YO VOY A MOSTRAR ANTE LAS NACIONES LA SANTIDAD DE MI GRAN NOMBRE.

Ezaquiel 36: 23-29.
YO VOY A MOSTRAR ANTE LAS NACIONES LA SANTIDAD DE MI GRAN NOMBRE, QUE USTEDES HAN OFENDIDO ENTRE ELLAS; cuando yo lo haga, ellas reconocerán que yo soy el Señor. Yo el Señor lo afirmo. Yo los sacaré a ustedes de todas las naciones y países; los reuniré y los haré volver a su tierra. Los lavaré con agua pura, los limpiaré de todas sus impurezas, los purificaré del contacto con sus ídolos, pondré en ustedes un corazón nuevo y un espíritu nuevo. Quitaré de ustedes ese corazón duro como la piedra y les pondré un corazón dócil. Pondré en ustedes mi espíritu, y haré que cumplan mis leyes y decretos, vivirán en el país que dí a sus padres, y serán mi pueblo y yo seré su Dios. Los libraré de todo lo que les manche. Haré que el trigo abunde, y no volveré a enviarles hambre.

Palabra de Dios . Te alabamos Señor. (Biblia Dios Habla Hoy, Versión católica).

ORACIÓN DE LOS FIELES: HOY Padre Santo, queremos pedirte la Sabiduría para no volver a ofenderte. Somos un pueblo duro de corazón , asi pues te rogamos nos des ese corazón dócil y esa unción de tu Espíritu que nos conduzca como pueblo a amarte, a obedecer tus mandatos y a seguir tus pasos para que nuestras naciones y gobernantes puedan salir de esa pozo profundo en el cual estamos sumergidos. Te rogamos que tengas piedad y misericordía de todos nosotros.
Hoy te rogamos por los gobernantes y reyes de la tierra. Pues solo en tí tenemos confianza y todo lo esperamos de ti. Tu, amado Jesús eres esa sabiduría. Tu Trinidad Santa, eres nuestra fé y nuetra confianza.. No nos abandones en esta lucha y danos la fe, la esperanza y la caridad y que humilldemente podamos ser esa nueva nación, ese nuevo pueblo. Amén.

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Hoy en esta nueva edición de Las Promesas, queremos darles a conocer la Palabra de Dios en el Libro de Sabiduría que durante varias oportunidades me ha venido ofreciendo y que nos llama a buscarla.

SABIDURÍA. 6: 1-25.
ESCUCHEN, reyes y entiendan; aprendan gobernantes de todo el mundo; pongan atención, ustedes que dominan multitudes y presumen de gobernar a muchos pueblos. El Señor Dios altisimo, les ha dado poder y autoridad; él examinará las obras de ustedes e investigará sus intenciones, porque estando al servicio del reino de Dios no han juzgado con rectitud, ni han cumplido la ley, ni se han portado según la voluntad de Dios.
El Señor vendrá sobre ustedes de manera terrible y repentina porque él juzga con severidad a los poderosos. De los humildes tiene compasión y los perdona, pero a los fuertesles pedirá cuentas con rigor. El es el Señor de todos y no tiene preferencias por ninguno, ni siente miedo ante la grandeza. Él hizo a los grandes y también a los pequeños, y se preocupa de todos por igual; pero a los poderosos los examina con mayor rigor.
Esto se los digo a ustedes, gobernantes, para que adquieran sabiduría y no pierdan el camino.
Los que cumplen santamente las santas leyes, serán contados entre el pueblo santo; los que se dejaron instruir por ella, tendrán cómo defenderse. Tengan, pues, vivos deseos de mis palabras; búsquenlas con avidez y recibirán instrucción.
La sabiduría resplandece con brillo que no se empaña; los que la aman, la descubren facilmente, y los que la buscan la encuentran; ella misma se da a conocer a los que la desean.
Quien madruga a buscarla no se cansa: la encuentra sentada a la puerta de su propia casa.
Tener la mente puesta en ella es prudencia consumada; el que trasnocha por hallarla, pronto se verá libre de preocupaciones. Ella misma va de un lado a otro buscando a quienes son dignos de ella; se les manifiesta con bondad en el camino y le sale al encuentro en todo lo que piensan.
El comienzo de la sabiduría es el deseo sincero de instruirse; tener deseo de instruirse ya es amar la saibiduría; amarla es cumplir sus leyes; cumplir sus leyes es asegurarse la inmortalidad, y la inmortalidad acerca a Dios.
Por tanto, el deseo de la sabiduría es lo que hace de uno un verdadero rey.
Gobernantes de los pueblos, si estiman los tronos y los cetros, aprecien la sabiduría, para que puedan reinar eternamente.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor!.
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Oración por los gobernantes:

Oh Dios!. Te rogamos dales a los gobernantes un corazón puro y dócil, Dales a los gobernantes tu ESPÍRITU Y LA SABIDURIA ASI RENOVARAS LA FAZ DE LA TIERRA. DALES JESÚS LA SABIDURÍA para que gobiernen con santidad y justicia. Quita la prepotencia, la mentira y el engaño, quita de ellos toda ambición, todo egoismo. Solo en ti podemos onfiar, por ello te rogamos por todos nuestros gobernantes, Sino lo haces por ellos hazlo por tu gran santo nombre, por tu gran misericordia y por los pueblos que estan siendo sometidos por gobernantes sin sabiduria. HOY somos humillados y avasallados, cruelmente sometidos, encarcelados por el gran poder que les has dado y del cual hacen mal uso. Apiadate de nosotros Señor y no nos dejes a merced de los gobernantes. Te lo pedimos por tus pormesas y en el nombre de Jesús. Amen. Te damos gracias por esa liberación, por tus ángeles que nos protegen y por la excelsa madre Dios Maria de Guadalupe, La virgen de Coromoto y de San José : Amen.