domingo, 29 de mayo de 2011

EL REGRESO DEL SEÑOR.

EL REGRESO DEL SEÑOR.


1tesalonicences 4. 13-18 y Cap. 5. 1-11
(CARTA DE SAN PABLO)


13: Hermanos, no queremos que se queden sin saber, lo que pasa con los muertos, para que ustedes no se entristezcan como los otros, los que no tienen esperanza. Así como creemos que Jesús murió y resucitó, así también creemos que Dios va a resucitar con Jesús a los que murieron creyendo en él.
15. Por eso le decimos a ustedes, como enseñanza del Señor, que nosotros, los que quedemos vivos hasta la venida del Señor, no nos adelantaremos a los que murieron. Porque se oirá una voz de mando, la voz de un arcángel y el sonido de la trompeta de Dios, y el Señor mismo bajará del cielo. Y los que murieron creyendo en Cristo, resucitaran primero, después, los que hayamos quedado vivos seremos llevados, juntamente con ellos, en las nubes, para encontrarnos con el Señor en el aire, y así estaremos con el Señor para siempre. Anímense, pues, unos a otros con estas palabras.


1Tesalonicense 5. 1-11
1: En cuanto a las fechas y los tiempos, hermanos, no necesitan que les escribamos. Ustedes saben muy bien que el día del regreso del Señor llegará cuando menos se lo espere, como un ladrón que llega de noche. Cuando la gente diga: “ todo está en paz y tranquilo”, entonces vendrá de repente sobre ellos la destrucción, como le vienen los dolores de parto a una mujer que está en cinta; y no podrá escapar. Pero ustedes, hermanos, no están en la oscuridad, para que el día del regreso del Señor los sorprenda como un ladrón. Todos ustedes son de la luz y del día. No somos de la noche ni de la oscuridad, por eso no debemos dormir como los otros, sino manteneros despiertos y en nuestro sano juicio. Los que duermen de noche, y los que se emborrachan se emborrachan de noche, pero nosotros, que somos del día, debemos estar siempre en nuestro sano juicio. Debemos protegernos como con una coraza, con la fe y el amor, y cubrirnos , como con un casco, con la esperanza de la salvación. Porque Dios no nos destinó a recibir el castigo, sino a alcanzar la salvación por medio de Nuestro Señor Jesucristo. Jesucristo murió por nosotros, para que, ya sea que sigamos despiertos o que nos durmamos con el sueño de la muerte, vivamos juntamente con él. Por eso, anímense y fortalézcanse unos a otros, tal como ya lo están haciendo.
¡Palabra de Dios!. ¡ALELUYA!. ¡AMEN!.


NOTA: Puede complementar estas lecturas en su Biblia: La vida Nueva Romanos 12:2
Efesios 5. 8-9 y Efesios 6. 11-17.
En estos versículos se nos enseña como aplicarlas concretamente en nuestra manera de pensar y actuar. Imitemos pues y sigamos a Jesús en su manera de pesar y actuar. Roguémosle que nos transforme con una nueva mente.


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ORACION DE LOS FIELES:


HOY dejamos a ustedes una oración de Maísa Castro.
Especialmente para los que están enfermos, especialmente los que tienen cáncer en fases avanzadas o cualquier otra enfermedad en su cuerpo.
1- Invocación al Espíritu Santo.
2- Yo pecador y arrepentimiento de sus pecados de corazón. (preferiblemente ir al sacerdote y confesarse)
3- Hacer la oración cada hora (Para algún hermano que tiene cáncer avanzado o no dedicarle a esta oración cada hora, es algo que no tiene costo sino bendición y cura. Para otros en otras condiciones pero igualmente teniendo una enfermedad lo puede hacer cada hora o por lo menos cuatreo veces al día.


ORACIÓN DE CURA Y LIBERACIÓN EN EL PODER DE LA SANGRE DE JESÚS.
(Para cada día y para cada hora.)


SANGRE DE JESÚS, SÁNAME.
SANGRE DE JESÚS PURIFÍCAME.
SANGRE DE JESÚS LIBÉRAME.
SANGRE DE JESÚS, LAVA MIS PENSAMIENTOS.
SANGRE DE JESÚS LAVA ESTA SITUACIÓN QUE ESTOY VIVIENDO.
¡SANGRE DE JESÚS!, ¡SANGRE DE JESÚS!, ¡SANGRE DE JESÚS!, ¡TEN PIEDAD DE MÍ!.
¡ALELUYA!.


¡VEN SEÑOR JESÚS!. Llénanos con tu Santo Espíritu. Unge nuestro corazón de fe, esperanza, amor y realiza en mi (nosotros) tu gracia de vida y salvación.
Hermano mío, es grande el poder de Dios en nuestra vida. El quiere realizar maravillas en nosotros porque somos sus hijos. Nos es difícil llegar a Dios; nos es difícil comprender la sangre de Jesucristo y necesitamos aprender a apoderarnos del poder que ella tiene. Por, hoy, exactamente hoy, no quiero perder tu gracia, la gracia en este momento. Generosamente quiero estar, ¡Oh Jesús! mío en tu presencia y me uno a ti , permanezco en ti. Jesús esta vivo, tu venciste la muerte, derramaste tu sangre por todos nosotros, moriste en la cruz por nuestros pecados, pagaste el precio de nuestra salvación, pero resucitaste y subiste a los cielo en poder y gloria y estas sentado a la derecha del Padre; por lo tanto todos reunidos, como iglesia de Cristo sobre la tierra, vamos a adorar a nuestro Dios:
¡Padre Celestial, Padre de nuestro Señor Jesucristo, a ti, honra, gloria, alabanzas, majestad y adoración. Tú eres nuestro Dios, y santo es tu nombre!.
Te agradecemos, Padre, por tu palabra, porque ella es viva, eficaz y está actuando con poder en nosotros
Te alabamos, OH Padre, porque podemos aproximarnos a ti en este momento, trayendo con nosotros la sangre de tu Hijo Jesús. Podemos presentarnos a ti mediante la sangre de Cristo. (Hb10.19).
Te alabamos, Padre, por esta sangre de la nueva alianza que nos purifica de todo mal, de todo pecado y que nos justifica. (Mt. 26.28).
Padre, nosotros, te alabamos y adoramos y adoramos tu plan de Amor, porque nos amaste tanto que nos diste a tu hijo Jesús, para que todos los que en El creen, sean salvados. (Jn3.16).
Creemos en ti, Jesús, creemos que tu eres el cordero de Dios inmolado, que pagaste el precio de nuestros pecados, que tomaste sobre ti todas nuestras enfermedades, culpas, tinieblas, y dolores y, pagaste, Señor, por cada una de ellas en tu cruz. Creemos que tu sangre preciosa nos purifica de todo mal, de toda enfermedad y nos libera. Creemos que por tus llagas fuimos sanados.
Gracias Señor, Gracias a tu Espíritu que está vivificando tu Palabra que fue meditada y porque tu eres el mismo ayer, hoy, para todo y siempre, porque tu sangre es la misma, porque tu Palabra es la misma, porque tu Espíritu es el mismo, nos apoderamos, por la fe en ti, del poder de esa sangre.
Nosotros te alabamos, adoramos y bendecimos porque Tú nos ofreces en tu infinita bondad cada día, esta sangre y este cuerpo vivo, presente en cada hostia consagrada, en cada celebración eucarística realizada sobre la tierra.
Nosotros te bendecimos y alabamos porque podemos, realmente, comer de este Pan que es tu cuerpo, beber de este vino que es tu sangre. Adoramos tu presencia eucarística (1Co:11-23).
Adoramos el poder de tu sangre redentora. Adoramos tu Espíritu que actúa con poder en nosotros y que da vida a tu santa Palabra.
Por eso, Padre, nos abrimos nos abrimos al poder de esa sangre y te pedimos ¡OH Dios!, como hijos tuyos, en nombre de Jesús, que hagas que nosotros nos apoderemos del gran regalo que nos das en la sangre de Cristo, con el fin de que, recibiendo la aspersión de esta preciosa sangre, recibamos en Jesús, la salvación, la reconciliación contigo.
Y, por la fe, confesamos en este momentos todos nuestros pecados, clamando sobre cada uno de ellos el poder de la sangre de Jesús.
Te alabamos Señor, porque la sangre de Cristo es el terror de los demonios. Y tú sabes, ¡OH DIOS! Cuánto hemos sido tentados, atormentados y oprimidos por el enemigo.
Ahora, por la fe en Jesús y en su Palabra, por el poder de su nombre y de su sangre y con su autoridad, rechazamos todas las fuerzas del mal que han invadido nuestra vida y la de nuestra familia, y en nombre de Jesús y en el poder de su sangre ordenamos que todo mal y enfermedad se retire ahora de nosotros y no vuelva nunca mas. Colocamos la sangre de Cristo como escudo entre nosotros y el mal. En nombre de Jesús clamamos a esta sangre para lavar nuestra mente, nuestros pensamientos y expulsar de nosotros todo dominio y opresión de satanás. Declaramos que, en Jesucristo, por el poder de su nombre y de su sangre, somos mas que victoriosos . “Deshacemos sofismas y toda altanería que se subleva contra el conocimiento de Dios y reducimos a cautiverio todo entendimiento para obediencia de Cristo”.
(Co. 10,4c-5).
Señor Jesús, lávanos con tu sangre preciosa. Coloca tu mano poderosa sobre nuestro corazón, para que podamos sentir cuanto vida y cuanto amor hay en ti.
¡OH señor!, recibimos esta sangre en nosotros y te agradecemos por toda la liberación que se está realizando en nosotros. El mal no puede dominarnos mas, porque estamos siendo lavados en la sangre de Jesucristo y recibimos por la fe, esta liberación. Te alabamos Señor, porque tu poder está liberando a tu pueblo que vivía esclavo de: la…droga…alcohol…sexo...odio…rencor… gula…miedo…angustia…tribulaciones.
Te alabamos porque está escrito que por tus llagas fuimos sanados, curados, liberados. (Is: 53,5) Tú eres fiel y estas cumpliendo en nosotros tu Palabra (Jr 1, 12). Señor Jesús, por la fe queremos ser plenamente iluminados por el poder que nos llega a través de tu mano en nuestro corazón con la llaga que traspaso el clavo. Que este poder de vida, cura y salvación recorra nuestro cuerpo enfermo, que penetre cada órgano, cada célula, cada sistema, cada sentido y sentimiento maligno. Con toda la fe y confianza te presentamos nuestras enfermedades (pida por la que esta padeciendo) y pedimos que esta sangre preciosa de Cristo, sangre de vida y poder destruya toda semilla que el mal ha plantado en nuestro cuerpo, toda matriz de cáncer, de diabetes, de artritis o cualquier enfermedad que pueda estar en mi cuerpo, toda destrucción que la enfermedad nos ha provocado.
Te alabamos ¡OH DIOS ETERNO! Porque tu Espíritu Santo está actuando. Tu vida está recorriéndonos, Estamos siendo sanados, curados, liberados, y sobre todo estamos siendo salvados por la mano poderosa de Jesús en nuestro corazón, por el poder de su sangre redentora, precio de nuestra salvación, aplicada a nuestra vida.
¡OH Espíritu de Dios!. Espíritu Santo de Dios, suscita en nosotros la fe en Jesús eucarístico para que cada día podamos aproximarnos a El en la Eucaristía con amor, respeto, y fe, y acoger en nosotros la cura divina que Dios nos proporciona en el cuerpo, y en la sangre de su HIJO Jesús inmolado por nosotros.
¡OH Virgen María!, Madre de Dios, intercede por nosotros para que la fe se instale en nuestro corazón, para que podamos vivir la Palabra de Dios, para que encontremos a tu Jesús en la hostia consagrada, para que nos amemos como hijos de Dios, para que el reino de Dios, instalado en nuestros corazones, se extienda sobre la superficie de la tierra..
Padre Eterno, tu eres digno de toda honra, alabanza y gloria.
Bendito tú seas, en Jesucristo nuestro Señor, en el poder del Espíritu Santo, en la intercesión de María, en nuestro corazón, en todo nuestro ser, todos los días de nuestra vida. En el nombre de Jesús. Amén. Amen. Amen.


Nota: sabemos que es una oración aparentemente larga para muchos de ustedes, sin embargo, es tan poderosa que para alguien que este padeciendo cáncer avanzado o comenzando o cualquier otra enfermedad es un remedio eficaz si se hace con la fe y la entrega total. Sugerimos imprimirla para que puedan hacerla tal como explicamos o diariamente o cada hora según los casos. Que Dios nos bendiga a todos.


Para pedidos de oración escribirnos a emirva@rogers.com
Y envíanos tu verdadero nombre ( puedes omitir el apellido),
El país donde resides, y la petición. Puedes pedir por ti o por aguién que conoces o algún otro deseo.