viernes, 24 de agosto de 2012

NO HAY NADA QUE NO CONSIGA LA FUERZA DE LA ORACION.

QUERIDOS AMIGOS DE SEMBRANDO LAS PROMESAS, POR RAZONES DE UNA SEVERA BRONQUITIS ME HA SIDO IMPOSIBLE ENVIARLES LAS PROMESAS, DE TAL MODO QUE HOY SOLO LES HAGO LLEGAR ALGUNAS ORACIONES Y EL EVANGELIO DE HOY Y ROGARLES QUE RUEGUEN AL SEÑOR ME LIBERE DE DICHA ENFERMEDAD. QUE DIOS LES PAGUE SU GENEROSIDAD. 

El hermano predicador Ruben Dario Hoyos Alegria nos ha hecho llegar esta oracion que compartimos con nuestros lectores.
EL PODER DEL SÍ
(Revelación de victoria sobre todo mal)
Las bendiciones y lo regalos que nuestro padre Dios creó para cada uno de nosotros desde ante de la fundación de los tiempos, ya fueron desatadas en la Cruz de Cristo.Allí Jesús puso un sello indeleble sobre todo aquel que crea y diga SÍ a su amor.

SÍ, YO TE ACEPTO COMO MI SALVADOR Y MI SEÑOR, SÍ yo creo en tu sacrificio que redime mi vida y la de mis seres amados,
SÍ yo creo que tu moriste por por mi, para redimirme de tres maldiciones: LA ENFERMEDAD, LA POBREZA Y LA MUERTE!.
Hermano(a), Si tu crees veras la gloria de Dios hoy y cada uno de los días de tu vida! SOLO TIENES QUE DECIR SÍ A LAS PROMESAS QUE DESATÓ JESÚS SOBRE TU VIDA HACE 2000 AÑOS!
Solo di SÍ a Dios, SÍ a Jesucristo, SÍ al Espíritu Santo, y empieza recibir lo que estaba guardado para ti desde la eternidad.

NO ESPERES UN DÍA MAS SUMERGIDO EN LA DERROTA.La obra esta consumada, tu deuda ha sido pagada, tu salud ha sido liberada! Tu SÍ al amor de Dios, es la llave que desata todas las bendiciones que el enemigo te quería robar.

Tu SÍ a Dios destruirá hoy las fortalezas que tu ignorancia levantó y serás totalmente LIBRE para vivir en el eterno SÍ de la victoria total.
Con amor en Cristo,

Ruben Dario Hoyos A.

ORACION DE ARREPENTIMIENTO.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Padre Celestial, me arrepiento de todos mis pecados, de pensamientos, palabras, obras y omisión. Me arrepiento del modo de vida que he llevado, de todos los excesos, vanagloria, orgullo y de todo lo que he hecho equivocadamente.
Te confieso, mi señor, todos mis pecados conocidos y desconocidos, todo lo que he sido, lo que he hecho mal, de los juicios y palabras vanas, de toda palabra de odio, violencia que he proferido y te pido perdón por ello. 
Quiero ahora mismo perdonar a todas las personas que me han ofendido, que me han juzgado mal, me criticaron, me humillaron, que me calumniaron y hablaron mal de mí...................................
(colocar los nombres de las personas).
Señor Jesús, lávame con tu sangre y ten piedad de mi.
De acuerdo con tu Palabra, confieso con mi boca que tu, Jesús, eres mi señor y salvador, creo que eres el Hijo del Dios Padre. Y creo que Dios  Padre te resucitó de entre los muertos y que estás vivo y resucitado par nunca mas morir. ( ver Romanos 10, 9).
Ante ti yo asumo la gracia de mi bautismo y te recibo como mi único salvador y Señor. De ahora en adelante quiero vivir para amarte, alabarte , glorificarte y servirte todos los días de mi vida , con el poder de tu nombre Jesús. Amén, Amén, Amén.
Te doy gracias Padre por la Santísima Virgen María, por San José que nos los dejaste  para que desde esta vida fueran nuestros intercesores, gracias por los ángeles custodios y por todos los ángeles de tus ejércitos celestiales  que nos acompañan y protegen siempre. Gracias por todos los Santos que sin cesar oran e interceden por nosotros. Gracias  por el Espíritu Santo, Gracias Santísima Trinidad. Aleluya!

El consejo de hoy, para nuestro crecimiento personal.

No hay nada que no consiga la fuerza de la oración.

(ACI/EWTN Noticias).-El Papa Benedicto XVI animó a confiar plenamente en la oración al Señor para

alcanzar nuestros anhelos, subrayó que "para alcanzar las peticiones que tenemos en nuestro corazón,

no hay mejor medio que poner la fuerza de nuestra oración en aquella cosa que agrada más a Dios".

"Entonces, no sólo dará lo que le pedimos, que es la salvación sino que todavía más, lo que Él ve que

nos conviene y es bueno aunque no se lo pidamos".


Señaló que la Ascensión de Jesús a los Cielos, "proclama no sólo la inmortalidad del alma, sino

también aquella de la carne". "No sólo somos confirmados como poseedores del paraíso, sino que

también somos penetrados en Cristo en las alturas de los cielos".  Explicó que con el misterio de la

 Ascensión, Dios "nos dice que en Cristo nuestra humanidad es llevada a las alturas de Dios, y así,

cada vez que oramos, la tierra se une al Cielo. Y como el incienso, quemando, hace subir hacia las

alturas su humo de suave aroma, de este modo, cuando elevamos al Señor nuestra ferviente y confiada

oración en Cristo, ella atraviesa los cielos y alcanza el Trono de Dios, es escuchada por Él y es

respondida". "Por eso, cuando los discípulos vieron al Maest ro elevarse sobre la tierra y elevarse

hacia las alturas, no fueron invadidos por el desconsuelo, sino que por el contrario, experimentaron un

gran gozo y se sintieron impulsados a predicar la victoria de Cristo sobre la muerte. El Señor

resucitado actuaba en ellos, distribuyó a cada uno un carisma propio, para que la comunidad cristiana,

en su conjunto, reflejara la armoniosa riqueza de los Cielos".

El Papa recordó que Dios depositó en todos un don, a unos el "don de ser apóstoles, a otros profetas, a
 
otros predicadores del Evangelio, a otros pastores o  maestros", y "organizó en orden a la edificación
 
del Cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la plenitud de Cristo".  Indicó que la Ascensión de
 
Jesús se cumple cuarenta días después de su Resurrección y marca el cumplimiento de la salvación
 
iniciada por la Encarnación. El Señor, "después de instruir por última vez a sus discípulos, sube al
 
cielo". "Pero no se separó de nuestra condición; sino que en efecto, en su humanidad, asumió con a los
 
hombres en la intimidad del Padre y así reveló el destino final de nuestro peregrinar terrenal.
 
Subrayó que la Ascensión es el último acto de nuestra liberación del pecado, y así como el Señor
 
"descendió del Cielo por nosotros, y sufrió y murió en la cruz por nosotros, también ha resucitado y a
 
regresado a Dios, por ello no está lejano, sino que es Dios nuestro, Padre nuestro". 

El Santo Padre indicó que el silencio "es parte integrante de la comunicación, es un lugar privilegiado
 
para el encuentro con la Palabra de Dios, y con nuestros hermanos y hermanas". Por ello, el Papa
 
invitó a todos "a orar para que la comunicación, en cada una de sus formas, sirva siempre para
 
instaurar con el prójimo, un dialogo autentico, fundado en el respeto reciproco, la escucha y el
 

 
EVANGELIO DE HOY     
Viernes 24 de Agosto de 2012
Santoral
  San Bartolomé, Apóstol


Primera Lectura: Apocalipsis 21,9b-14
"Doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero"

El ángel me habló así: "Ven acá, voy a mostrarte a la novia, a la esposa del Cordero." Me transportó en éxtasis a un monte altísimo, y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, que bajaba del cielo, enviada por Dios, trayendo la gloria de Dios. Brillaba como una piedra preciosa, como jaspe traslúcido. Tenía una muralla grande y alta y doce puertas custodiadas por doce ángeles, con doce nombres grabados: los nombres de las tribus de Israel. A oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur tres puertas, y a occidente tres puertas. La muralla tenía doce basamentos que llevaban doce nombres: los nombres de los apóstoles del Cordero.

 Salmo Responsorial: 144
"Que tus fieles, Señor proclamen la gloria de tu reinado."

Que todas las criaturas te den gracias, Señor, / que te bendigan tus fieles; / que proclamen la gloria de tu reinado, / que hablen de tus hazañas R.
Explicando tus hazañas a los hombres, / la gloria y majestad de tu reinado. / Tu reinado es un reinado perpetuo, / tu gobierno va de edad en edad. R.
El Señor es justo en todos sus caminos, / es bondadoso en todas sus acciones; / cerca está el Señor de los que lo invocan, / de los que lo invocan sinceramente. R.


Evangelio: Juan 1,45-51
"Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño"


En aquel tiempo, Felipe encuentra a Natanael y le dice: "Aquel de quien escribieron Moisés en la Ley y los profetas, lo hemos encontrado: Jesús, hijo de José, de Nazaret." Natanael le replicó: "¿De Nazaret puede salir algo bueno?" Felipe le contestó: "Ven y verás." Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño." Natanael le contesta: "¿De qué me conoces?" Jesús le responde: "Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi." Natanael respondió: "Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel." Jesús le contestó: "¿Por haberte di cho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores." Y le añadió: "Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre".
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Reflexión

 REFLEXION DEL SANTO EVANGELIO: Una de las cosas que Dios más aprecia en su pueblo es la “autenticidad” y en este pasaje, Jesús lo confirma. Se encontró con un israelita “que no tiene doblez” es decir, con una persona auténtica. Hoy es importante que demos una revisada a nuestra vida, para ver qué tan auténticos somos, no sólo en nuestra vida Espiritual, sino en nuestra vida ordinaria. El mundo moderno nos invita a vivir en medio de “máscaras”, y es así que muchas veces nos resulta difícil el llegar a conocer a una persona, pues vive debajo de una personalidad o apariencia que no es en definitiva ella misma. Muchos matrimonios fracasan por ello, muchas relaciones se estropean porque nos presentamos “con doblez”, la gente llega a perder la confianza en aquellos de quien no se sabe si lo que están diciendo es en realidad para sacar provecho personal.

Busca, pues, con la ayuda de Dios el ser tú mismo (sin máscaras); quien te ama, te amará aún más siendo auténtico, y lo que es más importante, Jesús te tendrá como uno de sus discípulos cercanos, como lo fue Natanael.

REFLEXION DE LA PRIMERA LECTURA: Uno de los libros más hermosos, pero a la vez más difíciles de leer es el Apocalipsis. En este pasaje que nos propone la liturgia, hoy en la fiesta de uno de los 12 apóstoles, podemos darnos cuenta de la importancia que, ya desde la primera comunidad, tenían hacia estos “cimientos” de la Iglesia. Por otro lado nos habla de “la novia del Cordero” la cual se identifica con el pueblo de Dios, no sólo el nuevo, “los doce cimentos” sino también del Antiguo, “las doce tribus”. En el pensamiento de autor entendemos que, nosotros el pueblo de Dios, somos esa novia, a la cual se accede por “las puertas” del AT, pero que encuentra su “fundamento” en la enseñanza de los apóstoles, es decir “la Iglesia”.

Finalmente, la mayoría de los místicos, nos hablan del “desposorio espiritual” con Dios. Pues bien, éste no sólo es un regalo de Dios para aquellos que alcanzan aquí en la tierra un alto grado de unión con Dios (dice santa Teresa de Ávila que todos estamos llamados a esta intimidad), sino para todos los cristianos.

Tú y yo somos esa novia con la cual Jesús quiere mantener una hermosa y profunda relación de amor y de intimidad. Dedica tiempo para el silencio y él te enamorará y te mostrará cosas que no conoces.


Señor Padre bueno y clemente, tú que nunca dejas de mostrarnos tu intenso amor por nosotros, tus hijos, ayúdanos a corresponder a ese amor con una vida dedicada a ti en el constante servicio respetuoso al prójimo y en la humilde oración a ti, que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén.

Hoy seré respetuoso con el prójimo
en mis acciones,
en mis palabras,
en mis pensamientos,
en mi relación con cualquiera de ellos.

Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro.



 
San Bartolomé, Apóstol (Siglo I)
A este santo (que fue uno de los doce apóstoles de Jesús) lo pintaban los antiguos con la piel en sus brazos como quien lleva un abrigo, porque la tradición cuenta que su martirio consistió en que le arrancaron la piel de su cuerpo, estando él aún vivo.
Parece que Bartolomé es un sobrenombre o segundo nombre que le fue añadido a su antiguo nombre que era Natanael (que significa "regalo de Dios") Muchos autores creen que el personaje que el evangelista San Juan llama Natanael, es el mismo que otros evangelistas llaman Bartolomé. Porque San Mateo, San Lucas y San Marcos cuando nombran al apóstol Felipe, le colocan como compañero de Felipe a Natanael.

El encuentro más grande de su vida.

El día en que Natanael o Bartolomé se encontró por primera vez a Jesús fue para toda su vida una fecha memorable, totalmente inolvidable. El evangelio de San Juan la narra de la siguiente manera: "Jesús se encontró a Felipe y le dijo: "Sígueme". Felipe se encontró a Natanael y le dijo: "Hemos encontrado a aquél a quien anunciaron Moisés y los profetas. Es Jesús de Nazaret". Natanael le respondió: " ¿Es que de Nazaret puede salir algo bueno?" Felipe le dijo: "Ven y verás". Vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: "Ahí tienen a un israelita de verdad, en quien no hay engaño" Natanael le preguntó: "¿Desde cuándo me conoces?" Le respondió Jesús: "antes de que Felipe te llama ra, cuando tú estabas allá debajo del árbol, yo te vi". Le respondió Natanael: "Maestro, Tú eres el Hijo de Dios, Tú eres el Rey de Israel". Jesús le contestó: "Por haber dicho que te vi debajo del árbol, ¿crees? Te aseguró que verás a los ángeles del cielo bajar y subir alrededor del Hijo del Hombre." (Jn. 1,43).

Felipe, lo primero que hizo al experimentar el enorme gozo de ser discípulo de Jesús fue ir a invitar a un gran amigo a que se hiciera también seguidor de tan excelente maestro. Era una antorcha que encendía a otra antorcha. Pero nuestro santo al oír que Jesús era de Nazaret (aunque no era de ese pueblo sino de Belén, pero la gente creía que había nacido allí) se extrañó, porque aquél era uno de los más pequeños e ignorados pueblecitos del país, que ni siquiera aparecía en los mapas. Felipe no le discutió a su pregunta pesimista sino solamente le hizo una propuesta: "¡Ven y verás que gran profeta es!"

Una revelación que lo convenció. 

Y tan pronto como Jesús vio que nuestro santo se le acercaba, dijo de él un elogio que cualquiera de nosotros envidiaría: "Este si que es un verdadero israelita, en el cual no hay engaño". El joven discípulo se admira y le pregunta desde cuándo lo conoce, y el Divino Maestro le añade algo que le va a conmover: "Allá, debajo de un árbol estabas pensando qué sería de tu vida futura.

Pensabas: ¿Qué querrá Dios que yo sea y que yo haga? Cuando estabas allá en esos pensamientos, yo te estaba observando y viendo lo que pensabas". Aquélla revelación lo impresionó profundamente y lo convenció de que este sí era un verdadero profeta y un gran amigo de Dios y emocionado exclamó: "¡Maestro, Tú eres el hijo de Dios! ¡Tú eres el Rey de Israel! ¡Maravillosa proclamación! Probablemente estaba meditando muy seriamente allá abajo del árbol y pidiéndole a Dios que le iluminara lo que debía de hacer en el futuro, y ahora viene Jesús a decirle que El leyó sus pensamientos. Esto lo convenció de que se hallaba ante un verdadero profeta, un hombre de Dios que hasta leía los pensamientos. Y el Redentor le añadió una noticia muy halag adora. Los israelitas se sabían de memoria la historia de su antepasado Jacob, el cuál una noche, desterrado de su casa, se durmió junto a un árbol y vio una escalera que unía la tierra con el cielo y montones de ángeles que bajaban y subían por esa escalera misteriosa. Jesús explica a su nuevo amigo que un día verá a esos mismos ángeles rodear al Hijo del Hombre, a ese salvador del mundo, y acompañarlo, al subir glorioso a las alturas.

Desde entonces nuestro santo fue un discípulo incondicional de este enviado de Dios, Cristo Jesús que tenía poderes y sabiduría del todo sobrenaturales. Con los otros 11 apóstoles presenció los admirables milagros de Jesús, oyó sus sublimes enseñanzas y recibió el Espíritu Santo en forma de lenguas de fuego.
El libro muy antiguo, y muy venerado, llamado el Martirologio Romano, resume así la vida posterior del santo de hoy: "San Bartolomé predicó el evangelio en la India. Después pasó a Armenia y allí convirtió a muchas gentes. Los enemigos de nuestra religión lo martirizaron quitándole la piel, y después le cortaron la cabeza".

Para San Bartolomé, como para nosotros, la santidad no se basa en hacer milagros, ni en deslumbrar a otros con hazañas extraordinarias, sino en dedicar la vida a amar a Dios, a hacer conocer y amar mas a Jesucristo, y a propagar su santa religión, y en tener una constante caridad con los demás y tratar de hacer a todos el mayor bien posible.

Oración
Oh, Dios omnipotente y eterno, que hiciste este día tan venerable día con la festividad de tu Apóstol San Bartolomé, concede a tu Iglesia amar lo que el creyó, y predicar lo que él enseñó. Por Nuestro Señor Jesucristo. Amén



                  Jesús, María, os  amo, salvad almas”     

 ¡San Miguel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!   

 ¡San Rafael, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!   

¡San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!  

Hermanos les agradecemos ayudarnos a propagar las Promesas que Dios nos ha dado para ser dignos hijos del Padre y ser felices y llenos del Espiritu Santo.