sábado, 7 de enero de 2012

PORQUE DE TI SALDRA UN GOBERNANTE QUE GUIARA A MI PUEBLO ISRAEL.

PORQUE DE TI SALDRÁ UN GOBERNANTE QUE GUIARA A MI PUEBLO DE ISRAEL. 
Sn Mateo 2, 1-12

Jesús nació, en Belén, un pueblo de la región de Judea, en el tiempo en que Herodes era rey del país. LLegaron por entonces a Jerusalén unos sabios del Oriente que se dedicaban al estudio de las estrellas y preguntaron:
-¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?. Pues vimos salir su estrella y hemos venido a adorarlo.
El rey Herodes se inquietó mucho al oír, y lo mismo les pasó a todos los habitantes de Jerusalén. Mandó el rey llamar a todos los jefes de los sacerdotes y a los maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Mesías.
Ellos le dijeron; -En Belén de Judea; porque así lo escribió el profeta:
"En cuanto a ti, Belén, de la tierra de Judá, no eres la mas pequeña entre las principales ciudades de esa tierra; porque de ti saldrá un gobernante que guiará a mi pueblo Israel."
Entonces Herodes llamó en secreto a los sabios, y se informó por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. Luego los mandó a Belén, y les dijo: -Vayan allá, y averíguen todo lo que puedan acerca de ese niño; y cuando lo encuentren, avísenme, para que yo también vaya a rendirle homenaje.
Con estas indicaciones del rey, los sabios se fueron. Y la estrella que habían visto salir iba delante de ellos, hasta que por fin se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. Cuando los sabios vieron la estrella se alegraron mucho. Luego entraron en la casa y vieron al niño con María, su madre; y arrodillándose le rindieron homenaje. Abrieron sus cofres y le ofrecieron oro, incienso y mirra. Después, advertidos en sueños de que no debían volver a donde estaba Herodes, regresaron a su tierra por otro camino. 
Palabra de Dios,  (Biblia católica Dios Habla Hoy)

ORACION Y REFLEXION DE LOS FIELES:
Con esta fiesta de los reyes magos que  estamos celebrando queremos pedirte que tengamos como ellos un corazón inquieto, que no se conforme con lo que es aparente y habitual; queremos buscar a ese Dios niño que nació en Belén porque es la luz que necesitamos seguir, porque es la promesa de que de ese niño saldrá el rey que guiará al pueblo de Israel, ese será el gobernante de este mundo que guiará con santidad, y justicia. Queremos como los reyes magos, hombres de ciencia, ser valientes pero también humildes. No importa cuantas burlas, ofensas tengamos que afrontar, queremos seguirte, porque tu eres la verdad misma, no la opinión de los hombres. Danos la valentía y la humildad que nos permita siempre recorrer el mundo siendo testigos de tu verdad y de tu amor. Nos postramos humildemente ante tu divina presencia ¡Oh rey niño! y te rogamos que nuestros obispos, sacerdotes, religiosos/as junto con el Papa Benedicto XVI y todo el cuerpo místico de la iglesia sean también valientes con corazones inquietos que sin conformarse con las cosas habituales y rutinarias se mantengan fieles para acercarse a ti y buscar tu rostro, para conocerte mejor y amarte por encima de todo, pese a las burlas, a las opiniones adversas, a las persecuciones y que puedan así  llevar esa luz a la humanidad, con valor, con humildad y con verdad, que todos ellos "sean estrellas de Dios para los hombres, a guiarlos en el camino hacia la verdadera luz, hacia Cristo."
¡Amén!.

CONOZCAMOS MAS SOBRE ESTA FIESTA DE LOS REYES MAGOS:
Los Magos venidos de oriente significan la más amplia manifestación de Jesús.
No ya a sus discípulos, ni al Pueblo de Israel, sino a los que no tenían la fe del Pueblo elegido ni esperaban al Mesías Prometido.

Está hermosamente detallado en el Evangelio de Mateo (2, 1-12),
recibido posiblemente por el evangelista de la familia de José, ya que es en Mateo donde las comunicaciones del Ángel del Señor se hacen a José, mientras que en Lucas se hacen a la Virgen (posiblemente entrevistada por el médico griego).
Vayamos ahora directamente a la cuestión de los Magos de Oriente, tratando de responder si eran Reyes, cuántos eran, qué significación tienen las ofrendas, dones o regalos que entregaron a Jesús y la cuestión de la estrella.
Finalmente, el fruto del encuentro con Jesús.
a.) ¿ERAN REYES.?
La Escritura nada dice al respecto. En el v. 1 del cap. 2 de Mateo sólo se habla de unos Magos de Oriente.
Pareciera que a los primeros teólogos no les cerraba esta cuestión de unos “magos” que visiten al Mesías, ya que el término podía parecer emparentado con el oscurantismo, la magia, la brujería o la hechicería.
Además, en los dones que le traían a Jesús, vieron cumplido el Salmo 71, o 72, según sea la ha tomado del hebreo o del griego, mesiánico, en que dice que los “reyes de Tarsis y de las islas, los de Arabia y de Sebá, le traerán regalos”, y “que se postren ante él todos los reyes” (vv. 10-11).
En realidad, serían sacerdotes persas, astrólogos, que habían visto una constelación que ya pasaremos a explicar.
Buscaban a Dios en el sagrario de su conciencia, y allí se encontraron con la Verdad que cambió el rumbo de sus vidas (Mt. 2, 12b).

b) ¿CUANTOS ERAN?.

Nada dice la Escritura acerca del número.
Como tres eran los obsequios, pronto se identificó un rey mago por regalo, y así se introdujo el número de tres, aunque a veces se han hablado de cuatro y hasta de dos.
Y para hacerlo “más redondito”, se colocó uno por cada continente conocido: el blanco europeo, el amarillo achinado asiático y el negro africano.

c) El SIGNIFICADO DE LOS DONES.
El oro era propio de los reyes, por eso se lo ofrecen a Jesús, Rey de Reyes y Señor de Señores. Rey de la vida y del corazón, de la historia y del universo. Del tiempo presente y del tiempo final. El que es, el que era y el que va a venir.
El incienso es propio de la divinidad. A ella se ofrece su aroma y se eleva nuestra oración..
La mirra es propia de la condición mortal. Con ella se ungen los cuerpos para la sepultura, y era un signo de la pasión redentora que nos salvaría por Jesús.

e) LA ESTRELLA .

Según estudios del renombrado astrofísico Kepler, corroborado luego por muchos más y por los padres jesuitas, que se dedican con pasión muchos de ellos a la ciencia astronómica y astrológica, alrededor del año 7-6 antes de Cristo, se produjo una conjunción de Saturno y Júpiter en la constelación de Piscis.
Recordemos que para algunos historiadores, a raíz de errores de calendario, Jesús habría nacido alrededor del año 4 a.C. 
Por lo tanto, la estrella sería avistada unos dos años antes según corroboran los datos de los mismos Magos.
Esta conjunción se repetiría varias veces luego en el transcurso de nuestra era. 
Hace aparecer una estrella brillantísima que, yendo de Jerusalén a Belén, pareciera que se moviera (cfr. v. 9b.c de Mt. 2)
Según el significado antiguo de las conjunciones de planetas y constelación, quería decir lo siguiente, y por eso los Magos se ponen en camino hacia Palestina, a pesar de la distancia (2 años hacía que habían visto aparecer el fenómeno, según los datos proporcionados a Herodes ):
Saturno era la estrella que guiaba al pueblo que estaba en Palestina.
Júpiter indicaba un gran Rey que habría de nacer.
Y la constelación de Piscis significaba la estrella del Final de los Tiempos.
Por lo tanto quedaría así: “El Gran Rey del Final de los Tiempos iba a nacer en Palestina”.
Y acuden a adorarlo, ya que una lumbre mayor esclarecía sus mentes y corazones.

f) EL CAMBIO DE RUMBO.
Un apartado simple y final para la epopeya de los magos.
Habiendo encontrado a Jesús, no siguen ya sus camino, sino que cambian de rumbo para seguirlo a Él.
Nadie que se encuentre con Jesús puede seguir por el mismo camino que andaba hasta que lo encontró (Mt. 2, 12b).
Es más, Jesús es el Camino, la Verdad y la Vida, y hay que andar por Él (Jn. 14,6).
Significado de la Fiesta de Epifanía.

1. LOS BUSCADORES DE LA LUZ.
Los magos representan a todos aquellos que sin una revelación explícita del Dios judeo-cristiano, sin embargo buscan la luz, la verdad, la vida, la paz, la justicia, el amor, lo bello, el bien, ya sea porque está revelado en sus religiones por las “semillas del Verbo” esparcidas en ellas (Concilio Vaticano II), o bien porque son fieles al Dios que les habla en el Sagrario de su conciencia, aún sin creer en Él o sin buscarlo explícitamente; pero sí implícitamente en los valores señalados.

2. LA ENTREGA GENEROSA Y ALEGRE .

Los magos se llenan de alegría al ver la estrella sobre la Gruta de Belén (Mt. 2, 10), y le entregan con generosidad y desprendimiento sus dones de oro, incienso y mirra (v. 11b).

3. El CAMBIO DE RUMBO. 

Ya mencionado, el encuentro sincero con Jesús produce el retornar desde Él por camino distintos (v. 12b). Recordemos que Jesús mismo es el Camino (Juan 14, 6), y en el libro de los Hechos de los Apóstoles escrito por San Lucas, el Camino será la comunidad cristiana, continuadora de la Obra de Jesús.

4. LA ESTRELLA . 

Significa todos aquellos signos que nos llevan hacia Dios, incluso naturales, pero que en última instancia son también mensajes y creación suya. 
La Sagrada Escritura completa y perfecciona este mensaje (Mt. 2, 4-6), pero hay que saber descubrirlos porque la vida está llena de ellos. 
Acontecimientos, circunstancias, éxitos, fracasos, alegrías, decepciones, etc., etc.

5. DEJARLO TODO. LAS DIFICULTADES . 
Los magos dejaron todo para ir hacia lo desconocido ante el mensaje de Dios. 
Lo mismo hizo en otro tiempo Abraham, el padre de la fe (cfr. Génesis 12, 1-4a). 
Dejaron sus comodidades, sus palacios, sus familias, su entorno conocido, para ir hacia lo que no sabían. 
No temieron las dificultades del larguísimo camino ni, al llegar, o antes de irse, 
pasaron por la posada a descansar o se quejaron ante María y José de las seguras callosidades y dolores de los pies. 
Van y vienen guiados por esa luz interior que no les hace desviarse un ápice de su camino 
(anticipando en su actitud lo que Jesús recomendaría a sus discípulos al partir en misión:
cfr. Lucas 10, 4: “no se detengan -ni distraigan-...por el camino”).

6. EL PESEBRE Y EL PALACIO . 
Venían a adorar a un Rey.
Lo lógico es que estuviera en un Palacio. 
Jesús es de la descendencia de David, Salomón, etc., cuna de los esplendores de Israel, por parte de su padre virginal José, por medio de quien se consideraba la ascendencia davídica 
(Mateo 1, 6.16). 
Era una casa real venida a menos, pobre. 
Que para y pare (da a luz) en un establo. 
Los magos seguramente vendrían de sus palacios de oriente, pero no se escandalizan al ver al Rey en el establo, ya que una Luz mayor los ilumina.

7. El SER "ESTRELLAS".  
No quiere decir esto el ser o creernos los mejores, según lo entiende el mundo vanidoso. 
Significa el ser estrella para los demás como lo fue la estrella para los magos. 
Que sepamos conducirlos a donde está Jesús y luego desaparecer sin querer hacer notar el fulgor que tuvimos al conducirlos (cfr. el testimonio de Juan Bautista en Juan 3, 20: “es necesario que Él crezca y que yo disminuya” -y me apague- (n.a.).
Todo padre, educador, amigo, es en algún momento “estrella” para otro, 
con su escucha, su guía, su consejo.

8. LA ROSCA DE REYES .
Según sabemos, Herodes mandó a matar a todos los niñitos menores de 2 años, según era la fecha en que había aparecido la constelación astronómica (Mt. 2, 16b).
Jesús se salvó por el mensaje del Ángel a José (Mt. 2, 13), yendo para Egipto como anteriormente lo había hecho su Pueblo. 
No hay fecundidad apostólica ni vida en abundancia sin antes haber pasado por “Egipto”, signo y realidad del desierto, el sufrimiento, la esclavitud, la marginación, la opresión injusta, manteniendo en todo ello siempre la fidelidad al Señor que nos llamó, la justicia, las virtudes y los valores.
Las mujeres hebreas de Belén, para no perder a sus niños, los escondían en tinajas de harina.
Más adelante, celebraban los judíos la salvación de muchos ese día haciendo y comiendo panes ácimos para esa fecha.
La tradición cristiana, celebrando la liberación de Jesús niño en su huída que dejó desairado al perseguidor, elaboró una rosca de gustosos ingredientes: 
La forma circular de la misma significa la eternidad de Dios, que no tiene principio ni fin: Quien fue el liberador de Jesús.
Dentro de esta rosca signo del Dios eterno que salvó a Jesús Niño de la muerte prematura, se colocan uno o dos muñequitos que representan al Niño Dios, inmerso en el Dios eterno.
Las confituras, pasas, cerezas, nueces, frutas abrillantadas, que tanto nos gustan y la decoran, significan las distracciones banales del mundo, que nos alejan y separan del encuentro con Jesús.
El que encuentra al Niñito en su interior, es celebrado y se transforma en el centro de la reunión (ganó, diríamos en criollo).
Tiene esto un profundo significado:
Las distracciones y tentaciones del mundo no deben apartarnos del encuentro con Jesús, por muy bonitas y dulces que parezcan ser.
Y Jesús está inmerso en la eternidad de Dios, por más que se comunica salvadoramente en el tiempo y el espacio de este mundo, y haya penetrado por la Encarnación en la historia témporo-espacial humana.
(Gustavo Daniel D´Apice - Profesor de Teología - Pontificia Universidad Católica)


                    EVANGELIO DEL DIA. 
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68
Sábado de tiempo de Navidad después de la Epifanía del Señor
Santo(s) del día :LA NAVIDAD.

Evangelio según San Mateo 4,12-17.23-25.
Cuando Jesús se enteró de que Juan había sido arrestado, se retiró a Galilea. 
Y, dejando Nazaret, se estableció en Cafarnaún, a orillas del lago, en los confines de Zabulón y Neftalí, 
para que se cumpliera lo que había sido anunciado por el profeta Isaías: 
¡Tierra de Zabulón, tierra de Neftalí, camino del mar, país de la Transjordania, Galilea de las naciones! 
El pueblo que se hallaba en tinieblas vio una gran luz; sobre los que vivían en las oscuras regiones de la muerte, se levantó una luz. 
A partir de ese momento, Jesús comenzó a proclamar: "Conviértanse, porque el Reino de los Cielos está cerca". 
Jesús recorría toda la Galilea, enseñando en las sinagogas, proclamando la Buena Noticia del Reino y curando todas las enfermedades y dolencias de la gente. 
Su fama se extendió por toda la Siria, y le llevaban a todos los enfermos, afligidos por diversas enfermedades y sufrimientos: endemoniados, epilépticos y paralíticos, y él los curaba. 
Lo seguían grandes multitudes que llegaban de Galilea, de la Decápolis, de Jerusalén, de Judea y de la Transjordania. 

Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios. 
San León Magno (-hacia 461), papa y doctor de la Iglesia.
3er sermón para la Epifanía, 

«El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz»
        Amados míos, instruidos sobre los misterios de la gracia divina, celebremos con gozo espiritual el día de nuestras primicias y la primera llamada de las naciones a la fe. Agradezcamos al Dios misericordioso que, según las palabras del apóstol Pablo, «nos ha sacado del dominio de las tinieblas, y nos ha trasladado al reino de su Hijo querido» (Col 1,12-13). ¿No es esto lo que había anunciado el profeta Isaías? «El pueblo que caminaba en tinieblas vio una gran luz; habitaban tierras de sombras, y una luz les brilló» (Is 9,1)...

        Abrahán vio este día y se alegró al conocer que sus hijos según la fe serían bendecidos en su descendencia, es decir, en Cristo, y de lejos contempló la paternidad que, por su fidelidad, se extendería sobre todas las naciones: «Dio gloria a Dios totalmente convencido que las promesas que Dios le había hecho, se cumplirían» (Jn 8,56; Ga 3,16; Rm 4,18-21). Es este día también  el que David cantó en los salmos: «Todos los pueblos vendrá a postrarse en tu presencia, Señor; bendecirán tu nombre» (Sl 85,9). Y en otra parte: «El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia» (Sl 97,2).

        Nosotros sabemos que todo eso se realizó cuando los magos, llamados de su lejano país, fueron conducidos por una estrella para que conocieran y adoraran al Rey de cielo y tierra. La docilidad de esa estrella nos invita a imitar su obediencia y hacernos, en cuanto nos sea posible, los servidores de esa gracia que llama a todos los hombres a Cristo. Cualquiera que en la Iglesia vive con devoción y castidad, cualquiera que aprecie las realidades de arriba y no las de la tierra (Col 3,2), se asemeja a esa luz celeste. Tanto en cuanto mantiene en él el resplandor de una vida santa, como una estrella muestra a los demás el camino que lleva a Dios. Tened todos esta preocupación, amados míos...; brillaréis en el Reino como hijos de la luz (Mt 13,13; Ef 5,8).

ENSEÑANZAS DEL PAPA BENEDICTO XVI .
sábado 07 Enero 2012
Benedicto XVI: La Navidad.
CIUDAD DEL VATICANO, viernes 7 de enero de 2011 -Catequesis que el Papa Benedicto XVI pronunció durante la Audiencia General celebrada en el Aula Pablo VI.
                                                                                                               
Queridos hermanos y hermanas,
Estoy contento de acogeros en esta primera Audiencia General del nuevo año y de todo corazón os doy a vosotros y a vuestras familias mis mayores felicitaciones. Que el Señor del tiempo y de la historia guíe nuestros pasos por el camino del bien y conceda a cada uno abundancia de gracia y de prosperidad. Rodeados aún por la luz de la Santa Navidad, que nos invita al gozo por la venida del Salvador, estamos hoy en la vigilia de la Epifanía, en la que celebramos la manifestación del Señor a todas las gentes. La fiesta de la Navidad fascina hoy como siempre, más que otras grandes fiestas de la Iglesia; fascina porque todos de alguna forma intuyen que el nacimiento de Jesús tiene que ver con las aspiraciones y las esperanzas más profundas del hombre. El consumismo puede apartarnos de esta nostalgia interior, pero si en el corazón está el deseo de acoger a ese Niño que trae la novedad de Dios, que ha venido para darnos la vida en plenitud, las luces de los adornos navideños pueden convertirse incluso en un reflejo de la Luz que se ha encendido con la encarnación de Dios.
En las celebraciones litúrgicas de estos días santos hemos vivido de modo misterioso pero real la entrada del Hijo de Dios en el mundo y hemos sido iluminados una vez más por la luz de su fulgor. Cada celebración es presencia actual del misterio de Cristo y en ella se prolonga la historia de la salvación. A propósito de la Navidad, el papa san León Magno afirma: “Aunque la sucesión de las acciones corpóreas ya ha pasado, como fue ordenado previamente en el designio eterno..., con todo nosotros adoramos continuamente el mismo parto de la Virgen que produce nuestra salvación" (Sermón sobre la Natividad del Señor 29,2), y precisa: "porque ese día no ha pasado de forma tal que haya pasado también el poder de la obra que entonces fue revelada" (Sermón sobre la Epifanía 36,1). Celebrar los acontecimientos de la encarnación del Hijo de Dios no es un simple recuerdo de hechos del pasado, sino que es hacer presentes esos misterios portadores de salvación. En la Liturgia, en la celebración de los Sacramentos, esos misterios se hacen actuales y se convierten en eficaces para nosotros, hoy. De nuevo san León Magno afirma: "Todo lo que el Hijo de Dios hizo y enseñó para reconciliar al mundo, no lo conocemos sólo en el relato de acciones realizadas en el pasado, sino que estamos bajo el efecto del dinamismo de esas acciones presentes" (Sermón 52,1).
En la Constitución sobre la sagrada liturgia, el Concilio Vaticano II subraya que la obra de salvación realizada por Cristo continúa en la Iglesia mediante la celebración de los santos misterios, gracias a la acción del Espíritu Santo. Ya en el Antiguo Testamento, en el camino hacia la plenitud de la fe, tenemos testimonios de cómo la presencia y la acción de Dios fue mediada a través de signos, por ejemplo, el del fuego (cfr Ex 3,2ss; 19,18). Pero a partir de la Encarnación sucede algo sorprendente: el régimen de contacto salvífico con Dios se transforma radicalmente y la carne se convierte en el instrumento de la salvación: "Verbum caro factum est", "el Verbo se hizo carne", escribe el evangelista Juan y un autor cristiano del siglo III, Tertuliano, afirma: "Caro salutis est cardo", "la carne es el eje de la salvación" (De carnis resurrectione, 8,3: PL 2,806).
La Navidad es ya la primicia del "sacramentum-mysterium paschale", es decir, es el inicio del misterio central de la salvación que culmina en la pasión, muerte y resurrección, porque Jesús comienza el ofrecimiento de sí mismo por amor desde el primer instante de su existencia humana en el seno de la Virgen María. La noche de Navidad está por tanto profundamente ligada a la gran vigilia nocturna de la Pascua, cuando la redención se realiza en el sacrificio glorioso del Señor muerto y resucitado. El mismo belén, como imagen de la encarnación del Verbo, a la luz del relato evangélico, alude ya a la Pascua y es interesante ver cómo en algunos iconos de la Natividad en la tradición oriental, el Niño Jesús es representado envuelto en pañales y depositado en un pesebre que tiene la forma de un sepulcro; una alusión al momento en el que Él será bajado de la cruz, envuelto en una sábana y puesto en un sepulcro excavado en la roca (cfr Lc 2,7; 23,53). Encarnación y Pascua no están una junto a la otra, sino que son los dos puntos clave inseparables de la única fe en Jesucristo, el Hijo de Dios Encarnado y Redentor. La Cruz y la Resurrección presuponen la Encarnación. Sólo porque verdaderamente el Hijo, y en Él Dios mismo, “descendió” y “se hizo carne”, la muerte y la resurrección de Jesús son acontecimientos que nos resultan contemporáneos y nos afectan, nos arrancan de la muerte y nos abren a un futuro en el que esta "carne", la existencia terrena y transitoria, entrará en la eternidad de Dios. En esta perspectiva unitaria del Misterio de Cristo, la visita al belén orienta a la visita a la Eucaristía, donde encontramos presente de modo real al Cristo crucificado y resucitado, al Cristo viviente.
La celebración litúrgica de la Navidad, entonces, no es sólo recuerdo, sino que es sobre todo misterio; no es sólo memoria, sino también presencia. Para captar el sentido de estos dos aspectos inseparables, es necesario vivir intensamente todo el Tiempo navideño como la Iglesia lo presenta. Si lo consideramos en sentido amplio, se extiende durante cuarenta días, del 25 de diciembre al 2 de febrero, de la celebración de la Noche de Navidad, a la Maternidad de María, a la Epifanía, al Bautismo de Jesús, a las Bodas de Caná, a la Presentación en el Templo, precisamente en analogía con el Tiempo pascual, que forma una unidad de cincuenta días, hasta Pentecostés. La manifestación de Dios en la carne es el acontecimiento que ha revelado la Verdad en la historia. De hecho, la fecha del 25 de diciembre, vinculada a la idea de la manifestación solar – Dios que aparece como luz sin ocaso en el horizonte de la historia –, nos recuerda que no se trata sólo de una idea, la de que Dios es la plenitud de la luz, sino de una realidad para nosotros los hombres ya realizada y siempre actual: hoy, como entonces, Dios se revela en la carne, es decir, en el “cuerpo vivo" de la Iglesia que peregrina en el tiempo, y en los Sacramentos nos da hoy la salvación.
Los símbolos de las celebraciones navideñas, recordados por las Lecturas y por las oraciones, dan a la liturgia de este Tiempo un sentido profundo de "epifanía" de Dios en su Cristo-Verbo encarnado, es decir, de “manifestación” que posee también un significado escatológico, es decir, que orienta a los últimos tiempos. Ya en el Adviento las dos venidas, la histórica y la del final de la historia, estaban directamente vinculadas; pero es en particular en la Epifanía y en el Bautismo de Jesús donde la manifestación mesiánica se celebra en la perspectiva de las esperanzas escatológicas: la consagración mesiánica de Jesús, Verbo encarnado, mediante la efusión del Espíritu Santo de forma visible, lleva a cumplimiento el tiempo de las promesas e inaugura los últimos tiempos.
Es necesario rescatar este Tiempo navideño de un revestimiento demasiado moralista y sentimental. La celebración de la Navidad no nos propone sólo ejemplos a imitar, como la humildad y la pobreza del Señor, su benevolencia y amor hacia los hombres; sino que es más bien una invitación a dejarnos transformar totalmente por Aquel que ha entrado en nuestra carne. San León Magno exclama: "el Hijo de Dios … se ha unido a nosotros y nos ha unido a nosotros consigo de tal manera que el abajamiento de Dios hasta la condición humana se convirtiera en una elevación del hombre hasta las alturas de Dios" (Sermón sobre la Natividad del Señor 27,2). La manifestación de Dios tiene como fin nuestra participación en la vida divina, la realización en nosotros del misterio de su encarnación. Este misterio es la realización de la vocación del hombre. De nuevo san León Magno explica la importancia concreta y siempre actual para la vida cristiana del misterio de la Navidad: “las palabras del Evangelio y de los Profetas … inflaman nuestro espíritu y nos enseñan a comprender la Natividad del Señor, este misterio del Verbo hecho carne, no tanto como un recuerdo de un acontecimiento pasado, sino como un hecho que tiene lugar ante nuestros ojos... es como si se nos hubiese proclamado de nuevo en la solemnidad de hoy: 'Os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es el Cristo Señor'" (Sermón sobre la Natividad del Señor 29,1). Y añade: “Reconoce, cristiano, tu dignidad, y, hecho partícipe de la naturaleza divina, cuida de no recaer, con una conducta indigna, de tal grandeza, a la primitiva bajeza" (Sermón sobre la Natividad del Señor, 3).
Queridos amigos, vivamos este Tiempo navideño con intensidad: tras haber adorado al Hijo de Dios hecho hombre y depositado en el pesebre, somos llamados a pasar al altar del Sacrificio, donde Cristo, el Pan vivo bajado del cielo, se nos ofrece como verdadero alimento para la vida eterna. Y lo que hemos visto con nuestros ojos, en la mesa de la Palabra y del Pan de Vida, lo que hemos contemplado, lo que nuestras manos han tocado, es decir, al Verbo hecho carne, anunciémoslo con alegría al mundo y demos testimonio de él generosamente con toda nuestra vida. Renuevo de corazón a todos vosotros y a vuestros seres queridos sentidas felicitaciones por el Nuevo Año y os deseo una buena festividad de la Epifanía.
©Libreria Editrice Vaticana.

ORACION FINAL: 
Al Finalizar esta entrega te pedimos que nos unamos en oración por los hermanos cristianos y católicos que han sido asesinados en Nigeria por sectas y fanáticos religiosos. Que nuestro Dios Rey de reyes y Señor de señores guíe al pueblo de Israel por los caminos de la fe, de la luz de Cristo y que toda rodilla se doble ante su gloriosa majestad. Que las almas de todos estos mártires lleguen a su presencia y la de todas almas del purgatorio. Amen. 

Te agradecemos ores por estas situaciones de persecución un Padrenuestro, Ave Maria y Gloria.  Y Ruégale a San Miguel Arcángel que con sus ejércitos celestiales defienda al pueblo de Dios, su Israel. 

Te rogamos por el alma de Martin Chaparro y de todos los que han partido sin estar preparados, por los que no hay quien ore por ellos. Te los presentamos de  manera que ellos encuentren alivio  a sus penas y tengan la gracia de la resurrección: Amen.

Por todos los enfermos y por los que padecen diabetes, artritis, de cancer. Pedimos de una manera especial por nuestra amiga Belkis Garcia, Carlos Alberto Vera Caballero y por todos los que están padeciendo de cáncer:
Señor, míranos con ojos de misericordia, Que tu espíritu sanador se pose sobre los enfermos. Puesto que tu nos creaste de la nada tu puedes ciertamente volvernos a recostruir. Llénanos con el poder sanador de tu espíritu. Que tu poder vivificador, de dar la vida, fluya sobre cada uno de nosotros dentro de cada célula de nuestros cuerpos y en lo mas profundo de nuestras almas. Restaura, repara lo que haya que reparar que este dañado, enfermo,roto. Hecha fuera de cada uno de nosotros cualquier cosa que no deba estar nosotros. Reconstruye todo lo que haya que construir nuevamente. Restablece nuestras fuerzas para el servicio de tu Reino.
Toca nuestras almas con tu compasión por los demas, Toca nuestros corazones con tu valor e infinito amor por todo. Toca nuestras mentes con tu sabiduría y que de nuestras bocas puedan siempre proclamar tus alabanzas.  Enséñanos para alcanzar de ti todas nuestras necesidades y ayudar a otros a llegar a ti con nuestro ejemplo. Amado Corazón de Jesús, danos  la salud en nuestros cuerpos y espíritu, para que podamos servirte con todas las fuerzas. Amen. 

PEDIDOS DE ORACION:

SEÑOR SAN JOSE TE PIDO QUE ILUMINES A MIS TRES HIJOS JUAN CARLOS,MARTHA PATRICIA Y LUPITA. TAMBIEN POR MI ESPOSA LUPE POR MI TRABAJO Y SALUD QUE ME DES FUERZAS PARA SEGUIR ADELANTE TAMBIEN TE PIDO POR MIS HERMANOS Y HERMANAS SOBRINOS EN ESPECIAL POR MONICA QUE TIENE PROBLEMAS CON SU ESPOSO. ESPERO NOS AYUDES Y NOS MANTEGAS SIEMPRE UNIDOS. GRACIAS JUAN CARLOS P. R.
Por JUAN CARLOS le DEDICAMOS ESTE DIA Y PROMESAS A SAN JOSE.

HAY MOMENTOS DIFICILES EN NUESTRAS VIDAS, EL UNICO QUE NOS PUEDE LIBERAR INTERIOR Y EXTERIORMENTE DEL MAL ES NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO. YO CREO EN EL, EN SU GLORIA, EN SU AMOR, EL ES MISERICORDIOSO EL MEJOR DE LOS REGALOS ENTREGADOS A NOSOTROS. LA ORACION DE CUARACION ES EXCELENTE LA RECOMIENDO PARA TODAS AQUELLAS PERSONAS QUE SUFREN PARA LOGRAR SUS CURACION. SHALOM
Por Anónimo el ORACION PARA CURA INTERIOR Y FISICA. 

Gracias por rezar por nosotros y es muy hermosa está oración que Dios les de mucha salud para que sigan predicando la palabra de Dios. Que Dios las bendiga a ustedes y su familia grasiasss.
Por Anónimo el EL PREMIO DE LA SABIDURIA.

¡Oh Dios de la Divina Misericordía! 
Te rogamos con humildad por todos estos hermanos que confiados en tus promesas y con fe se manifiestan necesitados de salud, de trabajo digno para el sustento diario, de paz, te imploramos por ellos. Solo tu buen Dios que conoces los sufrimientos, angustias, miedos, necesidades de cada uno de ellos y de sus familias, envueltos en un mundo totalmente desequilibrado, lleno de angustia y confusión, te suplicamos que pongas orden en nuestras mentes, que pongas tus pensamientos en los nuestros y que nuestros corazones latan al unísono del vuestro para ser uno con vos Padre, Hijo y Espíritu Santo. Responde a nuestro clamor y cumple en ellos tu santa voluntad que es tu misericordia misma. No los dejes con las manos vacías Padre nuestro que estas en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino, hágase Señor tu voluntad aqui en la tierra como en el cielo. El Pan de cada día dánoslo hoy y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a todos los que nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación mas líbranos de todo mal.  Amen.
Dios Te Salve María llena eres de gracia el Señor es contigo y bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre ¡Oh Jesús!. Santa María, madre de Dios, ruega por nosotros los pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria al Espíritu Santo. Como eras en el principio lo es ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.

Nota: Agradecemos al hermano Alejandro De Fez que ha dejado un comentario con algunas recomendaciones que hoy publicamos dándole las gracias por sus sugerencias.
"REGULE LO QUE PUBLICA, LA CANTIDAD EN CADA ENTRADA, Y LOS FALLOS FORMALES Y DE TEXTO Y SALTOS DE PARRAFO. ANIMO, SALUDOS."
kaoshispano blog 

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Y como siempre le agradecemos y le enviamos bendiciones por ayudarnos a evangelizar dándo a conocer la Palabra de Dios.