domingo, 7 de diciembre de 2008

HIMNO DE ACCION DE GRACIAS.

ECLECIASTICO. 51: 1-12.
Te doy gracias, Rey y Señor,
te alabo, Oh Dios mi salvador,
a tu nombre doy gracias
Porque fuiste mi protector y mi auxilio,
y libraste mi cuerpo de la perdición,
del lazo de una lengua traicionera,
de los labios que urden mentiras;
frente a mis adversarios
fuiste mi auxilio y me libraste,
por tu inmensa misericordia y tu nombre glorioso,
de las dentelladas de los que iban a devorarme,
de la mano de los que buscaban mi vida,
de las muchas tribulaciones que he sufrido,
de las llamas sofocantes que me envolvían,
de un fuego que yo no había encendido,
de las entrañas del abismo,
de la lengua impura, de la palabra mentirosa,
-calumnia de una lengua injusta ante el rey-
Yo estaba a punto de morir,
mi vida tocaba el abismo profundo.
Por todas partes me asediaban y nadie me auxiliaba,
buscaba a alguien que me ayudara y no había nadie.
Entonces me acordé, Señor, de tu misericordia,
y de tus obras que son desde siempre,
de que tú sostienes a los que esperan en ti,
y los salvas de la mano de los enemigos.
Y desde la tierra elevé mi plegaria,
supliqué ser librado de la muerte.
clamé al Señor, padre de mi Señor;
"No me abandones en el día del peligro,
cuando mandaban los orgullosos, y estoy indefenso.
Alabaré tu nombre sin cesar,
cantaré himnos de acción de gracias".
Y mi oración fue escuchada,
pues tú me salvaste de la perdición,
y me libraste de aquel momento.
Por eso te daré gracias y te alabaré,
bendeciré el nombre del Señor.
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Palabra de Dios . Te alabamos y cantamos himnos en tu honor.
Aleluya!

Meditación:  Hoy festejamos el segundo domingo de Adviento,
nos preparamos con un corazón dispuesto a la espera, de que 
Jesús nazca en nosotros, que su luz irradie nuestras vidas. Porque
solo tú, tienes palabras de vida eterna. Solo tú cambias  nuestros
corazones, y nos libras de los errores que nos oprimen.
Tú Señor, de quien esperamos la paz en este mundo, la reconciliación 
de las familias, sabemos que sí abrimos nuestros corazones, tu entraras
en ellos y seremos uno contigo, como tu y el Padre eterno son uno 
solo. Así pues cantando himnos en tu honor esperamos que esta 
celebración, no sea una mas, sino que abiertos a tu luz podamos
cambiar nuestras vidas, y libres de todo lo que nos ata, podamos
con tu luz y tu Espíritu Santo cambiar este mundo. Así sea. Amén.
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Hermanos, hoy les pedimos meditar mucho sobre estos momentos
que vivimos: niños, jóvenes, mujeres, hombres, que se han convertido
en criminales, en terroristas. odios raciales, crisis políticas y financieras. 
Vemos a muchos hermanos que en el mundo pierden sus hogares, 
sus vidas en las guerras, encarcelados políticos, países gobernados por dictadores. 
Cada día el mal, los odios y la mentira nos acorralan y esclavizan. 
La avaricia, la lujuria, la injusticia, el orgullo, el egoísmo, nos tiene 
acorralados. 
Acaso no conoce alguno de ustedes un familiar, un amigo, un vecino 
que este padeciendo alguno de estos males?. 
Acaso nos es hora ya de clamar desde la tierra, a Dios misericordioso, 
que oiga nuestro clamor y que en este momento que nos 
acercamos a celebrar las navidades, o nacimiento del niño Jesús 
nos regale la paz, y la luz que encienda a este mundo de amor 
y reconciliación. Que se prenda en cada ser humano la tolerancia, 
la armonía y la dulzura de saber que tú, oh Señor, nos lo estas 
ofreciendo sí abrimos nuestra vida para que la hagas plena 
y fructífera.
Hermano, te ruego de que le pongas música a este himno de acción 
de gracia, lo cantes siempre. Sí lo hacemos tengamos la
certeza que Dios, nos otorgará la victoria.
Te sugerimos copiarlo, y cantarlo mientras vas a trabajar, cuando 
estés en tus tareas domésticas, cuando caminas, en fin cantando
se ora dos veces. Y se dice que cuando en la tierra se le canta 
a Dios en el cielo se oye. Y las bendiciones vendrán como
una lluvia suave y hermosa que llenara de plenitud a toda la 
humanidad.
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Esta semana partió a la patria celestial, una bellísima mujer, 
a quien tuve la dicha de conocer: Dolores de Romero, 
Se fue a la casa del Padre. Días antes le dijo a uno de sus hijos,
que estaba preparada para emprender ese viaje sin retorno.
Tenía 94 años; para mí y para los que tuvimos la suerte
de conocerla fue una inspiración, ejemplo de ejemplos. 
Hoy, estamos seguras que en el cielo hubo fiesta, porque
una hija de Dios vivió en esta tierra con fe, con valentía,
inspirando a los que se acercaban a ella.
Amó, amó mucho, y ese amor lo seguirá enviando desde el cielo
para que su jardín, que fueron sus hijos, siga floreciendo. Elevamos
pues una oración y le rogamos a la Virgen María y a San José,
la llevé a su Hijo Jesús. Así sea Amén.
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Pedimos a todos inviten a muchos de sus parientes y amigos
a inscribirse en esta página, Así mismo le pedimos a los sacerdotes
que las reciben, Tomar parte activa en ella, para orar por las intenciones
de nuestros hermanos que solicitan oraciones. Dios les bendiga.
Gracias.