jueves, 27 de septiembre de 2012

DIOS AMA AL QUE DA CON ALEGRIA. EXHORTACION A LA GENEROSIDAD.

DIOS AMA AL QUE DA CON ALEGRIA.
2 Corintios 9: 6-15
EXHORTACION A LA GENEROSIDAD:

Acuerdense de esto: El que siembra poco, poco cosecha; el que siembra mucho, mucho cosecha. Cada uno debe dar segun lo que haya decidido en su corazon, y no de mala gana o a la fuerza, porque Dios ama al que da con alegria. Dios puede darles a ustedes con abundancia toda clase de bendiciones, para que tengan siempre todo lo necesario y ademas les sobre para ayudar en toda clase de buenas obras. La Escritura dice:
 
´´ Ha dado abundantemente a los pobres,     y su generosidad permanece para siempre´´.
 
Dios, que da la semilla que se siembra y el alimento que se come, les dara a ustedes todo lo necesario para su siembra, y la hara crecer, y hara que la generosidad de ustedes produzca una gran cosecha. Asi tendran ustedes toda clase de riquezas y podran dar generosamente. Y la colecta que ustedes envien por medio de nosotros, sera motivo de que los hermanos den gracias a Dios. Porque al llevar esta ayuda a los hermanos, no solamente les llevaran lo que les haga falta, sino que tambien los movemos a dar muchas gracias a Dios. Y ellos alabaran a Dios, pues esta ayuda les demostrara que ustedes obedecen al evangelio que profesan, al evangelio de Cristo. Tambien ellos honraran a Dios por la generosa contribucion de ustedes para ellos y para todos. Y ademas oraran por ustedes con mucho cariño, por la gran bondad que Dios les ha mostrado a ustedes. ¡Gracias a Dios, porque nos ha hecho un regalo tan grande que no tenemos palabras para expresarlo!.

Palabra de Dios.
(Biblia Dios Habla Hoy. Version Catolica).


SALMO 112 (111).

¡ALELUYA!
Feliz el hombre que honra al Señor
y se complace en sus mandatos.
Los descendientes del hombre honrado
seran bendecidos y tendran poder en la tierra.
En su casa hay abundantes riquezas,
y su generosidad es constante.
Brilla una luz en la oscuridad
para los hombres honrados,
para el que es compasivo,
clemente y justo.
El hombre de bien presta
con generosidad y maneja con
honradez sus negocios;
por eso jamas llegara a caer.
¡El hombre justo sera siempre recordado!.
No tiene miedo de malas noticias;
su corazon esta firme,
confiado en el Señor.
Su corazon esta firme; no tiene miedo,
y aun mira con burla a sus enemigos.
Reparte limosna entre los pobres,
su generosidad es constante,
levanta la frente con honor.
El malvado se enfurece al verlo;
en su impotencia rechina los dientes.
La ambicion de los malvados fracasara.
¡Aleluya!.

ORACION Y REFLEXION DE LOS FIELES.

Tal como nos dice San Pablo en esta lectura nuestra cosecha dependera siempre de cuanto hemos sembrado, y de que manera damos de lo que recibimos; podriamos preguntarnos si realmente damos de corazon. Nuestra iglesia necesita de nosotros para que pueda mantenerse y es por ello que la colecta que se recoge no puede tomarse como un evangelio o una Palabra de Dios que se comercializa.
Nuestros templos necesitan pagar ventilacion adecuada segun el clima, calefaccion, agua, electricidad, servicios, comida etc. En muchos paises a las iglesias se les cobra impuestos por lo que todos esos gastos tienen que ser hechos por las comunidades que se congregan en los mismos.
Hoy nos preguntamos ¿hasta que punto damos nuestro diezmo y lo damos de corazon?. Queridos hermanos todo lo que tenemos lo hemos recibido de Dios pidamosle a Dios que tambien nos de corazones generosos para poder compartir con los hermanos, porque cuando damos con amor asi mismo Dios nos ama a nosotros.
Rogamos para que esta exhortacion que nos hace San Pablo sea en cada uno de nosotros una luz que irradie y se expanda en toda la iglesia.
Porque Dios siempre nos cumple y llenara nuestros hogares de todas las riquezas espirituales y materiales que necesitamos.
Nuestras cosechas siempre seran abundantes. Seamos tambien agradecidos y demosle gracias por ser nuestro Dios que nos provee y que su misericordia es eterna.
Oremos como el salmista: Feliz el hombre que honra al Señor y se complace en sus mandatos, los descendientes del hombre honrado seran bendecidos y tendran poder en la tierra. En su casa hay abundantes riquezas, y su generosidad es constante. ¡Amen!. ¡Aleluya!. Gloria a Dios. ¡Aleluya!

PEDIDOS DE ORACION:

Padre Eterno y misericordioso te rogamos por la salud fisica, mental, emocional, espiritual de Marcias, Lisbeth, Vaithy, y Daniel para que por su Hijo Jesucristo vivan siempre plenos de tu amor y que la Santisima Virgen Maria junto con San Jose y toda su corte de santos Angeles les protejan y guarden siempre. Amen.

Rogamos por Xavier, Marianela, Kimberly, y Cheryl Ann para que siempre unidos en tu amor encuentren la salud en plenitud y puedan dar testimonio de tu grandeza y misericordia. Te rogamos para todos ellos la victoria en sus vidas, en su salud fisica, mental, espiritual y en sus proyectos. Amen.

Te pedimos por Luis Fernando para que el Espiritu Santo le guie en las transiciones que se originan en su trabajo a fin de que tu plan se haga segun tu voluntad para bien de el y su familia.

Te rogamos por Sor Hilda Herrera, que Dios tenga piedad de su sierva y le de la fortaleza, la paz, el gozo de seguir adelante en su mision encomendada siendo ejemplo de fe en su comunidad.

Te pedimos por Irene Aponte quien atraviesa por momentos dificiles en su vida, que el Espiritu Santo le de la plenitud para soportar las dificultades y salir victoriosa de ese trance. Amen.

Santisimo Jesus toma en estos momentos a Ileana Puello y pasa sanando todo su cuerpo, que encuentre en ti la respuesta a lo que hoy padece y por las llagas de tu cuerpo ella encuentre la cura a sus enfermedades. Te lo rogamos señor.

Te ruego por mi para que se haga tu voluntad en la venta de la  propiedad que se esta efectuando y que tus bendiciones vengan en mis proyectos para que se cumpla tu voluntad que es igual a tu misericordia. Que nuestra Madre Maria y San Jose desaten los nudos en mi vida y en la de mis hijos. Amen.

Te rogamos por todos los que reciben estas Promesas y las dan a conocer a otros, que nuestra Madre Maria Santisima desate todos los nudos que el enemigo ha colocado en sus vidas para que en plena libertad puedan acercarse a nuestro Padre Dios siendole fiel, generosos y glorificandole siempre para la gloria de JESUCRISTO, tu Hijo y Señor nuestro. Amen.

Te rogamos por la paz del mundo, por nuestro Papa Bendicto XVI, todos los sacerdotes, religiosos y religiosas para que llenos de fe  y guiados siempre por el Espiritu Santo conduzcan a la iglesia, tu pueblo santo por el camino de la salvacion que es el de tu Hijo Jesus quien es el camino, la verdad y la vida. Amen.

Por la paz del mundo, especialmente te imploramos por Venezula, que este 7 de Octubre en que se elige un nuevo presidente, le otorgues a sus habitantes la libertad perdida por un sistema totalitario que ya tiene 14 años en el poder y que ha generado divisiones, odios, presos polticos y corrupcion.
SÓLO LA ORACIÓN HECHA CON FE, NOS SALVARÁ DE ESTE SUNAMI QUE VIVIMOS
 
Poderosa, Radiante, Milagrosa y Victoriosa Madre eternamente Virgen María, te invocamos fervorosamente en este instante, aquí y ahora en este momento para que hagas el favor más noble, el prodigio de prodigios y realices el más grande de tus milagros.
Hacer a Venezuela libre.
Toma en tus manos todo su territorio, su gobierno, sus militares, su gente y libéralo de toda fuerza siniestra y destructiva, y no permitas que corra sangre venezolana por nuestras calles.
Amada Madre mía, detén el mal y disuélvelo, e instaura aquí el Reino de Dios, de la luz y su justicia.
En nombre de Dios, convoco las Fuerzas milagrosas de las miles de advocaciones de la Virgen María que existen en cada uno de los países del mundo entero, para que con su poder se introduzcan dentro del territorio venezolano y expulsen de aquí toda división, criminalidad, estancamiento, caos, delincuencia y a cambio traigan paz, unidad, justicia, armonía, respeto a la vida, orden, libertad y prosperidad.
Haz de cada uno de nosotros un apóstol del bien, un servidor responsable y comprometido con la patria para que esta sea la última vez que las fuerzas del mal, la injusticia, la miseria y el atraso quieran invadir nuestra amada tierra.
Amada Madre mía, envuelve a toda Venezuela, a mi familia, a mis vecinos, y a mi ciudad con la protección de la pureza y el concepto inmaculado de tu radiante presencia y envía un manto de rosas blancas al corazón de cada venezolano para que solamente sientan amor, porque Tú eres quien va a poner fin a esta crisis que por Ley Divina no nos pertenece.

                            EVANGELIO.

    Evangelio: Lucas 9, 7-9
"A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas?"
En aquel tiempo, el virrey Herodes se enteró de lo que pasaba y no sabía a qué atenerse, porque unos decían que Juan había resucitado, otros que había aparecido Elías, y otros que había vuelto a la vida uno de los antiguos profetas. Herodes se decía: "A Juan lo mandé decapitar yo. ¿Quién es este de quien oigo semejantes cosas? Y tenía ganas de verlo."


   Primera Lectura: Eclesiastés 1, 2-11
"Nada hay nuevo bajo el sol"
¡Vanidad de vanidades, dice Qohelet; vanidad de vanidades, todo es vanidad! ¿Qué saca el hombre de todas las fatigas que lo fatigan bajo el sol? Una generación se va, otra generación viene, mientras la tierra siempre está quieta. Sale el sol, se pone el sol, jadea por llegar a su puesto y de allí vuelve a salir. Camina al sur, gira al norte, gira y gira y camina el viento. Todos los ríos caminan al mar, y el mar no se llena; llegados al sitio adonde caminan, desde allí vuelven a caminar. Todas las cosas cansan y nadie es capaz de explicarlas. No se sacian los ojos de ver ni se hartan los oídos de oír. Lo que pasó, eso pasará; lo que sucedió, eso sucederá: nada hay nuevo bajo el sol. Si de algo se dice: "Mira, esto es nuevo", ya sucedi&oac ute; en otros tiempos mucho antes de nosotros. Nadie se acuerda de los antiguos y lo mismo pasará con los que vengan: no se acordarán de ellos sus sucesores.
 

                           Reflexión
 
REFLEXION DEL SANTO EVANGELIO: ¿Cuál es la imagen que tenemos de Jesús? En la Sagrada Escritura nos encontramos con diferentes respuestas a esta interrogante, y es muy importante el llegar a una definición personal sobre quién es y qué representa Jesús en mi vida. La respuesta de esta cuestión es la que define nuestro compromiso y adhesión a la fe. El evangelio nos dice que Herodes estaba desconcertado y se preguntaba quién era aquel hombre.
Con toda honestidad, ¿quién es y qué representa Jesús en tu vida?

 
REFLEXION DE LA PRIMERA LECTURA: Este pasaje del libro del Eclesiastés también llamado "Cohélet" nos presenta la superficialidad de todas las cosas. El sabio, por más que ha querido encontrar las respuestas de los grandes misterios que preocupan al hombre, como son: ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?, ¿cuál es el sentido de nuestra vida?, etc., sólo encuentra un cabal sentido en Cristo, ya que él mismo dijo: "Yo soy el camino, la verdad y la vida". Sí, cuando nuestra vida se desorienta, cuando se pierde el rumbo, nuestra única brújula para reencontrar el camino y para reencontrarnos es Dios. Ante él, todo lo demás es superficialidad, vanidad, no tiene sentido; las cosas que hoy son, mañana no serán, lo único que permanece es Dios.

Pon tu confianza en él, si miras sólo hacia abajo descubrirás un mundo que pasa; date tiempo en medio de tu agitado día para mirar también hacia arriba, hacia lo que no pasa, date tiempo en tu vida para pensar también en Dios.


 Señor, yo sé que mi vida sólo tiene sentido en ti, pues todo este camino en la tierra es simplemente vano. Te pido tu gracia para que mi paso por la tierra deje una huella que lleve hacia ti.

 Hoy revisaré qué cosas de mi día son verdaderamente vanas y sin sentido y las cambiaré por cosas de verdadero valor.

 Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón.
Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro.

        
                       SANTO DEL DIA.

San Vicente de Paul:
27 de Setiembre.


San Vicente de PaulNació en el pueblecito de Pouy en Francia, en 1580. San Vicente -cuyo nombre significa victorioso- solía decir, por experiencia propia, a los impacientes: "Tres veces hablé cuando estaba de mal genio y con ira, y las tres veces dije barbaridades". Por eso cuando le ofendían permanecía siempre callado, en silencio como Jesús en su Santísima Pasión".

El Ministro Gondi nombró al P. Vicente como capellán de las grandes regiones donde tenía sus haciendas, descubriendo con horror que los campesinos ignoraban totalmente la religión; que las pocas confesiones que hacía eran sacrílegas porque callaban casi todo, y que no tenían quién les instruyera.


Se consiguió un grupo de sacerdotes amigos, y empezó a predicar misiones por esos pueblos. La gente acudía por centenares y miles a escuchar los sermones se confesaban y enmendaban su vida. Fue ahí donde vio la necesidad de fundar la Comunidad de Padres Vicentinos, dedicada a instruir y ayudar a los más necesitados. La obra apostólica del santo se extendío velozmente fundando no sólo comunidades sino también grupos de caridad para ayudar e instruir a las gentes más pobres; sin embargo, para dirigir las misiones el santo vio la necesidad de que sean religiosas quienes lo ayudasen fundando la comunidad de las hermanas vicentinas a cargo de Santa Luisa de Marillac.


Murió el 27 de septiembre de 1660, a los 80 años de edad. El Santo Padre León XIII lo proclamó Patrono de todas las asociaciones católicas de caridad.

EL BEATO BARTOLO LONGO NOS DA ESTA NOVENA PARA CASOS DIFÍCILES:

¡Oh Santa Catalina de Siena, mi protectora y maestra! Tú que proteges a tus devotos cuando rezan el Rosario de María, asísteme en este instante, y dígnate rezar conmigo la Novena en honor de la Reina del Rosario, que ha colocado el trono de sus favores en el Valle de Pompeya, para que por tu intercesión obtenga yo la gracia que deseo. Así sea.

Luego se dice:

V. Dios, venid en mi ayuda.
R. Señor apresuraos a socorrerme.
V. Gloria al Padre y al hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre y por todos los siglos de los siglos. Así sea.

I. ¡Oh Virgen Inmaculada y Reina del Santo Rosario! en estos tiempos en que, apagada la fe en las almas, domina la impiedad, has querido levantar tu trono de Reina y Madre sobre la antigua Pompeya, morada de muertos paganos y desde aquel lugar, donde eran adorados los ídolos y demonios, Tú hoy, cual Madre de la divina gracia, derramas por doquiera los tesoros de las celestiales misericordias; ¡ah! desde aquel trono donde reinas vuelve, también a mí, oh María, esos tus ojos benignos, y ten piedad de mi, que tanto necesito de tu socorro. Muéstrate también conmigo cual te mostraste con tantos otros, verdadera Madre de misericordia, “Monstra te esse Matrem”, mientras de todo corazón Te saludo e invoco por mi Soberana y por Reina del Santísimo Rosario.

Dios Te salve, Reina, Madre de misericordia…

II. Mi alma rendida al pie de tu trono, oh grande y gloriosa Señora, te venera entre los gemidos y angustias que sobremanera la oprimen. En medio de las penas y agitaciones en que me hallo, levanto confiado los ojos hacia Ti, que te dignaste elegir para tu morada las campiñas de pobres y desamparados labriegos; y que frente a la ciudad y anfiteatro de deleites paganos, en donde reinan el silencio y las ruinas, cual Señora de las Victorias elevaste tu poderosa voz llamando de todas partes de Italia y del mundo católico a tus devotos hijos para que te levantasen un templo. ¡Oh! apiádate finalmente de está alma que yace aletargada bajo el polvo y las sombras de la muerte! Ten piedad de mi, ¡oh! Señora; ten piedad de mí que me hallo abrumado de miserias y humillaciones. Tú que eres exterminio de los demonios defiéndeme de los enemigos que me asedian. Tú que eres el Auxilio de los cristianos, sácame de las tribulaciones en que me hallo sumido. Tú que eres nuestra vida, triunfa de la muerte que amenaza mi alma en los peligros a que se halla expuesta. Devuélveme la paz, la tranquilidad, el amor, la salud. Así sea.

Dios Te salve, Reina, Madre de misericordia…

III. ¡Ay!… el oír que tantos han sido colmados de favores sólo porque a Ti acudieron con fe, me infunde nuevo aliento y valor para llamarte en mi socorro. Tú prometiste a Santo Domingo que el que deseara gracias las obtendría con tu Rosario; y yo con el Rosario en la mano, te llamo, oh Madre, al cumplimiento de tus maternales promesas. Aún más: Tú misma, oh Madre, has obrado continuos prodigios para excitar a tus hijos a que te levantaran un templo en Pompeya. Tú, pues, quieres enjugar nuestras lágrimas y aliviar nuestros afanes; y yo con el corazón en los labios, con fe viva te llamo e invoco: ¡Madre mía! ¡Madre querida! ¡Madre bella!… ¡Madre dulcísima, ayúdame! Madre y Reina del Santo Rosario, no tardes más en tender hacía mí tu poderosa mano y salvarme; porque la tardanza, como ves, me llevaría a la ruina.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia…

IV. ¿Y a quién he de acudir yo sino a Ti, que eres el alivio de los miserables, el refugio de los desamparados, el consuelo de los afligidos? ¡Ah, si; lo confieso: abrumada miserablemente mi alma bajo el enorme peso de las culpas, no merece más que el infierno y es indigna de recibir tus favores! Mas, ¿no eres Tú la esperanza de quién desespera, la poderosa Medianera entre Dios y el hombre, la Abogada ante el trono del Altísimo, el Refugio de los pecadores? ¡Ah, basta que digas una sola palabra en mi favor a tu divino Hijo, para que El te escuche! Pídele, pues, oh Madre, la gracia que tanto necesito… (se pide la gracia que se desea). Sólo Tú puedes obtenérmela. Tú que eres mi única esperanza, mi consuelo, mi alegría, mi vida. Así lo espero, así sea.

Dios Te salve, Reina, Madre de misericordia…

V. ¡Oh Virgen y Reina del Santo Rosario! Tú que eres la Hija del Padre celestial, la Madre del Hijo divino, la Esposa del Espíritu Santo; Tú que todo lo puedes ante la Trinidad Santísima, debes obtenerme esta gracia para mi tan necesaria, a no ser que sea de obstáculo para mi eterna salvación… (aquí se especifica la gracia que se desea). Te la pido por la Concepción Inmaculada, por tu divina Maternidad, por tus gozos, por tus dolores, por tus triunfos. Te la pido por el Corazón de tu amoroso Jesús, por aquellos nueve meses que lo llevaste en tu seno, por los trabajos y sinsabores de su vida, por su acerba Pasión y Muerte de Cruz, por su santísimo Nombre y por su sangre preciosísima. Te la pido, finalmente, por tu dulcísimo Corazón, por tu glorioso Nombre, ¡oh María! que eres Estrella del mar, Señora poderosísima, Puerta del paraíso y Madre de todas las gracias. En Ti confío.., todo lo espero de Ti: Tú me has de salvar. Así sea.

Dios Te salve, Reina, Madre de misericordia…

V. Hazme digno de alabarte, oh Virgen Sagrada.
R. Dame fortaleza contra tus enemigos.
V. Ruega por nosotros, Reina del Santísimo Rosario.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

ORACIÓN. Oh Dios, cuyo Hijo Unigénito con su vida, muerte y resurrección nos adquirió el premio de la salvación eterna, concedenos, os suplicamos, que meditando estos misterios en el Santísimo Rosario de la bienaventurada Virgen María, imitemos las virtudes que contienen y alcancemos los bienes que prometen. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Así sea.

 

         NOVENA DE ACCIÓN DE GRACIAS:

El Beato Bartolo Longo con la Cruz del Santo Sepulcro

V. Oh Dios, venid en mi ayuda.
R. Señor, apresuraos a socorredme.
V. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Así sea.

I. Heme aquí a tus plantas, ¡oh Madre Inmaculada de Jesús!, que gozas al ser llamada Reina del Rosario del Valle de Pompeya. Con regocijo de mi corazón, y con el ánimo henchido de la más viva gratitud, vuelvo a Ti, mi generosa Bienhechora, mi dulce Señora, Soberana de mi corazón, pues te has mostrado como verdadera Madre mía, Madre que inmensamente me ama. Yo te supliqué, con gemidos y lágrimas, y Tú me consolaste; yo me hallaba en duros aprietos, y Tú me devolviste la paz. Dolores y congojas mortales oprimían mi corazón, y Tú, oh Madre, desde tu trono de Pompeya con una piadosa mirada me tranquilizaste. ¡Ah! quién se dirigió a Ti con confianza y no fue escuchado ¡Oh, si todo el mundo conociera cuán buena y compasiva eres con quien sufre, todas las criaturas acudirían a Ti! Seas pues para siempre bendita, oh Virgen soberana de Pompeya; bendita para siempre de mí y de todos, de los hombres y de los ángeles, en la tierra y en el cielo. Así sea.

Dios Te salve, Reina, Madre de misericordia…

II. Doy gracias a Dios y a Ti, Madre mía, por los nuevos beneficios que por tu piedad y misericordia me han sido concedidos. ¿Qué hubiera sido de mi si Tú hubieras rechazado mis suspiros y lagrimas?. Por mí te tributen gracias los ángeles del Paraíso, y los coros de los apóstoles, de los mártires, de las vírgenes y de los confesores; por mí te den gracias también tantos pecadores por Ti salvados, que ahora gozan en el cielo de la visión de tu inmortal belleza. ¡Ojalá conmigo te amaran las criaturas todas, y el mundo entero se hiciera eco de mis agradecimientos! Por tantos favores recibidos, ¿qué podría yo devolverte, oh Reina, llena de piedad y magnificencia? La vida que me queda yo la consagro a Ti, para propagar por doquiera tu culto, oh Virgen del Rosario de Pompeya, por cuya merced el Señor me visitó con, su gracia. Promoveré la devoción de tu Rosario, narraré a todos la misericordia que me alcanzaste, predicaré siempre lo buena que fuiste conmigo para que los indignos y pecadores, como yo, acudan Ti con confianza.

Dios Te salve, Reina, Madre de misericordia…

III. ¿Con qué nombres te saludaré, candorosa paloma de paz? ¿Con qué título te invocaré, cuando los doctores te llamaron: “Señora de lo criado, Puerta de la vida, Templo de Dios, Alcázar de luz, Gloria de los cielos, Santa entre los santos, Paraíso del Altísimo?”. Tú eres la tesorera de las gracias, la omnipotencia suplicante; diré más, la misericordia de Dios, que se derrama abundantemente sobre los desdichados. Pero sé también que es dulce a tu corazón el ser llamada Reina del Rosario del Valle de Pompeya; y llamándote así, siento la dulzura de tu místico nombre ¡oh Rosa del Paraíso, trasplantada al Valle de lágrimas para suavizar las penas de los tristes desterrados hijos de Eva!. Tú eres la rubicunda Rosa de caridad, más fragante que todos los aromas del Líbano, que en tu valle con perfume de celestial suavidad elevas los corazones de los pecadores a Dios. Tú la Rosa de eterna frescura que, regada por las aguas celestiales, echaste raíces en un terreno asolado por una lluvia de fuego. Tú la Rosa de inmaculada belleza que del sitio de desolación hiciste jardín ameno de las delicias del Señor. ¡Ensalzado sea Dios, que ha hecho tan admirable tu nombre! ¡Bendecid pueblos, el nombre de la Virgen da Pompeya, pues rebosa la tierra de su misericordia!

Dios Te salve, Reina, Madre de misericordia…

IV. Sumergido por la tempestad, desde el fondo del abismo levanté mis ojos a Ti ¡oh nueva estrella de esperanza, aparecida en nuestros días sobre el Valle de las ruinas! Desde la más intensa amargura, levanté mi voz a Ti, Reina del Rosario de Pompeya, y experimenté el poder de este título, de Ti tan querido. ¡Dios te salve, clamaré siempre, salve oh Madre de Piedad, mar inmenso de gracias, océano de bondad y compasión! Las nuevas glorias de tu Rosario, las recientes victorias de tu corona, ¿quién dignamente podrá cantarlas? Al mundo insensato que se arranca de los brazos de Jesús para entregarse en los de Luzbel, Tú le proporcionaste la salvación en aquel mismo Valle, donde Satanás devoraba a las almas. Tú hollaste triunfadora las ruinas de los templos paganos, y sobre sus escombros asentaste la grada de tu excelso trono. Tú, trocaste las playas de muerte en Valle de resurrección y de vida, y sobre la tierra que dominaba tu enemigo, edificaste la ciudadela de refugio, a donde se acogen los pueblos para hallar su amparo y salud. Allí tus hijos, dispersos por el mundo te levantaron un trono, como monumento de tus portentos y trofeo de tus misericordias. Desde aquel Trono me llamaste a mí también para admitirme entre los hijos de tu predilección; sobre mí, pobrecillo, se detuvo la mirada de tu clemencia. ¡Benditas sean por eternidad de eternidades tus obras oh Señora; y benditos para siempre todos los prodigios que obraste en el Valle del exterminio y de la desolación!

Dios Te salve, Reina, Madre de misericordia…

V. Todas las lenguas ensalcen tus glorias, ¡oh Señora!, y el tenue crepúsculo vespertino transmita a la clara aurora los dulces acordes de nuestras bendiciones. Todas las gentes Te llamen venturosa, y venturosa repitan las riberas del mar y la inmensidad de los cielos. Tres veces bienaventurada te llamaré con los Ángeles, Arcángeles y Principados; tres veces bienaventurada con las Potestades angelicales, con las Virtudes de los ciclos, con las Dominaciones soberanas. Dichosísima te pregonaré con los tronos, los Querubines y los Serafines. ¡Oh Soberana y Salvadora mía! No dejes de fijar tu mirada compasiva sobre mi familia, mi Patria y toda la Iglesia. Particularmente te suplico no me niegues la mayor de las gracias, esto es, la de que mi fragilidad no me aparte nunca jamás de Ti. Haz en fin, que todos los que cooperamos a la grandeza de tu Santuario de Pompeya, seamos del número de los escogidos.

¡Oh Santo Rosario de mi Madre, te estrecho contra mi pecho y con reverencia te beso! (aquí besa cada uno su rosario), Tú eres vía para llegar a todas las virtudes; tesoro de méritos para el paraíso; prenda de predestinación; inquebrantable cadena que sujeta al enemigo; manantial de paz para los que te honran en vida augurio de la victoria para los que te besan en la hora de la muerte! En aquella hora postrera yo te espero, oh Madre mía; tu presencia será la señal de mi salvación, y tu Rosario me franqueará las puertas del cielo. Así sea.

Dios Te salve, Reina, Madre de misericordia…

V. Ruega por nosotros, Reina del Santísimo Rosario.
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
ORACIÓN. ¡Oh Dios y Padre de Nuestro Señor Jesucristo! que nos habéis enseñado a acudir a Vos con confianza y llamaros Padre Nuestro que estás en los cielos; ¡ah! bondadoso Señor, de quien es propio el usar siempre de misericordia y perdonar, por la intercesión de la Virgen Inmaculada, oíd propicio a los que nos gloriamos del título de hijos del Rosario; mirad con agrado nuestro humilde tributo de acción de gracias por los dones recibidos; y el trono que levantasteis en el Santuario de Pompeya, volvedlo cada día más glorioso e imperecedero; por los merecimientos de de Nuestro Señor Jesucristo Así sea.


EXPLICACION DE LAS Novenas a Nuestra Señora del Rosario de Pompeya, del Beato Bartolo Longo



PARA CASOS DIFICILES Y DE ACCIÓN DE GRACIAS.
En el mes de Julio de 1879, el abogado Bartolomé Longo, consumido por la enfermedad, acordó acceder a los numerosos pedidos de componer una fórmula de plegaria para Nuestra Señora de Pompeya, dictando como su último trabajo y testamento, una Novena para alcanzar de la Virgen las gracias en los casos más desesperados; y cuando la enfermedad se lo permitía, casi sin fuerzas, se arrastraba hasta llegar a la capilla provisional, y ante la imagen taumaturga iba corrigiendo su trabajo, bañándolo en lágrimas que brotan de sus ojos.

Vea aquí la historia de la Advocación: NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE POMPEYA, ITALIA ( 7 DE OCTUBRE)

El 15 de agosto, día en que en nombre del Papa, fue colocada sobre la sagrada cabeza de la Virgen la riquísima corona de oro y piedras preciosas, el ilustre abogado se encontraba peor que nunca, postrado en el lecho. Perdidas las esperanzas de curación, suplicó que, como último remedio, llevaran la milagrosa imagen a su cuarto. Los que le rodeaban decían con befa que si sanaba, entonces creerían en los milagros de la Virgen. El se dirigió a Santa Catalina de Siena, diciendo con confianza: ¡Querida Santa! yo he escrito de Vos en los Quince Sábados, que os quejáis desde el Cielo por los pocos que acuden a Vos para recibir gracias como si en el Cielo hubiera disminuido el poder que acá en la tierra os concedió el Señor. Y. ¿cómo mis lectores darán fe a mis palabras, si yo que las escribí no soy el primero en recibir la gracia? Y ¿cómo creerán en los milagros de la Virgen de Pompeya si ella deja morir, a aquél que los publica y promueve la edificación de su templo?

Hacia la media noche abrió los ojos, habiendo desaparecido la fiebre juntamente con el dolor agudo de la nuca y espalda, y los primeros rayos del naciente día hirieron agradablemente sus pupilas, que desde mucho tiempo no podían soportar la luz. Y el historiador de las maravillas de Pompeya, el instrumento de los designios de María, vivió y vive sosteniendo el enorme peso de las obras de Pompeya, y de la publicación de dos periódicos.

La Santísima Virgen se dignó aceptar el humilde trabajo que en honor suyo hiciera el Abogado, y apareciéndose a la hija del Comendador Agrelli, después de curarla de una grave enfermedad, la dijo: Cada vez que desees alguna gracia hazme tres novenas rezando los quince misterios del Rosario y otras tres novenas en acción de gracias.

Miles y miles de personas, no solamente en Europa, sino en América, Africa y hasta en la China e Indias, consiguieron después por este medio innumerables dones y milagros, como así consta en documentos dignos de fe y certificados médicos, que pueden leerse en el periódico Il Rosario e la Nuova Pompei.

Desde 1879 hasta 1893, es decir, en los primeros catorce años, se publicaron dos millones y medio de ejemplares, llegando en el día a 344 las ediciones hechas. La rapidez de esta difusión ¿no es una prueba evidente de su eficacia?

El año 1889 escribió también el mismo Abogado la novena en acción de gracias, la que cuatro años después, o sea en 1893, ya había llegado a cuarenta ediciones de 10.000 ejemplares cada una.

¡He aquí por lo menos 40.000 gracias concedidas en cuatro años por la Stma.

NOTA: Hemos querido dejar a ustedes estas novenas y devociones para que sean dadas a conocer y recitarlas con fe segun sus necesidades. Gracias por ser parte de nuestra mision evangelizadora.