen.
Dios te salve María, llena eres de gracia el Señor está contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre ¡oh Jesús!.
Santa María, madre de Dios ruega por todos nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.
Gloria al Padre, gloria al HIJO, gloria al Espíritu Santo. Como era en un principio, lo es ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amen.

Nota: hermanos debido a que a mi regreso del viaje que realice a Tierra Santa, quede por todos estas semanas con un fuerte resfriado, no pude enviarles antes esta edición que hoy les hago llegar con la esperanza de que sus oraciones y peticiones lleguen al Señor y les conceda las gracias que necesitan.
También quisiéramos pedirles que hagamos oración para que Juan Pablo II y el Padre Emiliano Tardiff sea elevado a los altares y que desde el cielo intercedan por todos nosotros.