viernes, 11 de noviembre de 2011

A PARTIR DE SU RESURRECCIÓN FUE CONSTITUIDO HIJO DE DIOS CON PLENOS PODERES.


ROMANOS 1. 2-4.
2. Por medio se los profetas, Dios ya lo había prometido en las santas Escrituras. Es el mensaje que trata de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, quien nació, como hombre, de la descendencia de David, pero a partir de su resurrección fue constituído Hijo de Dios con plenos poderes, como espíritu santificador.
Palabra de Dios.
ORACION Y REFLEXCIÓN DE LOS FIELES.
Padre eterno y misericordioso, de nuevo acudimos a ti, en estos momentos de tanta descomposición y crisis de valores en el mundo. Solo tú ¡Oh buen Dios! Puedes detener la guerra que ya está decretada por la dureza de los corazones de los gobernantes del mundo. Tu, amado Señor, que nos diste a tu Hijo Jesucristo, un descendiente de David tu siervo, pero que a partir de su resurrección le diste plenos poderes y es el único santo, te rogamos que nos protejas a tu santa iglesia católica de esta catástrofe que el mundo vive. Sabes bien que es una catástrofe moral, espiritual, de valores. Nos hemos excedido en lo que es malo, en lo que nos destruye, en lo que a ti te ofende y te desagrada. No nos hemos arrepentido de nuestro mal proceder. Nos has dado dones que no hemos sabido administrar, nos has dado sacramentos que tampoco hemos aprovechado y ejercido bien. Nuestras conciencias estan llenas de maldad y es así como esparcimos la corrupcion por el mundo. Ni siquiera somos modelo de un buen vivir para nuestros hijos y jóvenes. Los medios y la tecnologia solo nos llevan a la confusión y al pecado porque no los utilizamos para sembrar el bien y crear conciencias limpias. El enemigo esta haciendo que tus hijos que creaste para ser santos sean llevados a la destrucción y a la muerte.  Tu que eres el Dios de la vida y que has hecho todo para salvarnos nos dices que estas cansado de nuestra desobediencia. Hoy te rogamos que no nos castigues como merecen nuestros pecados porque tu poder es infinito para todos los que creemos en ti y podamos alcanzar la salvacion. Ya que el evangelio nos muestra de que manera tu ¡oh Dios! nos haces justos por la fe de principio a fin. Y recalcas en tu Palabra que “El justo por la fe vivirá”.
Acrecienta Señor en estas horas de catástrofe que vive la humanidad entera nuestra fe, la esperanza, la caridad, la humildad. Tu Señor desde que creaste al mundo nos enseñaste y nos diste la certeza y la seguridad de que tu poder es infinito y nunca tendrá fin. Sabemos que los malvados, porque así lo dice tu Palabra no tienen disculpas. Pues aunque han conocido a Dios, como nos enseña San Pablo,no han honrado a Dios, ni le han dado gracias. En lugar de buscar la verdad de Dios han buscado la mentira y se han hechos de dioses falsos, honran y adoran las cosas creadas por Dios pero no honran a Dios mismo, que las creó y que merece por siempre la alabanza  y la Gloria. Amen.

EVANGELIO DEL DIA
¿ Señor, a quién iremos?. Tú tienes palabras de vida eterna. Jn 6, 68

viernes 11 Noviembre 2011
Viernes de la XXXII Semana del Tiempo Ordinario

Santo(s) del día : San Martín de Tours

Ver el comentario abajo, o clic en el título
Santa Faustina Kowalska : «Quien pierda su vida, la salvará»

Evangelio según San Lucas 17,26-37.
En los días del Hijo del hombre sucederá como en tiempos de Noé. 
La gente comía, bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca y llegó el diluvio, que los hizo morir a todos. 
Sucederá como en tiempos de Lot: se comía y se bebía, se compraba y se vendía, se plantaba y se construía. 
Pero el día en que Lot salió de Sodoma, cayó del cielo una lluvia de fuego y de azufre que los hizo morir a todos. 
Lo mismo sucederá el Día en que se manifieste el Hijo del hombre. 
En ese Día, el que esté en la azotea y tenga sus cosas en la casa, no baje a buscarlas. Igualmente, el que esté en el campo, no vuelva atrás. 
Acuérdense de la mujer de Lot. 
El que trate de salvar su vida, la perderá; y el que la pierda, la conservará. 
Les aseguro que en esa noche, de dos hombres que estén comiendo juntos, uno será llevado y el otro dejado; 
de dos mujeres que estén moliendo juntas, una será llevada y la otra dejada". 

Entonces le preguntaron: "¿Dónde sucederá esto, Señor?". Jesús les respondió: "Donde esté el cadáver, se juntarán los buitres".


Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.



Leer el comentario del Evangelio por :

Santa Faustina Kowalska (1905-1938), religiosa
Diario, § 1230

«Quien pierda su vida, la salvará»
Oh día eterno, día deseado,
te espero con anhelo e impaciencia,
ya dentro de poco el amor soltará el velo,
y tú te volverás mi salvación.

Oh día espléndido, momento incomparable,
en que veré por primera vez a mi Dios,
Esposo de mi alma y Señor de los señores,
siento que el temor no abrazará mi alma.

Oh día solemnísimo, día resplandeciente,
en que el alma conocerá a Dios en su poder,
y se sumergirá entera en nuestro amor,
y conocerá que han pasado las miserias del destierro.

Oh día feliz, día bendito,
en que mi corazón se incendiará de amor eterno hacia Ti,
porque ya ahora Te siento, aunque a través del velo,
tú, Oh Jesús, en la vida y en la muerte eres mi éxtasis y encanto.

Oh día que espero durante toda mi vida.
Y te espero a Ti, oh Dios,
ya que deseo solamente a Ti,
sólo Tú estas en mi corazón y lo demás es nada.

Oh día de delicias, de eternas dulzuras,
Oh Dios de gran Majestad, Esposo mío,
Tú sabes que nadie satisface el corazón de una virgen,
apoyo mi sien sobre tu dulce Corazón.

Entre asesinar o salvar en nombre de Dios
Por José Andrés-Gallego
MADRID, jueves 27 octubre 2011 (ZENIT.org).- De nuevo en De la otra memoria, el historiador José Andrés-Gallego ofrece una historia de humanidad en medio de la barbarie irracional que estalla en los conflictos armados. Con modos poco ortodoxos, un buen cura rural salvó unas cuantas vidas en su pueblo.
*****
En el pasado mes de octubre, se celebraron unas jornadas sobre Los mártires del siglo XX en la Conferencia Episcopal Española. Las primeras ponencias se centraron en una idea capital: la de que fue una época de martirio para cristianos de las más variopintas confesiones. El profesor Roccucci --de una de las universidades romanas- abrió boca con el recuerdo de lo ocurrido en Rusia entre 1917 y 1939 y otro profesor no menos romano ni menos prestigioso --Fidel González- no dudó en evocar a los portugueses que fueron víctimas propiamente religiosas en la persecución que comenzó tras la revolución de 1910 y a los cristeros mexicanos asesinados en los años veinte. Y ésas no son más que unas pocas muestras. Quien se quiera asomar a la magnitud de ese hecho hallará una buena ventana en el libro de Andrea Riccardi El siglo de los mártires (Plaza & Janés, 2001).
Lo que a mí me correspondió fue explicar la relación que pudo haber entre todo ese enorme conjunto y lo sucedido en España entre 1936 y 1939. Y eso fue lo que me propuse. Para un historiador –la verdad sea dicha- no es tarea difícil. Hay multitud de estudios sobre la historia de las explicaciones que se daban en esos mismos días para justificar o, al menos, disculpar la violencia. En España, tuvieron importancia especial las mismas que en el resto de Occidente; sobre todo estas dos: una, la idea de que la religión es el opio del pueblo; la otra, que “el Estado burgués” se apoya en el Ejército y la Iglesia como pilares principales y es preciso, por tanto, destruir uno y otra si se quiere lograr la libertad universal.
En España, no tuvieron un peso semejante, en cambio, las ideas racistas de exterminio. Pero, como contrapartida, hubo quienes mataron a otros en el nombre de Dios, y no sólo en defensa propia o de terceros. En la retaguardia de los dos bandos, hubo demasiados cobardes que no se jugaron la vida en el frente, sino que se armaron para matar a quienes no estaban armados. Y –algunos- incluso se atrevieron a invocar el nombre de Dios. Esta sección, ya sé, no ha nacido para recordar ese hecho. Pero, en estos días, un campesino de Castilla a quien conozco de hace mucho me ha hecho llegar una historia que me conmueve enormemente, y eso por el protagonista –el cura de su pueblo- y por el empleo que hizo, en 1936, del nombre de Dios. Les pido que la acepten con la serenidad y la comprensión con que la escuchó hace ahora una semana un cardenal de la Iglesia en Roma, adonde tuve que ir en esos días.
El pueblo es Rioseco –uno de tantos pueblos que, en España, se llaman “Rioseco”-; también allí llegaron los “valientes” de retaguardia y mataron a dos vecinos que se consideraban del otro bando. El asesinato causó estupor en la comarca; uno de ellos era un zapatero ambulante, conocido y querido en todo el entorno. Su muerte fue el revulsivo que sirvió para que la gente de aquellos pueblos tomase conciencia de que el horror de la guerra había llegado, al cabo, hasta allí.
También tomó conciencia del horror el cura de Rioseco, que era un joven fornido, grande y fuerte, además de mañoso. Iba a cazar con los vecinos y pasaba por ser de los mejores, si es que no era el mejor. Tenía una escopeta que parecía milagrosa. Todo obliga a pensar que sintió la más santa (y aguda) de las iras al enterarse de lo que había ocurrido.
Al cabo de unos días, los “valientes” se presentaron nuevamente en Rioseco, a buscar gente que no fuese muy “ortodoxa”, aunque no se declarase de izquierdas. El campesino que lo cuenta lo relaciona con su propio padre y la media docena de jóvenes que no iban a misa. El cura, que lo supo, armó la escopeta; salió a buscar a los “valientes”; se plantó frente a ellos; les apuntó con el arma y les dijo: “Me c… en Dios que no os lleváis ni a uno más”. No se llevaron ni uno más.
Quizás en otro artículo busque un ejemplo semejante del otro bando. Ahora déjenme que guarde silencio. Lo merece aquel cura (y, sobre todo, Dios).Blog: joseandresgallego.wordpress.com

BIOETICA:
Lo que merece el enfermo terminal.
Demos al enfermo terminal todo lo que merece y todo lo que pida de modo legítimo
Autor: Fernando Pascual | Fuente:

Dejemos de lado, por un momento, la palabra “eutanasia”. Porque con ella algunos dicen una cosa y otros otra. Fijemos, entonces, nuestra atención en el enfermo, en sus deseos y temores, en su fragilidad y su dolor, en su dependencia cada vez mayor de las manos y de la honestidad del equipo médico.

¿Qué merece un enfermo? Merece que sea visto siempre como un ser humano. 
Pase lo que pase, conserva siempre su dignidad. Posee un valor inmenso, con unas necesidades 
muy grandes en su cuerpo y, no hay que olvidarlo, en su espíritu.

Merece, por lo mismo, ser respetado en sus deseos legítimos y ser atendido en su enfermedad. 
Aunque sea un enfermo “terminal” al que le quedan pocas semanas de vida, su mirada, su corazón, 
su fragilidad, han de ser tratados con pericia y, sobre todo, con cariño.

No podemos despreciarle o dejarle de lado. Aunque cueste dinero, aunque ocupe una cama y aparatos 
muy sofisticados, aunque su acercamiento a la muerte nos lleve a pensar que sería mejor “adelantar” su muerte. Nunca será justo actuar contra su vida y contra sus derechos fundamentales.

Dentro del marco del respeto, el enfermo o, cuando él no pueda hablar, sus familiares, tiene el derecho 
de decir “basta” ante tratamientos que no sean capaces de curarle y que alarguen dolorosamente su camino hacia la muerte. No es justo “ensañarse” contra sus deseos y probar en un cuerpo herido aparatos y métodos que sólo sirven para prolongar, unos días o meses, una vida cuando el enfermo dice “ya déjenme morir en paz”.

No nos confundamos: no es matar a un enfermo el suspender tratamientos que el mismo enfermo ya no desea de modo razonable, porque los considera excesivos o porque acepta que la vida merece rendirse ante el proceso de una enfermedad incurable. En cambio, sí es matarlo quitarle tratamientos necesarios para su supervivencia y pedidos por el mismo enfermo, si éste considera que vale la pena alargar unas semanas o unos meses su existencia terrena.

Por lo tanto, los tratamientos que no curan y que prolongan la lenta agonía del enfermo pueden ser suspendidos. En ese caso, habrá que mantener aquellas atenciones mínimas que todo ser humano merece: alimentación, hidratación, limpieza, tratamiento del dolor a través del uso de calmantes o antidoloríficos.

Demos al enfermo terminal todo lo que merece y todo lo que pida de modo legítimo. No pensemos nunca en acelerar su muerte, pero tampoco alarguemos sus sufrimientos con tratamientos inútiles que un enfermo ya no desee. De este modo, mantendremos el respeto a su dignidad y a su autonomía legítima, mientras le ofrecemos todo aquello que pueda ayudarle un poco en los últimos días de su existencia entre nosotros.

  
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OREMOS POR:
La conversión de los gobernantes y lideres de este mundo, para que su arrpentimiento sea en espíritu y en verdad, te lo rogamos Señor Jesús que tu poder y tu misericordia les de corazones de carne y trabajen para tu reino. Amen.
Te rogamos por Maria Magdalena Ferrari quien se encuentra pasando por una situación delicada en su salud. Señor Jesús que tu sangre se una a la de tu amada hija Maria Magdalena y laves con tu sangre poderosa las celulas de todo su cuerpo y limpies en ella cualquier enfermdad. Te lo rogamos Señor.
Te rogamos por todos los niños y jóvenes y todos los enfermos de sida, de cancer, de violencia, de homsexualidad, por los no nacidos por las almas del purgatorio, para que tu misericordía y tu inmeso amor se manifieste en cada uno de ellos. Te damos gracias y te alabamos y bendecimos por todos estos Milagros. Amen.
Te imploramos por  la paz del mundo y por la paz en cada familia  porque solo así podremos ser llenos de tu Gloria santa. Amen.
Queremos darte gracias por la sanación que hiciste con los enfermos que fueron sanados por tu gran misericordia, como es el caso de la hermana de Rafael Padovani. Gracias Señor Jesús.
Te damos gracias y te labamos porque nos has dado a la Hermana Francisca de Los Angeles quien en Maracaibo, Venezuela, hace que los que a ella acuden sean sanados con tu poder y los dones que le has dado a  esta sierva tuya. La Hna Francisca de 94 años de edad sigue  llevando tu Palabra, tu alegria y tu paz a todos los que a ella acuden. Trabaja incansablemente para sembrar tu Reino de Amor en todos nosotros. Te rogamos que nos la dejes  mucho tiempo mas y que tu poder en ella se manifieste en todos los que a ella se acercan en persona o en la distancia. Gracias Señor. Y como a ella te rogamos por todos los siervos a quienes has dado poder de proclamar tu palabra, concediéndoles poder de profesía, sanación y actuas a traves de ellos para ser tus instrumentos.  Gracias por todos ellos y por los santos que sabemos tienes en esta tierra actuando con poder.
Padre Nuestro que estas en los cielos Santificado sea tu reino hagase tu voluntad aqui en la tierra como en el cielo. El pan de cada dia danoslo hoy y perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación, mas libranos de todo mal . Amen.
Dios te salve Maria llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre ¡oh Jesús!. Santa María, Madre de Dios ruega por nosotros los pecadores ahora y en la ahora de nuestra muerte Amen. Gloria al Padre, Gloria al HIJO y Gloria al Espíritu Santo, Como eras en un principio, lo es ahora y siempre por los siglos de los siglos : Amen.
Te rogamos por todos los hermanos que reciben Las Promesas a traves de esta página, Concedeles que sean preservados del maligno, cuidalos y que todas sus necesidades y sus peticiones les sean concedidas, te rogamos por ellos y por la salud fisica, mental y espiritual de todos y cada uno de ellos y de sus familias y comunidades. Amen.

 GRACIAS POR RECIBIR LA PALABRA DE DIOS Y TE AGRADECEMOS AYUDARNOS A LLEVARLA A OTROS HERMANOS ENVIANDOLES LA INVITACION DE SUBSCRIBIRSE A ESTA PAGINA CONSAGRADA A  JESUS, JOSE Y MARIA SANTISIMA.  PARA LA GLORIA DE DIOS PADRE, HIJO Y ESPIRITU SANTO . AMEN