jueves, 22 de diciembre de 2011

NAVIDAD TIEMPO LITURGICO QUE CELEBRA LOS MISTERIOS DEL NACIMIENTO DE JESUS.

QUERIDOS LECTORES DE SEMBRANDO LAS PROMESAS, ESTAMOS DEDICANDO ESTA Y LA PROXIMA EDICION A LO QUE ES Y QUE SIGNIFICA LA NAVIDAD.
«»Navidad, Universal ( 25 de diciembre) – El término navidad procede del latín nativitas y significa: nacimiento. Navidad es el tiempo litúrgico que celebra los misterios del nacimiento según la carne del Hijo de Dios. Cada año la Iglesia celebra la navidad del Hijo de Dios el 25 de diciembre, preparada por cuatro semanas de adviento…

EL TIEMPO DE NAVIDAD Y SU LITURGIA .
El tiempo litúrgico llamado de Navidad, abarca desde el 25 de diciembre, fiesta del Nacimiento de Jesucristo, hasta el 2 de febrero, fiesta de la Purificación comprendiendo cuarenta días. Pero puede dividirse en dos períodos:
Período de Navidad, propiamente dicho, que abarca los quince días comprendidos entre esta fiesta y la de Epifanía; y Período de Epifanía, que va hasta el Domingo de Septuagésima.
El 1er. Período es una fiesta ininterrumpida en torno a la cuna de Belén, donde la Iglesia contempla los encantos y grandezas del Divino Infante, y también las alegrías y excelencias de la Virgen Madre.
El 2° Período ensancha más el horizonte litúrgico y pone de relieve las manifestaciones del Hijo de Dios principalmente en el misterio de la Adoración de los Santos Reyes, en el de su Bautismo, y en su primer milagro, en las bodas de Caná.
Toda esta temporada es de alegría, pero no de una alegría reposada y sonriente, como la que inundó a José y a María en la intimidad de la cuna de Belén.
La tradición popular en Inglaterra e Irlanda tiene su propia denominación para el tiempo santo de navidad. Era habitual hablar de los “doce días de navidad” y celebrarlos como tales. Se trataba de los doce días entre navidad y epifanía. En Irlanda se encendían las velas de navidad cada atardecer en las ventanas de los hogares, dando la bienvenida a los “santos caminantes”. Se prolongaba el espíritu de gozo navideño. En la parroquia de Kilmore, Co. Wexford, todavía hoy un coro compuesto por seis hombres que canta los villancicos tradicionales de Kilmore en la misa de cada día. El día duodécimo, la epifanía, se canta el villancico Ahora para concluir nuestro gozo de navidad. Este “día duodécimo” marca la conclusión de las festividades de navidad.
Si tenemos en cuenta este fondo de la liturgia y de la tradición, de seguro que hay algo equivocado en nuestra manera de celebrar la navidad. Intentamos meter todo en uno o en dos días de celebración.

La celebración de la natividad del Señor no puede quedar reducida a un solo día. Necesitamos tiempo para asimilar la fiesta, para “comprenderla”, según la frase de Newman. Los días que van de navidad a epifanía forman un todo sin solución de continuidad.
Estas son las diversas celebraciones que tienen lugar durante este lapso. En la octava de Navidad aparece solemnidad de la Madre del Señor y luego la epifanía propiamente.
 

LOS SANTOS DE NAVIDAD.
Inmediatamente después de la navidad se celebran las fiestas de san Esteban, san Juan y los santos inocentes. Las dos primeras se celebraban en Oriente ya en el siglo IV, y en Occidente a partir del siglo V. En cuanto a la fiesta de los santos inocentes, el 28 de diciembre, parece ser de origen occidental. Aparece por primera vez en el norte de Africa a finales del siglo V.
Estos santos representan un papel subordinado dentro de la octava de navidad. El punto de mira central de la celebración es Cristo en el misterio de su encarnación y manifestación. En la liturgia eucarística, el prefacio es uno de los tres propios de navidad. En la Liturgia de las horas, el oficio de vísperas es también el de navidad. De esta manera, cuando estos santos reciben nuestra veneración y reclaman nuestra atención, apuntan hacia Cristo. Los comentaristas medievales solían describir estos santos de navidad como “compañeros de Cristo” (comites Christi). Los consideraban como una corte de honor que acompaña a Cristo niño. Sin entrar a dilucidar si la explicación es correcta desde un punto de vista histórico, la idea resulta ciertamente muy atractiva.Esos tres días de fiesta introducen la idea del martirio en la celebración de navidad.

San Esteban fue el primer mártir, san Juan sufrió persecución y exilio a causa de Cristo y los niños asesinados por orden de Herodes confesaron a Cristo no con palabras, sino con su propia sangre.
Esta idea de martirio introduce una nota de realismo, ligeramente áspera, en nuestras festividades navideñas. No se nos permite recrearnos durante demasiado tiempo ante la cuna, donde todo parece bañado en una efusión de paz y de luz. La fe cristiana incluye el seguimiento de Cristo. Las malas interpretaciones, la oposición, la persecución, incluso el martirio, son la herencia de aquellos que desean pertenecer a Cristo y dar testimonio de él. En el evangelio para el día de san Esteban (Mt 10,17-22), Jesús mismo nos advierte anticipadamente de esto: “Seréis llevados ante gobernadores y reyes por mi causa, para dar testimonio ante ellos y ante los paganos”.
Mas para que nuestro martirio sea una réplica verdadera del martirio de Cristo, para que merezca el calificativo de martirio cristiano, tiene que estar motivado por el amor. Puede darse un martirio espurio, que es una forma de autoglorificación. Cristo es nuestro modelo. Colgado en la cruz, pidió al Padre que perdonara a sus verdugos porque no sabían lo que hacían. Con el mismo espíritu de amor y de perdón, Esteban gritó cuando era apedreado: “Señor, no les imputes este pecado”.
San Juan, el discípulo amado, es el apóstol del amor. El amor de Dios a nosotros, patentizado en su Hijo, es el amor que debemos tener al Padre y a todos sus hijos: éste es el mensaje que Juan repite insistentemente. Y es apropiado que este día de fiesta caiga en este tiempo en el que la Iglesia contempla el misterio del amor divino revelado en la encarnación.
Podemos considerar, además, a san Juan como un gran maestro de la encarnación. Combina una profunda visión espiritual y mística con un valiente sentido de realismo. Más aún que los restantes evangelistas, insiste en la realidad de la naturaleza humana asumida por la Palabra eterna. La carne y la sangre de Cristo son reales; y continúan siéndolo después de la resurrección. Y este sentido de realismo se aplica a los sacramentos, en especial a la eucaristía.
De esta manera, san Juan, mediante su fiesta, nos expone el significado más profundo de navidad.
 

LOS SANTOS INOCENTES:Existe una similitud manifiesta entre la narración mateana de la matanza de los niños varones en Belén (Mt 2,13-18) y la del asesinato de niños hebreos en Egipto, esta última recogida en el libro del Exodo (1,8-22). Ambas narraciones tienen como eje a un salvador y conductor del pueblo de Dios. El nacimiento de Jesús, como el de Moisés, desencadena las fuerzas del mal, representado por Herodes y por el faraón. Ambas narraciones hablan de una matanza cruel y de una liberación maravillosa. De ambas se desprende la misma lección: que Dios lleva adelante su plan para salvar a su pueblo, a pesar de las maquinaciones de los hombres malos.
En su narración de la matanza y de la liberación del niño Jesús, de la huida a Egipto y del posterior retorno de la sagrada familia a su país, san Mateo parece intentar recordarnos dos acontecimientos importantísimos de la historia de la salvación: el éxodo y la vuelta del exilio. De esa manera presenta a Jesús como el que lleva a cabo y consuma la historia de su pueblo. Se ha sugerido que Mateo basó su narración en un midrash de la Iglesia primitiva; es decir, en un comentario o en una elaboración de la primitiva narración evangélica. Para esta hipótesis, el valor de la narración es más teológico que histórico. Trataremos la cuestión de la historicidad en el capítulo final de este libro. De momento nos limitaremos a señalar que algunos estudiosos tienen una visión más tradicional y consideran este episodio básicamente como histórico.
Los Padres de la iglesia toman esta historia tal como aparece. La liturgia refleja la interpretación patrística de lo que tuvo lugar. En efecto, tenemos en la liturgia no un análisis crítico ni una reconstrucción de los acontecimientos, sino una especie de meditación poética sobre el misterio. Aquí hay también elementos para una teología del martirio, de un tipo especial de martirio en el que se ven implicados niños incapaces de hablar ni de razonar.
La cuestión del martirio suscitó bastantes dudas a lo largo de los siglos. No fueron los Padres de la Iglesia, sino los teólogos posteriores quienes dudaron en conceder la corona del martirio a aquellos niñitos. Los lectores de más edad recordarán que antiguamente, en la fiesta del día, el sauce
morado, que significaban luto; y que rdote utilizaba ornamentos de color se suprimía el gloria y el aleluya. El Código de Rúbricas de 1960 puso fin a esta situación anómala y declaró con firmeza que hay que venerar a los santos inocentes como mártires; y que, por consiguiente, el tono debe ser el de todas las fiestas de mártires: de gozo y de triunfo.

LA SAGRADA FAMILIA.
Se celebra la fiesta de la sagrada familia el domingo que cae dentro de la octava de navidad. Es una fiesta de devoción, introducida por primera vez como celebración opcional en 1893. El culto de la sagrada familia se hizo muy popular en el siglo pasado, sobre todo en Canadá. El papa León XIII lo promovió muchísimo. En unos tiempos en que las fuerzas secularizantes constituían una amenaza clara para la familia cristiana, se propuso a la sagrada familia de Nazaret como modelo, como fuente de inspiración y de ayuda.
Su origen relativamente reciente y el hecho de que propende al sentimentalismo han hecho que esta fiesta no goce de aceptación universal. Ciertamente tenemos que disociarla de un tipo de espiritualidad un tanto superficial, que presenta pinturas ñoñas e idílicas de la familia de Nazaret y que se refleja en un determinado tipo de arte religioso muy popular en el siglo pasado. La liturgia de la fiesta no constituye el espaldarazo ni la perpetuación de una piedad tan equivocada. Trataremos de verla aquí de manera objetiva y positiva.
Si la consideramos de manera positiva, la fiesta puede ayudarnos a ver la encarnación en un contexto más amplio, a considerar sus consecuencias culturales y sociales. Efectivamente, no basta con decir que el hijo de Dios se hizo hombre. Esto sucedió en un tiempo y en un lugar concretos. El adoptó una familia, un hogar, una ciudad, un medio cultural determinados; creció en este entorno, fue educado en la fe judía, aprendió el oficio de carpintero e hizo amigos. Los años pasados en Nazaret fueron años de formación, de preparación para su misión.

Pa
ra Navidad es un tiempo hogareño, familiar. Y esto tiene una importancia religiosa y psicológica: necesitamos volver a los orígenes, a las raíces, a la familia de cuando en cuando. En el plano espiritual hacemos esto en nuestras celebraciones litúrgicas, renovando nuestros “orígenes sagrados” cuando celebramos el nacimiento de nuestro Señor. La cueva, el pesebre, allí comenzó todo. Pero el hogar fue el entorno en el que aprendimos la fe por primera vez.  los judíos de otros tiempos era una obligación sagrada la de volver al hogar y a la familia. Toda la noción del Año Jubilar da testimonio de esto: “Cada uno de vosotros recobrará su propiedad, cada uno de vosotros se reintegrará a su clan” (Lev 25,10). De esta manera, la navidad es una especie de celebración de familia en el plano humano y en el espiritual.
La vida familiar es un valor importantísimo, pero no absoluto. Jesús buscó ante todo la voluntad de su Padre. Los lazos familiares estaban subordinados a la misión que él había recibido del Padre. Las lecturas evangélicas para el ciclo trienal aluden de una forma un tanto inquietante a lo que espera a Jesús y a sus padres: él será mal interpretado y perseguido, será “signo de contradicción”, y una espada de dolor atravesará el corazón de su madre.
“¿No sabíais que debo ocuparme en las cosas de mi Padre?” Y llegará el momento en que Jesús abandone el hogar y a sus padres para adoptar la vida incómoda de un predicador itinerante, sin hogar y sin un lugar donde reclinar su cabeza. No deja de amar a sus padres ni rompe todos los lazos y relaciones con el hogar, pero tiene que distanciarse de la vida segura circunscrita a Nazaret, a fin de entregarse por completo a su misión. Había que establecer nuevas relaciones que trascendieran el parentesco puramente humano. Jesús mismo llegaría a declarar que sus padres y sus hermanos eran los que hacían la voluntad de su Padre.
Los seguidores de Jesús están llamados también a dejar la seguridad del hogar y de la familia, a sacrificar todo aquello que es lo más deseable desde una perspectiva humana. Ese es el contenido de toda vocación religiosa o de una vocación que encierra una llamada concreta a seguir a Cristo y a servir a sus hermanos.
 

LITURGIA DE LA NAVIDAD PROPIAMENTE.
La característica litúrgica clásica de la fiesta de Navidad es el uso de las tres Misas, y la celebración nocturna de los Maitines y Laudes, antes y después, respectivamente, de la primera Misa. La 1ª Misa se celebra justo a media noche, mientras que primitivamente celebrábase en Roma ad galli cantum, “al canto del gallo”; la 2ª al despuntar la aurora; y la 3ª en pleno día. Con 1ª la Iglesia se propone honrar sobre todo el Nacimiento, en Belén, del Hijo de Dios; con la 2ª, su aparición a los pastores, y con la 3ª su manifestación a todo el mundo.
El Oficio de Maitines y Laudes era celebrado en Roma con extraordinaria solemnidad y bajo la presidencia del Papa. Con pompa inusitada celebrábanlo también las iglesias catedrales y monasteriales de todo el mundo, bajo la presidencia de sus prelados. Hoy mismo es el Oficio nocturna que se celebra con mayor esplendor, y el único al que suelen asistir algunos fieles. Comienzan los Maitines a eso de las diez de la noche para terminar a las doce en que principia la llamada “Misa del gallo”. En las iglesias benedictinas, las Lecciones del I Nocturno, en que Isaías profetiza y relata con un candor inimitable el nacimiento temporal del Divino, se cantan con una melodía gregoriana encantadora; y con otra especial cántase también el Evangelio de las Genealogías de Jesucristo, con que termina ese Oficio.
Después de los Maitines y de la Misa, durante la Edad Media celebrábase en muchas iglesias el Oficio de los Pastores, que era una especie de representación escénica de anuncio a los zagales de Belén del Nacimiento del Niño Jesús. A él seguían entonces los Laudes, como ahora siguen a la Misa, cuya primera antífona “¿A quién habéis visto, oh pastores? . . . ” parecía hecha como para enlazar el drama pastoril con el oficio litúrgico.
El uso de las tres Misas debió empezar en Roma durante el siglo V, pues en el siguiente alude a él expresamente el Papa San Gregorio Magno, en la homilía que hoy leemos en los Maitines de Navidad. Desde entonces, todos los sacerdotes pueden celebrar ese día tres misas; pero los fieles tan sólo pueden comulgar una vez, y satisfacen el precepto asistiendo a una cualquiera de ellas.
Al principio, en Roma, sólo había una Misa el día de Navidad, que correspondía a la tercera nuestra, pero al reconstruir el Papa Sixto II la basílica liberiana bajo la advocación de Santa María la Mayor, y pasar así (y más cuando luego se instaló allí un Pesebre), a ser como una representación romana de Belén, empezó a celebrar en ella una Misa nocturna a imitación, probablemente, de la que tenía lugar en el verdadero Belén de Palestina. La “Misa de la aurora”, que se remonta al siglo V, fué en su origen una Misa introducida en Roma por la colonia bizantina en honor de Santa Anastasia, mártir de Sirmio, muy popular en Constantinopla.
El canto típico de la Misa de media noche es el del Gloria in excelsis, entonado un día, precisamente, en ese mismo momento, por los Ángeles del cielo. La Iglesia saluda su reaparición en la liturgia, después de haberse privado de él durante el Adviento, con alborozados repiques de campana.
Los oficios de Navidad, en los siglos medioevales, se comenzaban, continuábanse y se terminaban universalmente en un ambiente de espiritual regocijo, el cual del templo trascendía al hogar y a la vida social, donde de ordinario se resolvía en derroches de dulces y chucherías, que hacían las delicias de chicos y grandes, lo mismo que las hacen hoy los turrones y mazapanes. En Roma, donde el Papa pontificaba las tres misas con brillo deslumbrador, éstas terminaban con un interesante epílogo litúrgico doméstico, que los Ordines o ceremoniales de la época describían aproximadamente de esta forma:
“Terminada la última Misa de Santa María la Mayor (y hasta el siglo XI en San Pedro), el Papa recibía el regnum (o tiara de una sola corona, que era la de entonces) de manos del archidiácono, y, escoltado por los cardenales, obispos, diáconos, subdiáconos, notarios etc. montados todos a caballo, emprendía la marcha triunfal hacia su palacio de Letrán para comer. Al llegar a las puertas de la pequeña basílica del Papa Zacarías, apeábanse los cardenales y todos los del séquito para rendir homenaje al Pontífice, a este tenor,
“El cardenal arcipreste de San Lorenzo pedíale por todos la bendición, y entonaba: ¡Al Smo y egregio tres veces felicísimo Papa N. N.; salud y vida!
“Y respondían todos tres veces consecutivas: Que Dios lo conserve!
“Y el cardenal replicaba: ¡Salvador del mundo! Santa María, ….
“Y ellos respondían cada vez: ¡Ayúdale!
“Agradecíales el Papa el saludo, y gratificaba a cada uno de los cardenales con tres monedas de plata.
“A continuación tomaban la palabra los jueces, el principal de los cuales exclamaba: ¡Feliz día éste!
“Y todos respondían: ¡Por muchos años!
“Replicaba el jefe: ¡Que lo pases bien!
“Y todos en coro vociferaban: iQue todos lo pasemos bien!
“Después de lo cual el Pontífice se apeaba del caballo, y, ya en el interior de su palacio, siguiendo una antigua tradición de los Césares, hacía un buen donativo en dinero a todos los de la comitiva, quienes se deshacían en demostraciones de gratitud. En seguida empezaba la comida, en la que todos tomaban parte sentados por orden en la mesa con sus vestiduras sagradas, como si se continuara la ceremonia litúrgica. Luego el Papa se recogía en sus habitaciones particulares, donde rezaba las segundas Vísperas de Navidad con solo sus familiares”.

FECHAS NO CATOLICAS DE LA NAVIDAD ENTRE DICIEMBRE  Y ENERO.
Los hombres han fijado diferentes fechas para el nacimiento del Mesías Jesucristo. En la actualidad el nacimiento de Jesus se festeja en cuatro fechas distintas: el 25 de Diciembre, el 6, 7 y 19 de enero.
Los primeros en festejar (el 25 de diciembre) son la iglesia Católica Apostólica Romana, la colectividad Ortodoxa Griega y las iglesias evangélicas también se suman a este festejo.
La iglesia Ortodoxa Armenia celebra 6 de enero porque mantiene una tradición que viene de los siglos I y II donde la Navidad y Reyes eran una sola. La iglesia Ortodoxa Rusa lo festeja el 7 de enero, y los fieles del Patriarcado Armenio de Jerusalén, festejan la Navidad el 19 de enero.
 En Belén se celebran tres Navidades, en tres fechas distintas, y corresponden a tres Ritos: el Latino, el Ortodoxo y el Armenio.
Esto se debe a que cada Rito sigue un calendario diferente. Los Ortodoxos se guían por el calendario juliano; los latinos siguen el calendario gregoriano y los armenios siguen su propio calendario.
 

CALENDARIOS JULIANO, GREGORIANO Y ARMENIO.
El Juliano fue impuesto por Julio César en el año 708 de la fundación de Roma (45 a. de J.C.). Dividía el año en doce meses, como ahora, teniendo febrero un día adicional cada cuatro años. Esto daba al año once minutos de más e hizo necesaria la reforma gregoriana. Pero, es el calendario por el que se rigen todavía los católicos búlgaros y rutenos y los patriarcados ortodoxos de Antioquia, Alejandría, Jerusalén y Servia, así como las iglesias nestoriana, gregoriana, armenia, jacobita y otras. (Rumania, Grecia y Constantinopla han adoptado el Calendario Gregoriano para las fiestas fijas). En consecuencia, andan atrasados trece días y por ésta causa discrepan la celebración de la Navidad, la Pascua y otras fiestas.
El Calendario Gregoriano es el Calendario juliano corregido por orden del Papa Gregorio XII. En 1582 fueron suprimidos diez días ya partir de 1700 tiene que excluirse el bisiesto al comienzo de cada siglo, excepto cada cuatrocientos años. Los protestantes se opusieron a esta innovación romana, y no se adoptó en Inglaterra sino hasta 1752. Su uso fue impuesto desde luego a toda la iglesia occidente y ahora lo usa también la mayor parte de los católicos orientales; las demás iglesias orientales no unidas a Roma lo están adoptando gradualmente.
El calendario eclesiástico del Rito Armenio está construido en forma enteramente diferente de la de cualquiera otra iglesia. No tiene sino ocho fiestas, en fechas fijas: la Natividad, la Epifanía, la Circuncisión, la Purificación, la Anunciación, la Natividad de la Virgen, la Inmaculada Concepción, todas las cuales celebran los católicos en las mismas fechas que en occidente. Todas las demás fiestas caen en un día de la semana que sigue a un domingo que depende de la fecha de Pascua. Durante la Cuaresma y en otros días de ayuno, la fiesta de un santo sólo puede celebrarse en sábado, y desde Pascua hasta Pentecostés en ningún día; celebrándose sólo algunas fiestas en domingo.
Consecuencia, hay solamente 125 días de santos en el año y muchos se conmemoran en grupos, vgr. Los Ermitaños Egipcios, los Padres de Nicea, los Mártires de Persia.
Los disidentes son los únicos en todo el mundo que guardan la Navidad y la Epifanía como una sola fiesta, el 6 de enero.


LAS DISTINTAS CELEBRACIONES DE LA NAVIDAD EN BELÉN.
Así, vemos que los Latinos celebran la Navididad la noche del 24 al 25 de diciembre.La Iglesia Ortodoxa celebra su Navidad el 6 de enero. Ese día al llegar a Belén desde Jerusalén, un poco antes del mediodía, el Patriarca y su séquito, quien es recibido por su clero, dirigiéndose luego de las palabras de bienvenida a la Gruta donde inciensa el Altar de la Estrella y el Pesebre, seguido por los obispos y representantes consulares que suelen asistir a esta ceremonia.
Sale de la gruta por la puerta norte rumbo al Katolikón (la iglesia principal), pasando por la iglesia de los armenios. Se leen los cuatro Evangelios. Después de la primera lectura, el patriarca baja nuevamente a la gruta para incensar los Altares de la Estrella y del Pesebre, subiendo otra vez al Katolikón por el mismo camino, y después de la lectura de cada Evangelio, un obispo hace lo mismo. Hay varias celebraciones durante este día hasta que el Patriarca regresa a Jerusalén. Estas ceremonias son muy vistosas por el rico vestuario y la cantidad de incienso que se usa.
En la tarde del 18 de enero los armenios empiezan sus preparativos para celebrar su Navidad. Colocan varias alfombras en el piso de su iglesia y una silla en el centro como trono patriarcal.
Cerca de las diez de la mañana del día 19, el clero armenio y el coro bajan de su convento para recibir a su Patriarca, quien es conducido desde la plaza al convento. A la una de la tarde baja a la basílica para celebrar.
 

LA REFORMA PROTESTANTE.
Durante la Reforma protestante, la celebración del nacimiento de Cristo fue prohibida por algunas iglesias protestantes, llamándola “Trampas de los papistas” y hasta “Garras de la bestia”, debido a su relación con el catolicismo y el paganismo antiguo. Después de la victoria parlamentaria contra el Rey Carlos I durante la Guerra civil inglesa en 1647, los gobernantes puritanos ingleses prohibieron la celebración de la Navidad. El pueblo se rebeló realizando varios motines hasta tomar ciudades importantes como Canterbury, donde decoraban las puertas con eslóganes que hablaban de la santidad de la fiesta. La Restauración de 1660 puso fin a la prohibición, pero muchos de los miembros del clero reformista, no conformes, rechazaban las Celebraciones Navideñas, utilizando argumentos puritanos.
En la América colonial, los Puritanos de Nueva Inglaterra rechazaron la Navidad, y su celebración fue declarada ilegal en Boston de 1659 a 1681.Al mismo tiempo, los cristianos residentes de Virginia y Nueva York siguieron las celebraciones libremente. La Navidad cayó en desagrado de los Estados Unidos después de la Revolución Americana, cuando se estimó que era una costumbre inglesa.
En la década de 1820, las tensiones sectarias en Inglaterra se habían aliviado y algunos escritores británicos comenzaron a preocuparse, pues la Navidad estaba en vías de desaparición. Dado que imaginaban la Navidad como un tiempo de celebración sincero, hicieron esfuerzos para revivir la fiesta. El libro de Charles Dickens Un cuento de Navidad, publicado en 1843, desempeñó un importante papel en la reinvención de la fiesta de Navidad, haciendo hincapié en la familia, la buena voluntad, la compasión y la celebración familiar.
La Navidad fue declarada día feriado federal de los Estados Unidos en 1870, en ley firmada por el Presidente Ulysses S. Grant, pero aún es una fiesta muy discutida por los distintos líderes puritanos de la nación.


LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ.
En la actualidad, “Los Testigos de Jehová” no celebran la Navidad por considerarla una festividad pagana, además rechazan que sea el 25 de diciembre la verdadera fecha del nacimiento de Cristo Jesús porque en ‘el calendario judío, el mes que cae entre noviembre y diciembre es el mes llamado kislev’, que “es frío y lluvioso. Luego viene tebet, entre diciembre y enero, que es el mes con las temperaturas más bajas del año e incluso algunas nevadas en las zonas altas”. Haciendo referencia al Evangelio de Lucas 2:8-12 dicen que cuando nació Jesús, había pastores en los campos pasando la noche al aire libre con sus rebaños, algo que no sería posible si fuese invierno.

FIESTAS NO CRISTIANAS DEL 25 DE DICIEMBRE.
La verdadera fecha de nacimiento de Jesús no se encuentra registrada en la Biblia. Por ésta razón, no todas las denominaciones cristianas coinciden en la misma fecha. Los orígenes de ésta celebración, el 25 de diciembre, se ubican en las costumbres de los pueblos de la antigüedad que celebraban durante el solsticio del invierno (desde el 21 de diciembre), alguna fiesta relacionada al dios o los dioses del sol, como Apolo y Helios (en Grecia y Roma), Mitra (en Persia), Huitzilopochtli (en Tenochtitlan), entre otros. Algunas culturas creían que el dios del sol nació el 21 de diciembre, el día más corto del año, y que los días se hacían más largos a medida que el dios se hacía más viejo. En otras culturas se creía que el dios del sol murió ese día, sólo para volver a otro ciclo.
Los romanos celebraban el 25 de diciembre la fiesta del “Natalis Solis Invicti” o “Nacimiento del Sol invicto”, asociada al nacimiento de Apolo. El 25 de diciembre fue considerado como día del solsticio de invierno, y que los romanos llamaron bruma; cuando Julio César introdujo su calendario en el año 45 a. C., el 25 de diciembre debió ubicarse entre el 21 y 22 de diciembre de nuestro Calendario Gregoriano. De esta fiesta, los primeros cristianos tomaron la idea del 25 de diciembre como fecha del nacimiento de Jesucristo. Otro festival romano llamado Saturnalia, en honor a Saturno, duraba cerca de siete días e incluía el solsticio de invierno. Por esta celebración los romanos posponían todos los negocios y guerras, había intercambio de regalos, y liberaban temporalmente a sus esclavos. Tales tradiciones se asemejan a las actuales tradiciones de Navidad y se utilizaron para establecer un acoplamiento entre los dos días de fiesta.
Celebración del Capac Raymi, era liderada por el Emperador Inca. Alusión hecha por Guamán Poma.Los germanos y escandinavos celebraban el 26 de diciembre el nacimiento de Frey, dios nórdico del sol naciente, la lluvia y la fertilidad. En esas fiestas adornaban un árbol perenne, que representaba al Yggdrasil o árbol del Universo, costumbre que se transformó en el árbol de Navidad, cuando llegó el Cristianismo al Norte de Europa.
Los mexicas celebraban durante el invierno, el advenimiento de Huitzilopochtli, dios del sol y de la guerra, en el mes Panquetzaliztli, que equivaldría aproximadamente al período del 7 al 26 de diciembre de nuestro calendario. “Por esa razón y aprovechando la coincidencia de fechas, los primeros evangelizadores, los religiosos agustinos, promovieron la sustitución de personajes y así desaparecieron al dios prehispánico y mantuvieron la celebración, dándole características cristianas.”
Los incas celebraban el renacimiento de Inti o el dios Sol, la fiesta era llamada Cápac Raymi o Fiesta del sol poderoso que por su extensión también abarcaba y daba nombre al mes, por ende este era el primer mes del calendario inca. Esta fiesta era la contraparte del Inti Raymi de junio, pues el 23 de diciembre es el solsticio de verano austral y el Inti Raymi sucede en el solsticio de invierno austral. En el solsticio de verano austral el Sol alcanza su mayor poder (es viejo) y muere, pero vuelve a nacer para alcanzar su madurez en junio, luego declina hasta diciembre, y así se completa el ciclo de vida del Sol. Esta fiesta tenía una connotación de nacimiento, pues se realizaba una ceremonia de iniciación en la vida adulta de los varones jóvenes del imperio, dicha iniciación era conocida como Warachikuy.
Los aztecas también celebraban el nacimiento de uno de sus dioses en invierno: Huitzilopochtli.

EVANGELIO DEL DIA
miércoles 21 Diciembre 2011
Miércoles de la IV Semana de Adviento (21 de diciembre)

Santo(s) del día : San Pedro Canisio

Ver el comentario abajo, o clic en el título

La liturgia bizantina: «El niño salto de alegría en mi vientre» 
Evangelio según San Lucas 1,39-45.
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo,
exclamó: "¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme?
Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno.
Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.

Comentario del Evangelio por :

La liturgia bizantina
Himno Akatistos a la Madre de Dios (siglo VII)

«El niño salto de alegría en mi vientre»
Concibiendo la Virgen a Dios en su seno,
corriendo subió hasta Isabel.
Y su niño, reconociendo al punto el saludo de
María, se alegró, y con saltos a guisa de cantos,
a la Madre de Dios aclamaba:

Salve, sarmiento del inmortal brote.
Salve, heredad de fruto sin defecto.
Salve, cultivas al labrador amigo de los hombres.
Salve, engendras a quien nuestra vida engendra.
Salve, terreno que produce abundancia de misericordias.
Salve, altar que sostiene propiciaciones abundantes
Salve, pues haces brotar un prado de delicia.
Salve, pues preparas un puerto a las almas.
Salve, incienso agradable del sacerdocio.
Salve, reconciliación del universo entero.
Salve, beneplácito de Dios para los mortales.
Salve, ante Dios audacia de los mortales.
¡Salve, virginal Esposa!

En interna galerna de contrarias mociones
el prudente José era agitado.
Amoríos sospecha, sabiéndote casta, oh Intachable.
Más tras saber que tu concepción
viene del Espíritu Santo, dice:
¡Aleluya!

Escucharon los pastores angélicos himnos, en
honor a la venida de Cristo encarnado,
y corriendo como hacia el Pastor
lo contemplan cual cordero sin tacha, apacentado
en el regazo de María,
a quien dijeron cantando himnos:

Salve, Madre del cordero y del pastor.
Salve, aprisco de espirituales ovejas.
Salve, baluarte contra invisibles enemigos.
Salve, entrada de las puertas del Paraíso.
Salve, pues los Cielos con la tierra se alegran.
Salve, pues la tierra con los Cielos danza.
Salve, de los Apóstoles boca que no calla.
Salve, osadía invencible de los Vencedores.
Salve, de la fe firme base.
Salve, esplendorosa señal de la gracia.
Salve, por tí el infierno fue expoliado.
Salve, por tí fuimos revestidos de gloria.
¡Salve, virginal Esposa!

Tras contemplar el singular nacimiento
nos hicimos extraños al mundo, trasportando la
mente hasta el cielo. Pues por este [nacimiento] el
Dios altísimo sobre la tierra fue manifestado como
humilde hombre, queriendo atraer a lo alto a los
que le aclaman:
¡Aleluya!

EL PADRENUESTRO DE NOCHEBUENA.
Padre nuestro.
Padre de Jesús, Padre nuestro. Padre de todos los seres del mundo.

Que estás en los cielos.
Que estás cuando te abrimos las puertas y en los pesebres y en los portales donde hay un poquito de amor.

Santificado sea tu nombre
Que la gente aprenda a bendecirte. Que los niños del mundo tengan tu nombre como el nombre de un buen amigo.

Venga a nosotros tu reino.
Que aprendamos a vivir como Tú nos enseñaste, acercándonos a los pequeños y enfermos, dando ayuda a los más necesitados.

Hágase tu voluntad.
Que nos amemos todos.   Que nos amemos mucho y siempre. Que logremos que todos se sientan queridos de verdad.

Danos hoy nuestro pan de cada día.
Que entre todos logremos que haya pan para todos. Que sepamos querernos y aprendamos a compartirlo, y que nos sintamos más felices
compartiendo que acaparando.

Perdona nuestras ofensas como también perdonamos a nuestros deudores
Nosotros estamos aprendiendo a perdonar. Tú nos enseñas y nosotros aprendemos. Hoy no tenemos ningún enemigo. Vamos a enseñar a la gente a que viva mucho mejor perdonando que vengándose.

Y no nos dejes caer en la tentación
de abusar, de fastidiar, de amenazar. Enséñanos que el amor es mejor que la guerra, que el piano es mejor que la metralleta, que la sonrisa es mucho mejor que el grito amenazador. Que no abusemos de nadie. Que no dejemos que los fuertes abusen de los débiles.

Y líbranos del mal
De todos los males: del hambre y la tristeza; de los accidentes y la guerra, de las enfermedades y las injusticias, y enséñanos a librar a todos de sus males.

Amén.
Por tu Hijo pequeño.
Por tu Madre preciosa.
Por tu buen corazón.
Por esta Nochebuena

Les deseo una Felicísima Nochebuena.
Javier Lopez y nosotros en Sembrando las Promesas nos unimos a Javier en estas bendiciones.
El MAGNIFICAT DE MARIA,
Es una oración poderosa que podemos utilizar siempre que nos alegremos por una bendición recibida o cuando estamos deprimidos por la necesidad de bendiciones que todavía no hemos recibido. Enseguida hay un ejemplo para adaptar el Magnificat para nuestras propias vidas. Rézala conmigo.
Mi alma proclama la grandeza del Señor:

¡Alégrate! No importa lo terrible que un problema sea, Dios es más grande. ¡Alégrate!

Mi espíritu se estremece de gozo en Dios mi salvador:

¡Alégrate! Aun cuando yo me siento muy triste, mi espíritu se regocija en el fondo, porque sabe que Dios es mi salvador. El me rescata inclusive en este momento, aunque todavía no pueda ver ni comprender como.

El Todopoderoso ha hecho en mi grandes cosas:

¡Alégrate! Dios está haciendo grandes cosas en mí. Y él hará grandes cosas para mí. Y él hará grandes cosas por medio de mí. Es cuando veo mis sufrimientos que llegan a ser valiosos y útiles, en vez de destrucción malgastada e inútil, que ya no parecen ser tan terribles. Los desastres me han conducido a nueva vida. Estoy dando a luz a Jesús tomando lo que he aprendido de mis problemas y utilizándolo en ministerio para beneficio de los demás.

El desplegó la fuerza de su brazo y ha dispersado al soberbio de su corazón:

¡Alégrate! Cuándo yo trato a las personas difíciles de la manera que lo hizo Jesús, yo revelo a ellos su fuerza y su superioridad. Por mí mismo, yo me desharía de estas personas mucho más rápido, pero entonces me perdería de ver una victoria más grande. Los planes de Dios toman más tiempo que los míos, porque él orquesta todo e invita a todos a la conversión, a nuevo crecimiento, y a la sanación. Finalmente, los que dicen sí a él son salvados por su fuerza, y los que lo rechazan tropiezan en las trampas de su propia presunción.

El derribó al poderoso de su trono y elevó al humilde:

¡Alégrate! En mi deseo de poner a Dios como mi prioridad más grande para hacer los caminos de Dios mis únicos objetivos, él me ha protegido de los que han tratado de menospreciarme. No importa lo que ellos me hagan a mí, ellos no me pueden alejar de Dios ni de su bondad. Aunque ellos quizás parezcan adorarlo por sobre de mí y ganar batallas en contra de mí, sólo Dios es mi Señor, y en la batalla final, Jesús destruye todo mal.

Él ha colmado de bienes al hambriento:

¡Alégrate! Yo no tengo nada eternamente valioso sino lo que he recibo de Dios, y cuando recurro a él para alimentarme, él me alimenta de su gran abundancia. Tengo su paciencia para los problemas que experimento y la espera que soporto, y tengo su amor sobrenatural para las personas que parecen imposibles de amar.

Él ha venido a socorrerme, su sirviente:

¡Alégrate! Yo nunca estoy solo. Su amor para mí no tiene límites. ¡Santo es su nombre!

¡Amén! ¡Alégrate!

E
VANGELIO DE JUEVES 22 DE DICIEMBRE.

En aquel tiempo, dijo María: «Engrandece mi alma al Señor y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador porque ha puesto los ojos en la humildad de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada, porque ha hecho en mi favor maravillas el Poderoso, Santo es su nombre y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen. Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los que son soberbios en su propio corazón. Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes. A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos sin nada. Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia —como había anunciado a nuestros padres— en favor de Abraham y de su linaje por los siglos».
María permaneció con Isabel unos tres meses, y se volvió a su casa.
(Lc 1,46-56)
 

Comentario.
Hoy, el Evangelio de la Misa nos presenta a nuestra consideración el Magníficat, que María, llena de alegría, entonó en casa de su pariente Elisabet, madre de Juan el Bautista. Las palabras de María nos traen reminiscencias de otros cantos bíblicos que Ella conocía muy bien y que había recitado y contemplado en tantas ocasiones. Pero ahora, en sus labios, aquellas mismas palabras tienen un sentido mucho más profundo: el espíritu de la Madre de Dios se transparenta tras ellas y nos muestran la pureza de su corazón. Cada día, la Iglesia las hace suyas en la Liturgia de las Horas cuando, rezando las Vísperas, dirige hacia el cielo aquel mismo canto con que María se alegraba, bendecía y daba gracias a Dios por todas sus bondades.
María se ha beneficiado de la gracia más extraordinaria que nunca ninguna otra mujer ha recibido y recibirá: ha sido elegida por Dios, entre todas las mujeres de la historia, para ser la Madre de aquel Mesías Redentor que la Humanidad estaba esperando desde hacía siglos. Es el honor más alto nunca concedido a una persona humana, y Ella lo recibe con una total sencillez y humildad, dándose cuenta de que todo es gracia, regalo, y que Ella es nada ante la inmensidad del poder y de la grandeza de Dios, que ha obrado maravillas en Ella (cf. Lc 1,49). Una gran lección de humildad para todos nosotros, hijos de Adán y herederos de una naturaleza humana marcada profundamente por aquel pecado original del que, día tras día, arrastramos las consecuencias.
Estamos llegando ya al final del tiempo de Adviento, un tiempo de conversión y de purificación. Hoy es María quien nos enseña el mejor camino. Meditar la oración de nuestra Madre —queriendo hacerla nuestra— nos ayudará a ser más humildes. Santa María nos ayudará si se lo pedimos con confianza.
Rev. D. Francesc PERARNAU i Cañellas (Girona, España).



FORMAS DE ACTUAR EL DEMONIO Y COMO DEFENDERSE.
Autor: Pbro. Ernesto María Caro.

Uno de los temas que poco se tocan, o que se tocan con poca seriedad es el tema del demonio. Esto ha hecho que, sobre todo en la actualidad, mucha gente dude incluso de su existencia, atribuyendo el mal a situaciones puramente psicológicas o de orden natural. La Sagrada Escritura es consistente en afirmar la existencia de este ser espiritual, el cual, busca por todos los medios destruir al hombre y su felicidad.
Es por ello que es importante esta catequesis, sobre todo en este tiempo en el que se niega su existencia o se ridiculiza su acción, con lo que se le da la gran oportunidad de actuar desde la oscuridad… desde el anonimato. Recordemos lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica: «La Iglesia enseña que Satanás primero fue un ángel bueno, creado por Dios. El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos» CIC 391
Empecemos diciendo que el demonio no es un ser eterno, pensamiento difundido por el Maniqueísmo, el cual, ve en él el principio del mal, coexistente con Dios, principio del bien. El Demonio es un ser creado por Dios, por lo que en su origen fue bueno. La Escritura nos dice que su nombre era Luzbel, es decir “luz bella”. Diferentes comentaristas de todos los siglos lo identifican como el ángel más bello, el cual debido a esa extraordinaria belleza se llenó de soberbia y se reveló contra Dios, siendo así arrojado de su presencia para siempre. “La Iglesia enseña que el demonio primero fue un ángel bueno, creado por Dios como dice el Concilio de Letrán “El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos”(DS 800)” CIC 391
Podemos decir que en la lucha espiritual que se desarrolla desde el Génesis hasta el Apocalipsis, se encuentra implicado el demonio, como un auténtico adversario. Su inteligencia angelical supera grandemente la nuestra, por lo que su acción es temible y su poder busca únicamente desorientar, deprimir y finalmente destruir. Cuando hablamos del demonio nos encontramos ante el misterio del mal y de la perdición eterna. El Catecismo nos lo dice enfáticamente: “Satán o el diablo y los otros demonios son ángeles caídos por haber rechazado libremente servir a Dios y su designio. Su opción contra Dios es definitiva. Intentan asociar al hombre en su rebelión contra Dios” CIC 538
Otra de las cosas que a veces nos causan confusión es: si el demonio es uno o si son varios, y esto es debido a que a veces se habla del “diablo”, del “demonio” o de “Satanás”. Así pues, diremos que el nombre de “Satanás” es usado para indicar al Jefe de todos los demonios, al cual podríamos identificar con Luzbel. Prácticamente esto mismo se podría decir en el término “diablo”. Sin embargo, este término indica una función de Satanás, y en general de todos los demonios, que es la de dividir (del latín “diavolus”). Finalmente él término “demonio” sirve para indicar a todos los ángeles rebeldes. Ahora bien, este último nombre, en el uso que le da el Nuevo Testamento, nos revela parte del misterio de estos seres malignos, ya que en él se muestra el “caos que es el infierno”. En el pasaje en el que Jesús se enfrenta al demonio de Gerasa (Mc 5,10), éste le pregunta: “¿Cómo te llamas?” Con lo cual, nos da a entender que habla con uno (en singular). A esta pregunta el demonio responde: “Me llamo legión pues somos muchos”. En la respuesta notamos que responde en singular, pero que en realidad se refiere a una multitud. Así vemos que mientras que en Dios todo es orden y unidad, en el demonio todo es desorden y desunión; todo en él es imperfecto e indeterminado. Es de esta manera como ejerce su acción destructiva en el hombre y en el Reino, creando caos, desorientación y toda clase de perturbaciones que buscan únicamente quitarle la paz y la felicidad al hombre.
Una de las tácticas favoritas y que en los últimos tiempos le ha dado muy buen resultado al demonio, como ya lo decía al principio, es el “pasar desapercibido” o hacerle creer a la gente que no existe, y que todo esto es un mito inventado por la Iglesia o en el mejor de los casos, por el mismo hombre ante el misterio del mal, de la enfermedad, etc. De ahí que hoy se busque hacer creer a la gente que dado que el demonio no existe, tampoco existe la tentación, ni la perturbación y posesión diabólica. Sin embargo, el testimonio de la Biblia no deja lugar a dudas sobre la acción del poder del Demonio. Dado que sería muy extenso el análisis de todos los textos en los que Jesús combate al demonio y demuestra así su existencia, nos limitaremos a presentar, a guisa de ejemplo, el caso del “epiléptico endemoniado” (Mt 17,14-18, Mc 9,14-29, Lc. 9,33-45), ya que este pasaje ha sido usado frecuentemente para decir que Jesús en realidad, lo más que se le puede atribuir al caso, es el haberlo sanado de una enfermedad de tipo psiquiátrica.
El caso del Epiléptico se desarrolla después de que Jesús ha regresado de la Transfiguración, y se encuentra con que sus discípulos no han podido expulsar a un demonio. En este episodio han buscado, como ya decíamos, reducir el exorcismo realizado de Jesús a una simple enfermedad curada por el poder de Jesús. De acuerdo a un especialista, los síntomas presentados por el muchacho corresponderían a un ataque de epilepsia: 1. el enfermo grita; 2. enseguida el enfermo se tira al suelo y se pierde la conciencia; 3. continúa la fase tónica caracterizada por la rigidez; 4. enseguida sigue la fase clónica con movimientos convulsivos, la respiración se hace difícil y le sale “baba”, se corre en este momento el riesgo de que el enfermo se muerda la lengua y se rechinan los dientes; 5. finalmente viene la fase de recuperación, la cual siempre es larga y penosa. Todas estas coincidencias ¿prueban que el evangelio confunde la posesión diabólica con una enfermedad? ¿Podemos decir que fue una sanidad o un exorcismo lo que realizó Jesús?
En este pasaje nos encontramos: 1. Que sí se describen muchos de los fenómenos que se presentan en una crisis epiléptica, esto es debido a que muchas traducciones han buscado conducir los síntomas del muchacho hacia esta enfermedad. Sin embargo, el texto griego nos ofrece una interpretación diversa. SPARASSEI no significa que el muchacho fue únicamente precipitado por tierra, sino que fue “destrozado o lacerado” de la misma forma que el arado lo hace con la tierra al hacer el surco (cosa que ocurre con frecuencia en los posesos o endemoniados). Por otro lado se presentan algunos aspectos que no tienen nada que ver con la epilepsia, como es el mutismo del muchacho, los impulsos suicidas al arrojarse al fuego y al agua; la reacción del muchacho al encontrarse con Jesús, todas ellas características que están relacionadas a la posesión diabólica. Por otro lado, de acuerdo a la experiencia de los exorcistas, el demonio usa las debilidades del poseído incluyendo sus enfermedades. Y vemos que los evangelistas distinguen perfectamente entre poseído y enfermo, ya que mientras con los primeros se establece un diálogo con el demonio y se dan reacciones violentas que terminan con una orden de Jesús, en el segundo se da una terapia en las que se imponen las manos, se unge con óleo u otro signo de curación. Es pues evidente que el demonio es una realidad en el mundo y que puede ser capaz de destruir una vida.
El demonio obra en este mundo con el poder que la misma Escritura le reconoce, lo mismo que la experiencia secular de la Iglesia. Esta acción la ejercita de dos modos: por medio de la seducción y por medio de la constricción. La primera forma de obrar del demonio es también lo que conocemos como la tentación, y consiste en incrementar en nosotros el deseo, presentando por medio de engaños, una realidad que es en sí misma mala y destructora, pero que sabe esconder muy bien bajo la apariencia de un bien, como lo podemos ver claramente tanto en el paraíso como en las tentaciones de Jesús, en donde se les ofrece, el poder, el placer y la gloria. Es la manera como engaña y atrapa a sus víctimas para llevarlas al pecado, que en ocasiones pude incluso llevarlas hasta hacer un pacto con él, a fin de tener todo cuanto le ha sido ofrecido. Esto en principio aparece como un bien, pero pronto se desenmascara descargando sobre su víctima todo su odio, destruyendo su vida y todo cuanto tiene a su alrededor. Debemos saber y recordar siempre que Satanás no tiene amigos, sólo esclavos. Es tan hábil que sabe desestabilizar el alma y llevarla a sus terrenos como son el espiritismo, curanderismo y en general la búsqueda del conocimiento al margen de Dios, en donde fácilmente pude ir teniendo mayor participación en su vida hasta incluso llegar a la posesión. Sobre estas prácticas la misma Biblia nos previene (Lv 19,26.31; 20,27; Dt 18,10-11; 1Re 28,7.9-10.13).
 

FORMAS DE ACTUAR DEL DEMONIO.
a. Maleficios y sortilegios
Dentro de la constricción, podemos distinguir diferentes maneras en que el demonio actúa. Entre ellas están los maleficios y los sortilegios. Éstos, aunque no son comunes pues la mayoría de las veces, se confunden con enfermedades de tipo psíquico o sobre todo con sugestiones, la Iglesiareconoce que existe una forma de obrar del demonio en la que por medio de objetos y pociones preparadas por aquellos que tiene pacto con él, son capaces de producir males morales e incluso físicos en las personas.
Es común escuchar personas que dicen: “le hicieron un trabajito”. Esto se refiere precisamente a esta forma de actuar del demonio sobre terceras personas, las cuales pueden verse afectadas gravemente por enfermedades y desgracias que no encuentran ninguna explicación científica ni normal.
Cuando una persona sospecha que ha sido víctima de uno de estos males es necesario recurrir a un sacerdote que conozca de esto para que ore sobre él y pueda así liberarlo del maléfico o “factura” que lo está perturbando o afectando físicamente (es por ello que esta oración se llama “oración de liberación”). Si la Factura ha sido hecha por una persona que tenga mucho poder con Satanás, no bastará la oración de liberación, sino que incluso será necesario recurrir al exorcismo. Normalmente, ni el mismo demonio, por ser tan soberbio, da mucho poder a los brujos, y generalmente quien ha sido víctima de un “trabajito” puede ser liberado dentro de la oración de liberación.
Debemos decir a continuación, que una de las grandes trampas del demonio es llevar junto con el afectado a otras personas a sus garras. Esto lo logra cuando en lugar de recurrir a un sacerdote, se remite a otro brujo, con lo cual no solo se empeora la situación del afectado sino que el demonio aprovechará de dañar incluso a los que lo acompañan o sugieren a visitar al mago o brujo.
En los casos en que esto está ligado a objetos, éstos deben ser tratados con mucho cuidado y por alguien que sabe de esto con el fin de evitar daños mayores. El demonio es un ser perverso y utiliza todo cuanto está a su alcance para destruir. Como ya decíamos, las víctimas no sólo son a los que se les hace el maleficio, sino también a quien lo procuró, pues ha entrado a tomar parte activa en el proyecto del mismo demonio.
Por ello el acudir con magos, hechiceros y curanderos lejos de resolver cualquier problema lo empeoran y dificultan, pues lo que podría haber sido algo relacionado con la Psicología puede transformarse en una verdadera enfermedad espiritual e inclusive en una perturbación o una posesión diabólica. Quien lo ha hecho por ignorancia para conocer el futuro, puede estar también él o alguno de los miembros de su familia dañados. Si se ha visitado a uno de estos hechiceros es necesario confesarse y pedir al sacerdote que junto con la absolución ore pidiendo la liberación y rompiendo cualquier caso de perturbación demoníaca que se pudiera haber establecido con la persona.
b. La posesión
La forma más grave de intervención del demonio es la posesión. En esta situación quien es dañado por el demonio, puede padecer una serie de enfermedades físicas y psicológicas que lo martirizan terriblemente todas ellas sin cura y sin razón aparente. El demonio actúa desde dentro (por lo que se llama posesión) dejando incluso muy dañada la libertad, por lo que se pueden llegar a cometer acciones perversas por cuenta del demonio.
Aunque no es común que el demonio llegue a poseer a una persona, como lo hemos visto directamente en la experiencia de Jesús, esto puede ocurrir. Para la liberación de este mal en el hombre, es necesario recurrir a un exorcista, el cual no solo tiene que ser un sacerdote, sino que tiene que tener el mandato expreso del Obispo para poder realizar la expulsión de Satanás.
Cuando hablamos de posesión se habla de palabras mayores y el exorcismo es un combate espiritual que mantiene el sacerdote con Satanás. Quien no está preparado para enfrentar esta lucha puede recibir serios daños en su persona y en su salud como nos lo narra el pasaje de los hechos de los apóstoles Hech 19,15-16.
Si alguien supusiera que él o alguno de sus familiares o amigos se encontrara en esta terrible situación, es necesario acudir al sacerdote para que él, en su momento lo remita con el exorcista de la diócesis y de esta manera empezar el proceso de liberación y exorcismo. Acudir con cualquier otra persona, siempre resultará en una situación más grave que la que ya se tenía.
Para realizar el exorcismo, muchas veces el sacerdote se vale de la intercesión de personas de probada virtud y oración que durante la sesión de exorcismo oran e interceden para que el sacerdote pueda luchar contra el demonio.
Hollywood ha distorsionado grandemente lo que es en sí la posesión y el exorcismo. Estas acciones son realmente terribles y nada tienen que ver con lo que se presenta en televisión o en las películas.
Finalmente diremos, al respecto que el Demonio usa de la “constricción” (en cualquiera de las dos formas) sobre dos tipos de personas: a) Aquellas que se abandonan a él con el pecado o con el pacto; y b) Aquellas que constituyen un peligro para su reino. En los santos y en quien busca con radicalidad la santidad, el demonio produce en ellos lo que se conoce como “obsesión”, a través de la cual busca desestabilizar su acción, hacerla ineficaz, y que finalmente desistan de este propósito. Para ello usa de todos los medios a su alcance incluyendo la perturbación física.


LOS TERRENOS DE SATANÁS Y SU INFLUENCIA.
a. Consulta de magos y adivinos
Para que el demonio pueda “perturbar” a una persona, es decir tener acceso a ella de manera directa o indirecta, es necesario, aparte del permiso de Dios, el que la misma persona se haya expuesto a lo que se conoce como “los terrenos o dominios de Satanás”. Esto se refiere a actividades en las cuales el demonio tiene una participación directa y activa. Entre ellas están: la lectura de las cartas y de la mano, la consulta de magos o adivinos, y todo lo que sea búsqueda del conocimiento al margen de Dios (incluidos los Horóscopos y la Ouija). Estas actividades, de las cuales la mayoría son charlatanería que sólo buscan sacar dinero, debilitan la fe que es nuestro escudo, pues se pone la confianza no en el Dios providente, en el Dios que nos ama y que hace que “todas las cosas cooperen para aquellos que le aman”. Más grave aún es el hecho de que algunos de estos elementos de adivinación son, como ya lo hemos visto, verdaderamente dirigidos por Satanás, el cual conoce nuestro pasado y puede conocer también nuestro futuro, lo cual acredita a quienes se dedican a esta actividad como verdaderos servidores del demonio. Quien tiene la desgracia de toparse con uno de éstos, ha puesto en grave riesgo su vida espiritual y muchas veces incluso psíquica y física, pues el demonio nunca deja de cobrar lo que se le debe.
b. El curanderismo
Otro de los terrenos favoritos de Satanás se encuentra en el “curanderismo”, el cual es una mezcla (sincretismo) de fe con medicina herbórica (la cual no es mala) y prácticas supersticiosas (amuletos y talismanes). Se presume que mediante el rezo de ciertas oraciones acompañadas de hierbas, comidas o bebidas, o el uso de algunos objetos, la persona puede obtener la salud. Recordemos que nada ni nadie puede condicionar a Dios, que es libre y no se condiciona por nuestras prácticas religiosas. Pensar que rezando un número determinado de oraciones específicas mientras se realiza una acción determinada (comer, beber, ejecutar alguno otro signo) dará la salud al enfermo es equivocado y dañino a la fe, ya que si el enfermo no se cura (cosa que sucede de manera ordinaria), no sólo perderá la fe en el curandero, sino y principalmente en el mismo Dios que es “ineficaz”, con lo cual el demonio habrá logrado su cometido: alejarnos de Dios.
Muy relacionado con esto está lo que en México se conoce como el “Fidencismo” en el cual los “Cajitas” (personas que supuestamente guardan en sí el espíritu del “Niño Fidencio”) hacen creer a la gente que tienen el poder para curar. Para ello piden a quienes acuden a ellos (además de una jugosa suma de dinero) el rezo de algunas oraciones y la práctica de algunos ritos de tipo totalmente paganos en los cuales de ordinario se ofende la misma dignidad de la persona. Signo de su irreligiosidad es la sustitución del rostro de la Santísima Virgen de Guadalupe por el del “Niño Fidencio”. La ignorancia religiosa y la falta de fe en el Dios del amor, del Dios providente, es causa de muchos males. «La superstición es la desviación del sentimiento religioso y de las prácticas que impone. Puede afectar también al culto que damos al verdadero Dios, por ejemplo, cuando se atribuye una importancia, de algún modo, mágica a ciertas prácticas, por otra parte, legítimas o necesarias. Atribuir su eficacia a la sola materialidad de las oraciones o de los signos sacramentales, prescindiendo de las disposiciones interiores que exigen, es caer en la superstición (cf. Mt 23,16-22)» CIC 2111
c. La superstición
Un terreno que ha sido siempre utilizado por el demonio para confundir a los cristianos y debilitar su fe es el uso de amuletos y talismanes. Con ellos consigue que en lugar de confiar en la providencia de Dios y caminar en la fe, la vida y la seguridad estén puestas en objetos. La mayoría de estos objetos no tienen ningún valor sino la superstición que se crea al rededor de ella, sin embargo el demonio pude utilizar algunos para causar el mal. Se vale también de la ciencia la cual, por la ignorancia y el deseo de conocer el futuro desvía el corazón y la fe. Esto hace que se le atribuyan poderes “mágicos” o “sobrenaturales” a las pirámides, los cuarzos y otros objetos. Esto es promovido generalmente por ciencias extrañas al cristianismo como la Dianética, el Control mental y la yoga, las cuales se presentan como buenas e inofensivas pero la realidad es que con el tiempo desvían la fe y le pueden dar oportunidad al demonio de perturbar nuestra vida.
El demonio es un ser real, capaz de destruir o perturbar nuestra vida y nuestra felicidad; la gracia, la oración y la vida sacramental nos protegen de su acción y sobre todo nos hacen vivir en el amor de Dios. Con gran razón nos dice el Catecismo que: «Todas las prácticas de magia o de hechicería mediante las que se pretende domesticar potencias ocultas para ponerlas a su servicio y obtener un poder sobrenatural sobre el prójimo – aunque sea para procurar la salud -, son gravemente contrarias a la virtud de la religión. Estas prácticas son más condenables aún cuando van acompañadas de una intención de dañar a otro, recurran o no a la intervención de los demonios. Llevar amuletos es también reprensible. El espiritismo implica con frecuencia prácticas adivinatorias o mágicas. Por eso la Iglesia advierte a los fieles que se guarden de él. El recurso a las medicinas llamadas tradicionales no legitima ni la invocación de las potencias malignas, ni la explotación de la credulidad del prójimo» CIC 2117
d. El uso de la Ouija
Un juego que parece inofensivo e incluso divertido puede no serlo tanto. Es común encontrar en los supermercados un “juego” que se llama “Ouija”. Éste consiste en una tabla con una serie de números y letras y una pequeña tablilla en forma de aguja sobre la cual se ponen las manos. El “juego” consiste en preguntarle a la “Ouija” sobre algunos aspectos para que ella nos adivine guiando la pequeña tablilla en forma de aguja hacia las letras y números para formar palabras. Esto no es un juego… sino una TRAMPA DEL DEMONIO. Es cierto, que algunas veces, la tabla es dirigida por la persona de manera intencional, sin embargo, con el tiempo se darán cuenta que la tabla comienza verdaderamente a guiar a quien tiene sus manos puestas en ella y a indicar palabras que van formando frases sobre aspectos “secretos” o “futuros” de las personas. Esto es ADIVINACIÓN, la cual está prohibida por Dios tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. Algunos padres de familia no le dan importancia a esto (y lamentablemente algunos sacerdotes tampoco) pensando que es un juego inofensivo… ¡NO LO ES! No es raro encontrarse con personas que tienen serios trastornos de tipo emocional, psicológico e incluso físicos, sin una causa aparente. Estados crónicos de depresión, angustia, insomnio, e incluso alteraciones de la salud física sin que los médicos identifiquen cuál es la causa de la enfermedad. Es interesante descubrir que la mayoría de estos casos (por no decir que todos) han “jugado” alguna vez en su vida con la Ouija.
 

EL ENGAÑO DEL DEMONIO AL MUNDO DE HOY.
a. La indiferencia religiosa – el olvido de Dios
Ya decíamos más arriba cómo una de las tácticas favoritas del demonio, para poder actuar con más libertad y eficacia es el de persuadir a la gente de que él no existe. De hecho, podemos decir que el gran éxito en nuestros días de Satanás, es el haber sustituido su acción directa, la cual suscitaba miedo, por una acción orgánica y anónima, invisible, la cual avanza en el tejido social sin ruido, sin dejar la firma del príncipe de este mundo, el cual se sirve de agentes humanos, estratégicamente colocados para lograr su presencia y su acción en el mundo. De esta manera busca gobernar sin aparecer.
Es de esta manera como está logrando (y de esto somos testigos todos nosotros), la exaltación del hombre y la marginación de Dios; la tentación del Paraíso, tenida como mito, ha venido tomando forma concreta en nuestra sociedad: “Serán como dioses” (Gen 3,5). Esto ha causado un rechazo sistemático de Dios en muchos sectores de la humanidad, el cual enmascarado en el “laicismo” va haciendo de Dios, no el órgano rector de las conciencias, sino simplemente un ser marginal al cual se le da culto el domingo (si acaso), pero que está, más aún, que debe estar al margen de la vida, pues su acción sólo impide el crecimiento del hombre. AsíDios no sólo deja de ser el rector de la vida, sino que su figura se convierte en la de un tirano que oprime al hombre y lo confina a la oscuridad de la razón, principio de la gran estratagema del demonio con Adán y Eva. (cf. Gen 3,3).
Podemos decir que después de la fase agresiva del siglo XIX y al principio del XX, Dios, desintegrado de las conciencias, ha venido a ser el gran ausente. Podemos constatar como el ateismo ha tomado ahora la forma de “agnosticismo”, que según algunos datos, se calcula que de seguir esta tendencia secularizante, para el siglo XXI habrá una proporción de 4 a 1 (de cada cuatro individuos tres serán agnósticos y uno creyente).
La humanidad adolescente del siglo XIX, ha hecho del progreso un ídolo. Casi podríamos escuchar la voz burlona del Demonio: “¡Hombre! ya eres un adulto. Eres el rector y señor del mundo. Tú posees la ciencia. Tú no tienes necesidad de Dios y de la providencia. Con la ciencia tú podrás vencer la pobreza, la enfermedad, la guerra e incluso hasta la misma muerte. Dios te tenía como esclavo, pero mírate ahora hecho ya un adulto listo para la libertad. Date pues cuenta que Dios no existe, tú puedes ahora decretar IMPUNEMENTE, lo que tú quieras (incluida la muerte de Dios), pues tú eres ahora el Dios DEL FUTURO.”
Gente como Karl Marx (1818-1883), Lenin (1870-1924), Auguste Compte (1798-1857), Charles Darwin (1798-1857), Friedrich Nietzsche (1844-1900), Sigmund Freud (1856-1939) y Jean-Paul Sartre (1905-1980) son entre otros algunos de los que han contribuido poderosamente a diluir e incluso a erradicar la idea de Dios en la sociedad. Vemos hoy en día que pese a todos los esfuerzos hechos por el hombre para vencer el hambre, la pobreza, la enfermedad y la muerte, han sido en vano, y que incluso nunca como hoy el hombre vive en una situación de miseria física y/o espiritual como nunca en su historia la había vivido. Y es que el hombre al olvidar su origen y su destino ha venido a caer en el absurdo. Vemos con tristeza que la principal industria de nuestro planeta es la fabricación y venta de armamento. La droga se ha estructurado a un nivel mundial y es capaz de envenenar a toda nuestra juventud. El mismo amor se ha ido convirtiendo poco a poco, pero con paso firme, en simple erotismo, el cual se preocupa únicamente de gozar sin concebir, o lo que es peor de concebir pero sin generar, con lo cual se ha convertido en un instrumento de muerte. El aborto, legalizado e impulsado, muchas veces subvencionado, es causante hoy en día de más muertes de las que se realizaron en los campos de extermino en todo el mundo. Todo esto no es sino el rastro que va dejando el “príncipe de este mundo” en su afán por destruir la vida y la felicidad del hombre.
b. El satanismo
Todo lo anterior ha servido como caldo de cultivo para lo que conocemos como el Satanismo, el cual, puede ir desde su culto hasta el pacto diabólico, en el cual, el demonio continúa como lo hizo con Cristo, ofreciendo el mundo entero a cambio del alma de su adorador. El satanismo, aunque ha existido siempre, se puede decir que nunca como ahora ha tenido un desarrollo tan fuerte y sobre todo abierto y organizado, causado principalmente por el reconocimiento legal que en muchos lugares se le ha dado (bajo la premisa de la libertad de culto, sin pensar que este culto es el principal destructor de la misma libertad y de la sociedad). Como el principal exponente pude considerarse a Aleister Crowley (1875-1947) nacido en Inglaterra, el cual, fue conocido como el “hombre más perverso de la historia”, nombre del cual él mismo se vanagloriaba. Murió a los 70 años, totalmente destruido por la droga y abandonado de todos sus seguidores. En las “misas negras que practicaba”, se realizaban sacrificios de animales y grandes orgías en medio de droga y masoquismo. En la actualidad, los seguidores de estas sectas, han llegado a practicar sacrificios humanos y a comerse el corazón de sus víctimas. Uno de los ejemplos más notorios a nivel mundial de estas sectas es la de “Final Church” la cual fue responsable de la muerte y masacre de la famosa artista Sharon Tate el 8 de agosto de 1969.
c. La música satánica y el Rock pesado
Uno de los medios por los cuales se ha difundido esta doctrina y perversidad, es sin lugar a dudas lo que se conoce como “Hard Rock” o “Rock Pesado” también conocido como “Heavy Metal Rock”. Este medio ha sido usado por los seguidores del satanismo para promover sobre todo la violencia, el desenfreno sexual y la droga. Mick Jagger, cantante de los Rolling Stones decía hace unos años: “El Rock lo que necesita es más sexo, más droga y más satanismo”. Algunos de sus éxitos fueron: Sympathy for the devil (Simpatía por el diablo); Dancing with Magister D (Danzando con el “señor” diablo); To their satanic majesties (Dedicado a las “majestades” satánicas). Muchos de estos grupos usan sus discos para dar culto a Satanás, lo cual logran gravando en sentido contrario a como normalmente se oyen los discos, alabanzas a Satanás, sonidos de bestias, aullidos, etc., otras veces (las menos), hacen referencias a diferentes nombres satánicos en sus grabaciones y mezclan mensajes subliminales que invitan al desenfreno en todos los órdenes. En sus ropas llevan signos y frases dedicadas al demonio. En sus presentaciones se comportan como locos, o más bien como poseídos por espíritus satánicos, llegando en algunos de sus conciertos a arrojar tinas que contienen sangre y vísceras de animales.
Para pasar los mensajes subliminales utilizan frecuencias que el conciente no registra (debajo de 20 Hz o arriba de 17,000 Hz.) pero que son capaces de producir en el cuerpo una sustancia llamada “endorfina” el cual es una especie de droga natural. Esto hace que la gente se sienta elevada, y la mueve interiormente a buscar la droga, o si ya se es adicto a aumentar la dosis. Algunos mensajes subliminales encontrados en los discos son; Satanás es Dios (Black Sabath); Oh Señor Satanás, yo te deseo (Led Zeppeling); Bienvenido Satanás, acepta nuestro pacto, Bienvenido al Show (Electric Ligth Orchestra); Satanás está en mí (Michael Jackson) y otros más. Esto sin tomar en cuenta las cientos de canciones que hoy se escuchan, en los cuales hay mensajes abiertamente satánicos (sobre todo en Estados Unidos). De todo esto se ha derivado una serie de enfermedades que van desde la pérdida del oído (por los altos volúmenes y las frecuencias de las canciones), hasta enfermedades cardiovasculares, pérdida del equilibrio físico, perturbaciones de carácter físico-sexual y cambios importantes en el nivel de insulina de la sangre (propensión a la diabetes). Algunos bloqueos morales se desmoronan ante la influencia de este tipo de música, como claramente lo dice Bob Larson en su reporte sobre el Rock: “El rock no es un pasatiempo inofensivo. Es una droga más mortal que la misma heroína, la cual está envenenado la vida de nuestros jóvenes”.
El Heavy Metal Rock y el satanismo han derivado en lo que hoy se conoce también como el Rock “satánico” el cual de acuerdo a algunas estadísticas es el responsable de una gran cantidad de suicidios en los jóvenes (sobre todo en Estados Unidos). Muchas de estas canciones en sus letras incitan a este comportamiento. Además de todo esto, los cultos satánicos y el satanismo en sí, invitan y provocan a la criminalidad “satánica”: no sólo a la profanación de cementerios o de las sepulturas, la necrofilia y los maleficios de todo género, sino incluso a los homicidios rituales. Sin ir más lejos hace unos cuantos años, en la ciudad de Matamoros, fueron asesinadas 24 personas, las cuales querían asegurar la ayuda del demonio para el tráfico de drogas. Ante esto cabría preguntarse ¿por qué no se hace nada? La respuesta es la que hemos venido dando desde el inicio: Satanás sabe esconderse muy bien y ahora ha hecho creer a la gente que no existe. Así que los asesinatos y todos los demás desórdenes tienen alguna explicación de tipo psicológico o moral. Es pues importante que sobre todo los jóvenes aprendan a reconocer su presencia y a huir de ella.
 

LOS FANTASMAS.
Relacionado con todo este mundo espiritual del demonio están los “aparecidos” y los fantasmas. La Sagrada Escritura nos dice: “Está escrito que el hombre muera una sola vez y que después de ello venga el juicio.” Heb 9,27. Es decir, que una vez que uno muere no regresa más a este mundo. El mismo Jesús en la parábola del “rico epulón y Lázaro” así lo dice (puede ver Lc 16,16-31). Por lo tanto, todas esas historias de “aparecidos” y fantasmas pueden tener dos orígenes: uno físico que estaría relacionado con situaciones psicológicas en donde las personas imaginan las cosas, muchas veces con tal realismo (generalmente por situaciones de tipo esquizofrénico o paranoico) que incluso podrían decir que son tocadas por las personas que creen ver. El otro origen es de tipo demoníaco, en donde el Enemigo hace ver a las personas lo que él quiere. En estos casos, se pueden escuchar ruidos, e incluso moverse objetos de manera violenta (puertas que se abren, luces que se encienden, etc.). Esto tiene la misma gravedad que la posesión, pues es real y evidente la presencia del demonio. En estos casos es necesario de nuevo recurrir al sacerdote, quien bendiciendo la casa e invitando a todos a vivir en gracia, generalmente los aparecidos y ruidos desaparecen. En ocasiones en donde se han tenido misas negras, se ha practicado la magia o la brujería, consultado la ouija, etc., será necesario realizar incluso un exorcismo, el cual deberá ser hecho por un sacerdote que tenga esta potestad recibida del Obispo.
Debemos eliminar, como contraria a la fe recibida de la Iglesia el hecho que estas apariciones sean, lo que se conoce como: “almas en pena”. Es decir personas que habiendo muerto su alma continúa vagando por el mundo. Esto no es verdad y sólo promueve la superstición y acerca a los incrédulos a los terrenos del demonio.
 

LA DEFENSA CONTRA LA ACCIÓN DEL DEMONIO.
Mencionemos cuáles son las armas con las que cuenta el cristiano y el modo de mantener este “combate” espiritual contra Satanás y sus aliados.
Podemos decir que existen “armas” ordinarias y extraordinarias. Dentro de las armas ordinarias toma el primer plano LA ORACIÓN, la que junto con la PENITENCIA forman el bloque que dificulta y restringe la acción del demonio (Cf. Mt 26,41). De manera que podemos decir que cuando el cristiano ora y ayuna (hace penitencia), no solo fortalece la acción contra la tentación y el pecado, sino que se mantiene en guardia contra las acechanzas del demonio. A esto se puede añadir algunas oraciones específicas que la Iglesia siempre ha recomendado contra la acción del demonio como son: La consagración a Dios por medio de María Santísima, ya que ella es la enemiga victoriosa de la “serpiente” de acuerdo a Gen 3,15 y Ap 12. Una oración que refuerza nuestra unión con Dios es la del “Regina Caeli”, así como la oración de San Miguel Arcángel, atribuida a San León XIII, quien la prescribió para que se rezara después de cada misa, como producto de una visión que tuvo sobre el terrible proyecto de Satanás sobre la Iglesia. De hecho, el Papa Juan Pablo II invita continuamente a que no se olvide el rezo cotidiano de tan poderosa oración.
Por otro lado tenemos la práctica del ayuno y en general todas las prácticas ascéticas, las cuales de acuerdo a Jesús son una de las armas más importantes para protegerse y luchar contra el “adversario” del Reino (“Este tipo de demonios no salen sino es con el ayuno y la oración” Mc 9,29). La renuncia voluntaria a las cosas buenas de la vida, nos ejercitan para renunciar a aquellas que se nos presentan como una tentación. Todos los santos, quienes han tenido que combatir contra el pecado y en muchas ocasiones con manifestaciones expresas del demonio, no cesan de recomendar el ayuno como una de las armas más eficaces contra las acechanzas del maligno.
Las otras dos armas con las que cuenta el cristiano para su lucha espiritual contra el pecado y las acechanzas de Satanás, son los sacramentos y los sacramentales. Los primeros, siendo una acción y participación directa de Jesús en el cristiano, son la mejor defensa contra el poder del Maligno y fuente de fortaleza espiritual para prevenir el pecado. La Eucaristía y la Reconciliación frecuente, hacen que el cristiano pueda avanzar en la vida con la victoria de Cristo. Estos dos sacramentos fortalecen toda la vida espiritual de quien los recibe imposibilitando la acción del demonio. Esto trae por consecuencia, paz y armonía interior. Finalmentetenemos los sacramentales como son los crucifijos, las imágenes de Jesús y de la Santísima Virgen, las medallas benditas, y de manera particular la “Cruz de San Benito” a cuya bendición está ligado un exorcismo. Todos estos sacramentales, en la medida en que se usan con fe y con la aprobación de la Iglesia, vienen a ser una importante herramienta para mantenerse en santidad y en guardia contra las acechanzas del demonio.
Sobre las prácticas ascéticas debemos decir que el mismo Jesús nos ha dado muestras de la eficacia del ayuno, en el combate contra el demonio y la tentación cuando al inicio de su ministerio ayunó durante 40 días con el fin de estar preparado para el momento de la prueba (Lc 4,5.9). Después de la resurrección del Maestro, sus discípulos lo imitaron y con ello iniciaron la evangelización de las naciones (Hech 13,3). Y es que al abstenerse de alimento que es la fuerza y la energía del cuerpo, el hombre se abandona a la fuerza y a la eficacia del poder de Dios. Es de alguna manera renunciar a nuestras propias fuerzas, para darle a Dios toda la libertad de actuar en nosotros y a través de nosotros. Es al mismo tiempo una privación que permite al Espíritu Santo dar al hombre más lucidez en la toma de sus decisiones. Si el cristiano quiere vivir una vida plena en la gracia y dejar que se desarrolle en él la vida del amor y de esta manera estar protegido contra las acechanzas del demonio, debe orar y ayunar con frecuencia.
Uno de los elementos más efectivos para tener a raya al demonio y todas sus seducciones, es el amor a María Santísima a quien Satanás teme y lo hace temblar de rabia y de impotencia. Mientras que el demonio combate desde el exterior, por medio de la violencia y la seducción, María inspira, desde nuestro interior, la fuerza que viene sólo de Dios. Satanás inspira el odio que destruye y desintegra mientras, que María nos inspira el amor que reinará por siempre. De ahí la necesidad de una piedad mariana que mantenga a distancia al enemigo y que nos ayude a resistir en el momento de la tentación. Es testimonio de todos los santos la eficacia de la intercesión de María, en los momentos de tentación y acoso del demonio. Por ello, arma indispensable del cristiano es el rezo diario del rosario, el uso del escapulario de la Virgen del Carmen y alguna medallita.
Finalizamos esta catequesis sobre nuestro adversario el diablo, con 10 sugerencias o prácticas que nos ayudan en nuestra lucha espiritual:
1) Mantén la puerta de tu corazón siempre limpia. Ciérrala al mal y al maligno.
2) Conserva tu vida en orden: el tener, el poder, el saber, el amor, deben estar referidos siempre sólo a Dios, pues Él es la fuente de todo bien. Toma la vía excelsa del ayuno.
3) No tomar parte en ninguna práctica de espiritismo o de ocultismo bajo ninguna de sus formas (Ouija, lectura de cartas, meditación trascendental, Fidencismo, etc.). Son trampas que envenenan tu vida.
4) Escoge bien los proyectos y los objetivos de tu vida. Éstos deben ayudarte a construir tu vida como una ciudad abierta a Dios y bien protegida contra los ataques del enemigo.
5) En las tentaciones violentas u obsesivas de un bien o de un placer, aléjate y no te dejes provocar ni absorber. Busca inmediatamente otras cosas en qué pensar o en qué entretenerte, para mantener ocupado tu espíritu y movilizar tus fuerzas. De esta manera la obsesión que busca engañarte desaparecerá.
Por lo que ser refiere a las tentaciones:
6) Es importante saber que si has ofrecido todo a Dios, y después de haber vivido en Él en la paz y en el gozo, incomprensiblemente te encuentras rodeado de oscuridad, de tentaciones, desgracias, e incluso de padecimientos físicos, y tienes la sensación de estar nuevamente abandonado de Dios, o de ser un extraño para Él, debes saber que éste supremo asalto del demonio puede ser una prueba saludable. En la noche, incluso en la desesperación que nos lleva hasta la locura, abandónate a Dios. Él es la única esperanza, la única cuerda que puede sostenerte cuando estás en el túnel oscuro, en el cual has sido despojado de todo. En este túnel, en el cual tienes la sensación de precipitarte vertiginosamente hacia el vacío, Dios te elevará hacia sí, en un estado de ligeraza que nunca antes habías probado. Sin embargo, la luz está sólo hasta el final.
7) No olvides que tienes un Ángel de la Guarda. Encomiéndate a este guardián y a San Miguel Arcángel, que es el número uno de la milicia celestial, el cual se bate por Dios y por ti contra el demonio. Como ya hemos dicho, es fundamental en nuestro camino hacia Dios y en nuestra lucha contra el pecado y el demonio, nuestra relación con María, por ello:
8) Abandónate totalmente a la Virgen. Es tu madre en la verdad. Ella puede ver más lejos que tú y te protege. No puedes estar en mejores manos. Mantente siempre en su presencia, pues ella te guiará hasta Dios.
9) Sobre todo, entrégate TOTALMENTE a Cristo victorioso, Dios omnipotente, el cual quiso participar incluso de nuestra debilidad humana. Él te guiará en el Amor, hacia el Amor, sobre las alas del Espíritu Santo que él mismo te ha enviado.
10) El demonio está vencido. No tengas miedo y confía en la victoria, no en la tuya pues eres débil, sino en la de Cristo; no en la de tus débiles fuerzas, sino en la del Amor. Mantén siempre en tu corazón la palabra del apóstol Santiago: “Resistan al Diablo, y él se apartará de ustedes” (St 4,7)
Espero que todo lo dicho aclare tu mente y tu corazón y te dé los elementos para no caer ni en la superstición, y mucho menos en las redes del demonio. Que el Señor esté siempre en tu corazón y que tu mano permanezca tomada de la amorosa mano de María Santísima.
—————–
Algunos símbolos que sin saber su significado hemos usado, son invitaciones que abren puertas al mundo espiritual, y que al tenerlos o usarlos, por ignorancia estamos permitiendo que nuestro hogar, nuestro trabajo o nuestras relaciones sean contaminadas. Muchas veces no comprendemos porqué nuestras oraciones no son contestadas, y la respuesta es que tenemos en nuestra casa, trabajo, negocio, o en el lugar donde solemos orar, símbolos que encierran antiquísimos poderes ocultistas usados por brujos y hechiceros a lo largo de la historia de la humanidad. (Jos.7,13)
 

CRUZ DE NERÓN: También se le conoce como signo de “amor y paz”. Otro signo que es de burla a la cruz de Jesús. También significa: Las ruinas del hombre muerto. Apareció en algunos bastones de los SS de Hitler.

CUERNO ITALIANO: Unicornio. Fue introducido por los Druidas de Escocia e Irlanda. Es asociado con la Buena suerte y la Buena fortuna. También es usado como el “ojo del mal”. Además significa que Satanás tomará control de tus finanzas

HEXAGRAMA O SELLO DE SALOMÓN: Es uno de los símbolos más potentes usados en los poderes de las tinieblas. Usado en los trabajos de magia. Se confunde con la estrella de David, pero ésta estrella está dentro de un círculo

PENTAGRAMA: Símbolo usado en brujería, representa los elementos, la tierra, el viento el fuego y el agua, con el espíritu rodeándolos. Estrella que identifica al Satanismo.

SVASTICA O RUEDA DEL SOL: Es un símbolo religioso antiguo usado mucho tiempo antes de que Hitler tomara el poder. Ha sido usado en inscripciones Budistas, Monumentos Celtas y monedas Griegas. Representa el curso del sol en los cielos. También representa el poder del boomerang, todo lo que sube tiene que bajar, todo lo que haces se devuelve

ZODIACO: Usado en adoración satánica oculta. Los practicantes conocen a su Dios como Baal o Lucifer. Esto incluye los signos de los horóscopos

Fuente: Pbro. Ernesto María Caro, del portal de foros de la Virgen.

Emirva y su familia les deseamos:
A todos mis hermanos de Sembrando Las Promesas, muchas bendiciones y deseándoles una FELIZ NAVIDAD, plena del amor de nuestro Padre Eterno, de la Sagrada Familia San José, La Santísima Virgen María y el niño Jesús. Que el Espíritu Santo nos llene a todos de sabiduría plena y discernimiento de espíritus a fin de que siempre podamos conocer la voluntad de Dios Padre. Amen. Les deseamos que todas sus necesidades sean cubiertas y que estas bendiciones se prolonguen no solo en estas navidades sino toda nuestra vida. Amen. 
Oremos por el Santo Papa Benedicto XVI y todo el cuerpo místico de la iglesia, por los no nacidos, por las almas del purgatorio, por la conversión de toda la humanidad y por la paz del mundo. Que Dios nuestro Señor nos conceda la gracia que estamos pidiendo para que el todos conozcan que el Dios todo poderoso y eterno es nuestro único Dios Trinitario: Padre, Hijo y Espíritu Santo y solo a El rendimos pleitesía. A Jesús su Hijo y Dios nuestro alabamos, bendecimos y glorificamos. Y en estas Navidades le damos  gracias por ser nuestro Dios y por darnos a su Santísima Madre como corredentora de la salvación y medianera nuestra. Gracias por darnos a San José como nuestro padre adoptivo, y a todos los santos y a los ángeles que nos cuidan y nos ayudan a caminar por este mundo. Gracias Padre misericordioso, te adoramos y te amamos, Gracias Jesus, te adoramos y te amamos. Gracias Espíritu Santo te adoramos y te amamos, Gracias por la vida, por la salud, por tus milagros y por tu amor y misericordia , gracias.