sábado, 28 de enero de 2012

LO QUE NOS HACE IMPUROS.

San Marcos 7: 14-23.
LO QUE NOS HACE IMPUROS:
14: Luego Jesús llamó a la gente, y dijo: 
-Escúchenme todos, y entiendan: 15 Nada de lo que entra de afuera puede hacer impuro al hombre. Lo que sale del corazón del hombre es lo que lo hace impuro.
17 Cuando Jesús dejó a la gente y entró en la casa, sus discípulos le preguntaron sobre esta enseñanza. 18 Él les dijo:
-¿Así que ustedes tampoco lo comprenden?¿No entienden que nada de lo que entra de afuera puede hacer impuro al hombre, 19 porque no entra en el corazón, sino en el vientre, para después salir del cuerpo?.
Con esto quiso decir que todos los alimentos son limpios. 20 Dijo también:
-Lo que sale del hombre, eso sí lo hace impuro. 21 Porque de adentro, es decir, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, la inmoralidad sexual, los robos, los asesinatos, 22 los adulterios, la codicia, las maldades, el engaño, los vicios, la envidia, los chismes, el orgullo y la falta de juicio. 23 Todas esas cosas malas salen de adentro y hacen impuro al hombre.
Palabra de Dios.

ORACIÓN Y REFLEXION DE LOS FIELES:
¿Cuántos de nosotros hemos escapado de esta impureza que nos sale de adentro y que tanto daño, dolor y lágrimas nos causa?. Hoy Jesús nos sigue enseñando como lo hizo ayer con sus discípulos. ¿Cuántas veces hemos meditado sobre la necesidad de dejar estos vicios, la envidia, los chismes, el orgullo, la codicia, la maldad, los robos, los asesinatos y toda esa falta de juicio que  nos he llevado a tener un mundo llenos de injusticias, de guerras, de pervertidas acciones que nos producen la muerte del alma, del cuerpo.? 
Los medios de comunicación acentúan y reafirman todas esas indignas maneras de proceder, contaminan las mentes de los niños, jóvenes, adolescentes, continuando así que la sociedad este tan impura. De allí salen y seguirán saliendo los dirigentes y líderes de las naciones, perpetuando la impureza de las acciones que nos seguirán llevando a las guerras, a la violencia y a no tener paz en el mundo.
¿Es que acaso no podremos reflexionar sobre esta manera de vivir?
¿Es que acaso no nos basta con lo que desde hace siglos venimos sembrando y que seguimos cosechando como las enfermedades de la humanidad? Solo con ver el dolor de las madres que pierden a sus hijos, producto de las drogas, de la desorientación sexual, las mentiras esparcidas a través de gobernantes, líderes y medios de comunicación, en la confusión de religiones que mal interpretan la Palabra de Dios y que solo logran apartar de la fe a los hijos de Dios, bastaría para que  comenzáramos, al menos a meditar con seriedad esta enseñanza de Jesús.
Hermanos en Cristo Jesús es hora de dar un salto hacia adelante y comprometernos a  lograr un cambio. A tomar en serio esta enseñanza y a meditar diariamente y cada día que estamos haciendo para sanar y enfrentar con verdadera fe y con el poder de Dios a todos los que nos quieren mantener en esta posición de ser parte de una sociedad violenta y cuya única finalidad es mantenernos en esclavitud, lejos del Amor de Dios. Hot oramos juntos para que Dios Padre, se apiade  y nos conceda la gracia de grabar en nuestros corazones y en nuestras mentes el verdadero Amor y seamos así fieles a su Hijo Jesús nuestro Señor. Padre danos el Espíritu Santo y graba en nuestros corazones y en nuestras mentes tus pensamientos para ser nuevas criaturas y que la gloria de Jesucristo tu Hijo se manifiesta en todos nostros. Amén.

"VEN ESPIRITU SANTO,
RESPIRA EN MI, OH ESPIRITU SANTO,
PARA QUE SEA SANTO MI PENSAR,
IMPELEME, OH ESPIRITU SANTO,
PARA QUE SEA SANTA MIA MI ACTITUD.
ATRAEME, OH ESPIRITU SANTO,
PARA QUE YO AME LO QUE ES SANTO.
FORTALECEME, OH ESPIRITU SANTO,
PARA QUE YO PROTEJA LO QUE ES SANTO.
PROTEJEME , OH ESPIRITU SANTO,
PARA QUE JAMAS PIERDA LO QUE ES SANTO.
AMEN.
(Oración de San Agustin).

EVANGELIO DE HOY:
sábado 28 Enero 2012
Sábado de la tercera semana del tiempo ordinario
Santo(s) del día : Santo Tomás de Aquino
Santa Teresa del Niño Jesús : Jesús dormía

Evangelio según San Marcos 4,35-41.
Al atardecer de ese mismo día, les dijo: "Crucemos a la otra orilla".
Ellos, dejando a la multitud, lo llevaron a la barca, así como estaba. Había otras barcas junto a la suya.
Entonces se desató un fuerte vendaval, y las olas entraban en la barca, que se iba llenando de agua.
Jesús estaba en la popa, durmiendo sobre el cabezal.
Lo despertaron y le dijeron: "¡Maestro! ¿No te importa que nos ahoguemos?". Despertándose, él increpó al viento y dijo al mar: "¡Silencio! ¡Cállate!". El viento se aplacó y sobrevino una gran calma.
Después les dijo: "¿Por qué tienen miedo? ¿Cómo no tienen fe?".
Entonces quedaron atemorizados y se decían unos a otros: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".
Extraído de la Biblia, Libro del Pueblo de Dios.
Leer el comentario del Evangelio por :

Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897), carmelita descalza, doctora de la Iglesia
Manuscrito Autobiográfico A, 75 v° - 76 r°

Jesús dormía.
Antes de hablarte de esta prueba, madre querida, debería haberte hablado de los ejercicios espirituales que precedieron a mi profesión. Esos ejercicios, no sólo no me proporcionaron ningún consuelo, sino que en ellos la aridez más absoluta y casi el abandono fueron mis compañeros. Jesús dormía, como siempre, en mi navecilla.
¡Qué pena!, tengo la impresión de que las almas pocas veces le dejan dormir tranquilamente dentro de ellas. Jesús está ya tan cansado de ser él quien corra con los gastos y de pagar por adelantado, que se apresura a aprovecharse del descanso que yo le ofrezco. No se despertará, seguramente, hasta mi gran retiro de la eternidad; pero esto, en lugar de
afligirme, me produce una enorme alegría...
Verdaderamente, estoy lejos de ser santa, y nada lo prueba mejor que lo que acabo de decir. En vez de alegrarme de mi sequedad, debería atribuirla a mi falta de fervor y de fidelidad. Debería entristecerme por dormirme (¡después de siete años!) en la oración y durante la acción de gracias. Pues bien, no me entristezco... Pienso que los niños agradan tanto a sus padres mientras duermen como cuando están despiertos; pienso que los médicos, para hacer las operaciones, duermen a los enfermos. En una palabra, pienso que «el Señor conoce nuestra masa, se acuerda de que no somos más que polvo».
Mis ejercicios para la profesión fueron, pues, como todos los que vinieron después, unos ejercicios de gran aridez. Sin embargo, Dios me mostró claramente, sin que yo me diera cuenta, la forma de agradarle y de practicar las más sublimes virtudes.
He observado muchas veces que Jesús no quiere que haga provisiones.
Me alimenta momento a momento con un alimento totalmente nuevo, que encuentro en mí sin saber de dónde viene... Creo simplemente que Jesús mismo, escondido en el fondo de mi pobre corazón, es quien me concede 
la gracia de actuar en mí y quien me hace descubrir lo que él quiere que haga en cada momento.

ORACION POR LOS ENFERMOS:
Yo confío en Ti, Padre Celestial y te ofrezco los Corazones Unidos de Jesús y María, las triunfantes y sangrantes llagas de Jesús, y las lágrimas de María, nuestra amada Madre Celestial.
Te entrego mis pensamientos, palabras, obras, acciones, mis células, sanguíneos, nervios, glándulas, huesos y órganos, con los corazones de Jesús y María. Señor, que se haga tu Santa Voluntad. Amén.
Jesús, María, os amo, salvad almas.

ENSEÑANZA DE HOY:
¿Dios o el Diablo?
Si creo en Dios es para entregarme a El de todo corazón, no temblando de miedo, sino saltando de alegría.
Autor: André Manaranche | Fuente: Libro preguntas jóvenes a la vieja fe
I.Tus preguntas sobre Dios.
¿Dios o el Diablo?
A veces, la gente dice: «fulanito no cree ni en Dios ni en el diablo.» Colocan, así, a los dos en el mismo cesto, lo cual es un grave error, porque, aunque admita sin dudarlo la existencia del diablo, no creo en él de la misma manera que creo en Dios. A Este me entrego por completo, al diablo, no. Además, si creo en Dios es porque admito mucho más que su simple existencia, cosa que también el diablo es capaz de hacer (Santiago 2,19). Si creo en Dios es para entregarme a El de todo corazón, no temblando de miedo, sino saltando de alegría. No juegues, pues, con el verbo «creer» sin saber bien lo que dices.

Te hablo de ello porque, hoy en día, muchos jóvenes no saben ya a qué Dios entregarse, si: al benéfico o al maléfico. Es curioso, porque en nuestra Iglesia ya casi no se menciona al diablo para nada, si no es para definirle como un mito de los tiempos pasados o un fantasma para retrasados mentales, incapaces de distinguir lo religioso de lo psicológico. Incluso algunos teólogos han llegado a dudar de la capacidad de Jesús para clarificar este problema.

Sin embargo, tú estás oyendo hablar de Satanás continuamente, en tus revistas y periódicos llenos de vampiros, brujos, magos y otras especies. Pero, en estas publicaciones, el diablo deja de ser un ángel caído al que Jesús desenmascara y domina, y María aplasta con su calcañal, para convertirse en una cuasi-divinidad, en un competidor de Dios. Por eso, bastantes jóvenes rinden culto a Satanás como el poder que compite con el del Creador.

Estoy recordando a Gabriel, un joven hippie que confesaba a su amiga Elena que él veneraba al mal como la fuerza superior a todas las demás. Por eso llevaba un pequeño ataúd colgando del cinturón. Piensa en Mónica, que un día, a la vuelta de unas convivencias espirituales, decide dar su medalla de la Virgen al primer joven que se encuentre en el metro. Y así lo hace. Pero el joven al que le entrega la medalla se queda sorprendido y, al verla, le contesta: «lo siento, mi Dios es Satán.» Y, pensándolo un poco, añade: «sin embargo, la voy a guardar; así comprobaré quién de los dos es más fuerte.» ¡Espero que María haya defendido su causa y la de su Hijo!»
Esta confusión nos viene desde la noche de los tiempos. En latín, «sagrado» significa al mismo tiempo «bendito» y «maldito». En griego, la palabra «daimon» también significa las dos cosas. De hecho, es la palabra que Pablo utiliza en el Areópago para llamar «religiosos» a los atenienses (Hechos 17,22). Además, hay cultos paganos en los que no se sabe exactamente a quién se reza. En este sentido, Pablo es muy claro: ~ ciertas inmolaciones hechas a los ídolos son hechas, en realidad, al mismo demonio (1 Corintios 10,20). Cuando un hombre pide a la «divinidad» que le ayude a vengarse de su enemigo, que le convierta en un superman invulnerable e inmortal, o que le descubra los secretos del mundo, no puede dirigirse más que al diablo. Sólo Mefistófeles puede escuchar la oración de Fausto. Una oración que, por otra parte, es incapaz de atender, porque el diablo miente más que respira. Así lo hizo con Jesús, cuando le llevó a la cima del monte y le dijo: «te daré todo ese poder y esa gloria, porque me lo han dado a mí y yo lo doy a quien quiero; si me rindes homenaje, todo será tuyo» , (Lucas 4,6).

No creo que tú caigas en tales exageraciones, pero algunas de tus preguntas versan sobre Satán:
- ¿Cree en el diablo?
-¿El demonio es más fuerte que Dios? ¿Cuál es su poder exacto?
-¿cómo pudo Satanás atacar al propio Jesús?
-¿Qué es el anticristo?

El tema te preocupa. Puede que incluso conozcas a algún compañero con teorías y practicas raras. El satanismo es, a mismo tiempo, un error sobre Satanás, cuyo poder se magnifica, y un error sobre Dios, al que se asimila a un poder anónimo, capaz de hacer el bien y el mal. En el fondo, ciertos jóvenes confunden la religión con la conquista (iba a decir captura) y la explotación de un poder. Están dispuestos a pagar cualquier precio por ello, aunque sea un precio exorbitante y alienante como el don de su alma al diablo. Y este pacto les destruye Por eso, el exorcista tiene que identificar al demonio, conocer su nombre y el pacto establecido, para poder liberar al endemoniado.

Amigo mío, no confundas al Padre de Jesús con un dinamismo impersonal, ni la gracia con una posesión diabólica. Es Cristo que vive en ti (Gálatas 2,20) no destruye tu personalidad. El Otro que te dirige a donde tú no quieres ir (Juan 21,18) no te viola ni te violenta. Lejos de deteriorar tu ser, la vida divina lo restaura. Lejos de coartar tu libertad, la gracia la reclama y la activa. No eres el juguete de un mago ni el autómata de un sabio maldito. Jesús no tiene esbirros; sus servidores son sus amigos (Juan 15,15).

La Renovación del Paganismo
« ¿Quién es más fuerte, Dios o Goldorack?», Preguntas. Cuánta angustia se esconde bajo este lenguaje aparentemente infantil! La angustia, es decir, el miedo inherente a todo paganismo.
Y no exagero. Me ciño a las encuestas más recientes. Ya te he dicho que del 74 por 1 00 de jóvenes españoles cree en Dios, el 46 por 1 00 cree en un Dios personal; el 27 por 100, en un Espíritu o fuerza vital, mientras el 18 por 100 es incapaz de identificar al ser o a la fuerza cuya existencia reconoce. Por otra parte, los no creyentes definen su ateísmo en función de las respuestas dadas por los creyentes: niegan la divinidad (mal entendida) que estos últimos reconocen. De ahí que un de las preguntas que planteas de distintas formas sea: «¿Cómo puede saber que Dios nos quiere?». Para hablar de un Dios que nos ama es necesario que ese Dios sea personal. ¡Soy incapaz de imaginarme la ternura que podría sentir hacia mí un espíritu cósmico!

Un Dios impersonal 

En la actualidad, como antaño en la tierra de Canaán, lo divino es una energía anónima que puede cumplir diversas y múltiples funciones: hacer llover, conceder hijos, hacer germinar el trigo, ganar una guerra, curar..., etc. Cada santuario tiene su especialidad, como las distintas oficinas de la Administración. El rito no es una oración en el sentido judeo-cristiano, es decir, la súplica confiada dirigida a un verdadero padre, sino el medio infalible para obligar a la divinidad, siempre que se haga correctamente y respetando la tradición. Lo divino es también una realidad misteriosa a la que hay que sorprender por medio de una serie de técnicas adivinatorias, ya que el conocimiento de ese saber oculto proporciona un poder que ya no se encuentra en la magia, sino en la gnosis.

De ahí que no haya oración ni vida espiritual. Sólo el Dios amor puede abrirnos su intimidad para que la compartamos con el. El don y la gracia constituyen lo más específico del judeo-cristianismo.

Tampoco hay pecado, es decir, rechazo total de la ternura de Dios. El pagano se muerde los dedos, pero no conoce la contrición y cree que la divinidad es como una especie de corriente eléctrica de alta tensión a la que es mejor no acercarse.

De ahí que el hombre tenga que reencarnarse, es decir, cambiar de «casa» las veces que le sean necesarias para que ¿y después? Si existe un «después» (algunos partidarios ( la reencarnación no lo estiman necesario), no tiene nada que ver con una comunión, con un «ser con Cristo» (Filipenses 1,23; Tesalonicenses 4,17), sino una supervivencia difusa y muy definida, de tipo cuantitativo y sin ternura alguna. ¡Cuánta angustia y cuántas ganas de huir hay que tener para que esta débiles imágenes puedan alimentar una esperanza!

Un Dios que despersonaliza 

El universo neopagano también despersonaliza al hombre. En el Canaán de la Biblia, para hacer llover, germinar nacer, los paisanos practicaban la prostitución sagrada. Cuando lo divino es anónimo, la mujer también; Dios se reduce a su poder y la mujer a su fecundidad.
En nuestros días, la prostitución ya no está relacionada con la religión. Pero, para algunos, la oración se reduce a un: serie de técnicas corporales y psicológicas destinadas a crea el vacío en uno mismo. Se buscan posiciones, se controla la respiración y se repiten unas palabras, para fundirse en un gran todo inmóvil. Los que han vuelto desde las riberas de Ganges a las del Jordán han dado testimonio del carácter destructor de estos métodos, en los que caen ciertos cristianos. He visto, en Bélgica, un cartel con una larga lista de todos lo Monasterios católicos en los que se practicaba y enseñaba el Zen.

Otros confunden el éxtasis con esos estados segundos que se pueden alcanzar por la danza, la droga o el ayuno. Pero, ¿se puede provocar el éxtasis? ¿Constituye éste el último peldaño de la perfección? «Prefiero la monotonía del sacrificio, decía la pequeña Teresa, al éxtasis. Cristo es mi amor y toda mi vida.» Ella lo había entendido. Si Dios es Amor, la santidad no puede ser más que la perfección de la caridad. Los místicos católicos lo han repetido por activa y por pasiva. Si, cuando estoy rezando, me entero de que hay alguien que está hambriento, es preferible interrumpir la oración y socorre verdadero Dios no despersonaliza; al contrario, esta pendiente de cada persona.

En cuanto al cielo, no es la disolución de los individuos, la pérdida de la conciencia. Dios, en su eternidad, permanece atento activo: «no duerme, ni descansa, el guarda Israe1» (Salmo 121,4). La comunión trinitaria no suprime la distinción de las tres Personas divinas. En su reposo, el Padre no cesa de engendrar al Hijo en el Espíritu; la vida bulle y circula sin estancarse, es dada y recibida sin cesar. La felicidad no es soporífera, sino alegre y radiante. Es verdad que el cielo sigue siendo misterioso para nosotros, pero conocemos lo suficiente para saber en qué consiste «la bienaventurada esperanza». No impedir a Dios que me ame, ni privar a los demás de que les debo, intentando desaparecer.

Y así se termina éste nuestro primer diálogo, en el que hemos abordado las cuestiones más importantes por eso valía la pena detenerse un poco más. Espero que no te hayas cansado demasiado. Toma un respiro y reza un buen rato conmigo para agradecer a Dios la gracia recibida.

Al Dios que está por encima de todo lo creado, sólo podíamos llamarle ¡el Desconocido!

Bendito seas por esa voz
que sabe tu Nombre, que viene de ti,
y hace posible que nuestra humanidad te dé gracias.
Tú, a quien ningún hombre ha podido ver, te vemos coger tu parte de nuestros sufrimientos.
¡Bendito seas por haber mostrado, sobre el Rostro bien amado del Cristo ofrecido a nuestras miradas, tu inmensa gloria!
Tú, a quien ningún hombre escucho, Nosotros te escuchamos, palabra enterrada En nuestro interior. ¡Bendito seas por haber sembrado en el universo que hay que consagrar, palabras que todavía hablan hoy y nos construyen!
Tú, a quien ningún hombre ha tocado, nosotros te hemos cogido: el Árbol fue levantado en medio de la tierra.
¡Bendito seas por haber puesto entre las manos de los más pequeños, este Cuerpo en el que no cabe tu corazón de Padre!»

La Doctora Patricia Faccio nos ha enviado este mensaje desde Costa Rica:
Cuando sientes el mundo sacudirse alrededor tuyo, quédate firme en los pies de la fe. Muchas veces hay terremotos en la vida de nosotros. Cuando seres queridos mueren, o perdemos algo realmente precioso para nuestras vidas. Cuando somos derrotados y enfrentamos las adversidades de vivir. Es en estos momentos que la fe debe ser completa. No solamente la fe en un ser supremo, sino también la fe en uno mismo, en la capacidad ilimitada de todos nosotros de superar obstáculos. La fe en el destino, de que cada escena en la vida de uno tiene mucho que enseñar. La fe en que después de la noche más oscura vendrá el día más brillante.

¡Sembrando Las Promesas, les da las gracias por visitar nuestra pagina y llevarla a otros hermanos en el mundo que necesitan de conocer quien es verdaderamente nuestro Dios y rogamos a la Santísima Virgen María y a San Jose para intercedan siempre por todos nosotros y nos ayuden a lograr los cambios que la humanidad requiere para vivir en paz y llenos del Amor de Dios en nuestras vidas. Amen. Que San Miguel Arcángel y toda la corte de Santos ángeles nos acompañen siempre y nos protejan de todo peligro. Así sea para que todos podamos alabar y bendecir y glorificar a Jesús Nuestro Señor y Salvador.