martes, 28 de febrero de 2012

HUMÍLLENSE DELANTE DEL SEÑOR, Y ÉL LOS ENALTECERÁ

HUMÍLLENSE DELANTE DEL SEÑOR, Y ÉL LOS ENALTECERÁ.
Santiago 4. 1-10

LA AMISTAD CON EL MUNDO:

¿De dónde vienen las guerras y las peleas entre ustedes? Pues de los malos deseos que siempre están luchando en su interior. Ustedes quieren algo y no lo obtienen; matan, sienten envidia de alguna cosa, y como no la pueden conseguir, luchan y se hacen la guerra. No consiguen lo que quieren porque no se lo piden a Dios; y si se lo piden, no lo reciben porque lo piden mal, pues lo quieren para gastarlo en sus placeres. ¡Oh gente infiel! ¿No saben ustedes que ser amigos del mundo es ser enemigos de Dios? Cualquiera que decide ser amigo del mundo, se vuelve enemigo de Dios. Por algo dice la Escritura: "Dios ama celosamente el espíritu que ha puesto dentro de nosotros". Pero Dios nos ayuda más con su bondad, pues la Escritura dice: "Dios se opone a los orgullosos, pero trata con bondad a los humildes." Sométanse, pues, a Dios. Resistan al diablo, y este huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes. ¡Límpiense las manos, pecadores! ¡Purifiquen sus corazones, ustedes que quieren amar a Dios y al mundo a la vez! ¡Aflíjanse, lloren y laméntense! ¡Que su risa se cambie en lágrimas y su alegría en tristeza! Humíllense delante del Señor, y él los enaltecerá.

¡Palabra de Dios! ¡Te alabamos Señor!

ORACION Y REFLEXION DE LOS FIELES:

Padre celestial te agradecemos por tus bendiciones y por habernos regalado tantos beneficios inmerecidos. Nos diste a San José como nuestro padre y a la Santísima Virgen María como madre que siempre están a nuestro lado intercediendo, rogando por nosotros para que en humildad nos alejemos de los placeres del mundo y nos consagremos a ti purificando nuestros pensamientos, acciones y nuestra forma de vivir. Hoy con humildad te suplicamos nos ayudes a vivir para ti, a poder ser fuertes para resistir las tentaciones y al enemigo. Padre eterno con tu misericordia infinita te suplicamos que nos proveas la gracia de serte fieles, de acercarnos a ti con corazones humildes y sinceros.
Nosotros que vivimos en el mundo donde la maldad impera, donde las guerras arrastran cruelmente a las naciones, humildemente te suplicamos que todos estos santos que en su vida en esta tierra lucharon por causas nobles, justas y llenas de amor hasta el martirio rueguen por nosotros y por la sangre de tu Hijo Jesus nos des amor, paz, salud del cuerpo, del alma, del espíritu. Ese espíritu que tu amas y que pusiste dentro de nosotros nos conduzca siempre con la ayuda de los santos, y de los ángeles creados por ti para protegernos del maligno. Te lo pedimos humildemente para todos los hermanos que nos han solicitado oraciones para los enfermos de cáncer, leucemia, diabetes, artritis, por los no nacidos, por los jóvenes y adolescentes que son presas fácil dentro de la confusión que el mundo les ofrece llevándoles por caminos errados. Rogamos por el Papa Benedicto XVI en sus viajes y misión pastoral, por todos los sacerdotes, religiosos y religiosas, el cuerpo místico de la iglesia, por los medios de comunicación y comunicadores a fin de que trabajen honestamente en pro de conducir a un nuevo cambio social donde tu Verdad se manifiesta y sea trasparencia real en los pueblos. Colocamos en tus manos por la intercesión de Maria Santísima, San Jose, San Benedicto, San Expedito, San Roman y todos los santos por la conversión de los pecadores, por la paz del mundo y por la reconciliación de todas las familias.  Que tu Amor inmenso y tu luz alumbre nuestros hogares, y por todos nuestros hermanos  que reciben y visitan la siembra de estas promesas que publicamos para glorificar tu nombre y dar a conocer tu palabra. Amen.

EVANGELIO DE HOY:

En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: «Al orar, no repitan ustedes palabras inútiles, como hacen los paganos, que se imaginan que cuanto mas hablen mas caso les hará Dios. No sean como ellos, porque su Padre ya sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan. Ustedes deben orar así: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu Voluntad así en la tierra como en el cielo. Nuestro pan cotidiano dánosle hoy; y perdónanos nuestras deudas, así como nosotros hemos perdonado a nuestros deudores; y no nos dejes caer en tentación, mas líbranos del mal’. Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras ofensas».
(Mt 6,7-15).

En el pasaje del Evangelio de hoy, Jesús nos muestra que tan íntimamente nos ama nuestro Padre. En la primera lectura, nosotros vemos a nuestro Padre recordarnos que cualquier cosa que él ha prometido hacer por nosotros (prometido en su Palabra), él lo hará verdaderamente por nosotros. ¿Por qué dudamos de esto?
La duda viene de la información incompleta: Recibimos nuestras primeras imágenes de cómo es Dios por nuestro padres humanos y otras figuras de autoridad (incluyendo a las madres). Siendo que hasta el mejor de los padres imito a Dios imperfectamente y nos amó insuficientemente, nuestro conocimiento del amor de Dios el Padre es insuficiente.
Cuándo nosotros hacemos la oración del "Padre Nuestro"- si realmente ponemos atención a las palabras, orando desde nuestros corazones en vez de recitando de un tirón las palabras como paganos balbuceando - entonces nos abrimos a su amor completo. Cada parte de esta oración, que Jesús aprendió de sus propias experiencias con el Padre, es una prescripción para una relación íntima con nuestro Papá celestial.
Como un ejercicio espiritual para esta Cuaresma, reza "El Padre Nuestro" lentamente, línea por la línea, reflejando en cómo cada parte te conecta al amor del Padre que te ama perfectamente, completamente e incondicionalmente.
Al final de esta lectura del Evangelio, Jesús nos ofrece la llave que abre el poder del amor de nuestro Padre. No es por accidente que él da instrucción adicional para sólo una parte de esta oración: "Si tú perdonas las ofensas de los demás, tu Padre celestial te perdonará las tuyas". El NO perdonar cierra nuestros corazones al amor. Cuándo la puerta esta cerrada, no estamos abiertos a recibir amor, ni siquiera el amor perfecto de nuestro Padre.
Es por esto que Jesús nos dijo que rezáramos a nuestro Padre en vez de a MI Padre o a EL Padre. Estamos todos juntos en esto. Nuestro Padre es el Padre de Jesús. Es una oración de comunidad. Cuándo nosotros lo rezamos a solas, Jesús es nuestro compañero de oración.
Cuando lo rezamos en la iglesia, estamos unidos a todos los hijos de Dios. ¿Cómo podemos amar a Dios al negarnos a amar a alguien que el ama profundamente? Entre más dispuestos estamos a amar a los demás - incluyendo a los que son muy difíciles de amar -más abrimos nuestros corazones al amor de nuestro Padre.
Y entre más nos abrimos al amor de nuestro Padre, más amor tenemos para compartir con los demás.
Reflexión de las Buenas Nuevas Autora Terry Módica
Martes de la Primera Semana de Cuaresma.

SANTO DE HOY:
SAN ROMÁN
Abad

(+460)

Son escasas las noticias que han llegado hasta nosotros de este ilustre ermitaño y célebre fundador de Monasterios, sobre todo de su juventud y formación intelectual. Parece que apenas tenía estudios pero sí gozaba de una sabiduría e inteligencia nada comunes y que en su hogar familiar había recibido una esmerada educación cristiana que, a pesar de las no pocas dificultades por las que el trajín de la vida le arrastró, jamás llegó a olvidar.

Su vida se mueve en aquellos años tan difíciles cuando el Imperio Romano de Occidente se desmorona y cuando los pueblos bárbaros venidos del norte de Europa amenazan avasallarlo todo. De hecho reina la barbarie y la desolación. El cristianismo que hace poco ha conocido los aires de la libertad, al poder celebrar sus actos fuera de las catacumbas, encuentra ahora este enemigo al que tan sólo le interesa el materialismo y la barbarie, polos opuestos a la dulzura y valores eternos que predica la fe de Jesucristo.

La Divina Providencia iba dirigiendo los pasos de Román y poco a poco le hacía ver que aquella vida que llevaba no podía satisfacer ni llenar las ansias de su corazón. Estaba dotado de un carácter vivo, fogoso y expansivo. Por otra parte también le arrastraba la soledad y la entrega a Dios en el silencio y la oración. ¿Quién vencerá la batalla?

Es ordenado sacerdote en Besancón por el ilustre Hilario de Arlés en tiempos tan difíciles para la Iglesia. No por cobardía, sino por necesidad interior, renuncia a todas las prebendas que podía ofrecerle su Ordenación sacerdotal y se retira a la soledad para vivir la vida eremítica. Allí pasa unos años no teniendo otra compañía que los árboles, las plantas y algunos animales. Toda su jornada la pasa entregado a la oración, a la mortificación y hace también algunos trabajos manuales.

Pronto se enteran algunos hombres, igual que él hambrientos de vida de mayor entrega al Señor, y le piden los acepte en su compañía... Así van echándose los cimientos de aquel género de vida que llamará la atención por aquellos alrededores y que será foco de virtudes cristianas. Román conocía bien la vida y escritos de los Padres del Desierto de Egipto, la Tebaida, etc... y pensó que, sin abandonar su Patria, en la misma Galia, podía él y los suyos organizar el mismo género de vida que aquellos Padres... De aquí surgió su célebre convento de Condat que será después la semilla de otros muchos Monasterios o una especie de lauras aglutinadas en torno al abad o padre espiritual de todo el Monasterio.

Cierto día se sumó a aquellos monjes el mismo hermano de Román, llamado Lupicino, que después también será inscrito en el Catálogo de los Santos. Entre los dos llevaban la dirección del Monasterio. Lupicino era más fogoso que Román y a veces era un tanto duro en las penitencias que él se imponía y quería también para los demás. Entonces aparecía Román, y con su gran bondad, traía la paz y descargaba a los monjes de penitencias exageradas.

Gracias al buen hacer de Román no hubo nunca excisiones en el Monasterio y todos vivían como verdaderos hermanos, teniendo, como dice el libro de los Hechos "un mismo sentir y siendo todo común entre ellos".

Román también supo ser duro e intransigente con los príncipes y nobles cuando veía que los derechos humanos y de la Iglesia eran pisoteados por ellos. Condat se había convertido en una de las escuelas más famosas de su tiempo y de allí salían fervorosos misioneros y trabajadores para todo los campos en la viña del Señor. Famosos se hicieron aquellos cenobios por su sabiduría, copia de códices, enseñanza de idiomas antiguos, composición de preciosos tratados de vida espiritual y obradores de muchos prodigios. Lleno de méritos expiraba el año 460.
Texto de: la Parroquia "Sagrada Familia" ( Diócesis Tui - Vigo - España )

LA INTERCESION DE LOS SANTOS ES REAL Y VERDADERA:
En su encíclica Deus Caritas Est, el Papa Benedicto XVI señaló
que los santos siguen haciendo en el cielo lo que hicieron en la tierra:
“La vida de los Santos no comprende sólo su biografía terrena, sino
también su vida y actuación en Dios después de la muerte. En los
Santos es evidente que, quien va hacia Dios, no se aleja de los hombres,
sino que se hace realmente cercano a ellos”.27
Escuchar a Dios se convierte en vivir con Dios y lleva de la fe al amor, al descubrimiento del otro. Benedicto XVI


EL ARCHIVO SECRETO VATICANO SALE A LA LUZ.

Ciudad del Vaticano, 28 febrero 2012 (VIS).-Mañana será inaugurada, en los Museos Capitolinos de Roma, la muestra “Lux in Arcana: el Archivo Secreto Vaticano se revela”, organizada por el propio Archivo con ocasión del IV centenario de su fundación. En la muestra, que podrá visitarse hasta el próximo 9 de septiembre, se expone un centenar de originales y preciosos documentos de los siglos VIII al XX, entre ellos la carta de los miembros del Parlamento inglés al Papa Clemente VII sobre la causa matrimonial del rey Enrique VIII; la Bula de excomunión contra Martín Lutero; el proceso contra la Orden de los Templarios en Francia; y la carta de santa Bernardette Soubirous, la vidente de Lourdes, al Papa Pío IX.

Ramillete espiritual: «Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.» Mt. 7, 13
Ramillete espiritual del 29: «Estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.» Mt. 7, 14

ORACION, AYUNO Y MISERICORDIA SON INSEPARABLES:
De los sermones de San Pedro Crisólogo, obispo y Padre de la Iglesia.
La oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe.
Tres son, hermanos, los resortes que hacen que la fe se mantenga firme, la devoción sea constante, y la virtud permanente. Estos tres resortes son: la oración, el ayuno y la misericordia. Porque la oración llama, el ayuno intercede, la misericordia recibe. Oración, misericordia y ayuno constituyen una sola y única cosa, y se vitalizan recíprocamente.
El ayuno, en efecto, es el alma de la oración, y la misericordia es la vida del ayuno. Que nadie trate de dividirlos, pues no pueden separarse. Quien posee uno solo de los tres, si al mismo tiempo no posee los otros, no posee ninguno. Por tanto, quien ora, que ayune; quien ayuna, que se compadezca; que preste oídos a quien le suplica aquel que, al suplicar, desea que se le oiga, pues Dios presta oído a quien no cierra los suyos al que le súplica.
Que el que ayuna entienda bien lo que es el ayuno; que preste atención al hambriento quien quiere que Dios preste atención a su hambre; que se compadezca quien espera misericordia; que tenga piedad quien la busca; que responda quien desea que Dios le responda a é1. Es un indigno suplicante quien pide para si lo que niega a otro.
Díctate a ti mismo la norma de la misericordia, de acuerdo con la manera, la cantidad y la rapidez con que quieres que tengan misericordia contigo. Compadécete tan pronto como quisieras que los otros se compadezcan de ti.
En consecuencia, la oración, la misericordia y el ayuno deben ser como un único intercesor en favor nuestro ante Dios, una única llamada, una única y triple petición.
Recobremos con ayunos lo que perdimos por el desprecio; inmolemos nuestras almas con ayunos, porque no hay nada mejor que podamos ofrecer a Dios, de acuerdo con lo que el profeta dice: Mi sacrificio es un espíritu quebrantado: un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias. Hombre, ofrece a Dios tu alma, y ofrece la oblación del ayuno, para que sea una hostia pura, un sacrificio santo, una víctima viviente, provechosa para ti y acepta a Dios. Quien no dé esto a Dios no tendrá excusa, porque no hay nadie que no se posea a si mismo para darse.
Mas, para que estas ofrendas sean aceptadas, tiene que venir después la misericordia; el ayuno no germina si la misericordia no lo riega, el ayuno se torna infructuoso si la misericordia no lo fecundiza: lo que es la lluvia para la tierra, eso mismo es la misericordia para el ayuno. Por más que perfeccione su corazón, purifique su carne, desarraigue los vicios y siembre las virtudes, como no produzca caudales de misericordia, el que ayuna no cosechará fruto alguno.
Tú que ayunas, piensa que tu campo queda en ayunas si ayuna tu misericordia; lo que siembras en misericordia, eso mismo rebosará en tu granero. Para que no pierdas a fuerza de guardar, recoge a fuerza de repartir; al dar al pobre, te haces limosna a ti mismo: porque lo que dejes de dar a otro no lo tendrás tampoco para ti.
Fuente: Del Oficio de Lectura, Martes III de Cuaresma.

Damos gracias a todos los hermanos que reciben y ayudan a la evangelización a traves de esta página Sembrando Las Promesas. Rogamos a ustedes orar por nosotros que hacemos llegar la Palabra de Dios.