11. .Lleven con ustedes todas las armas de Dios, para que puedan resistir las maniobras del diablo.
12.Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.
13. Por eso pónganse la armadura de Dios, para que en el día malo puedan resistir y mantenerse en la fila valiéndose de todas sus armas.
!Palabra de Dios! ¡Te alabamos Señor!
ORACION Y REFLEXCION DE LOS FIELES:
Amado Dios misericordioso, el mundo vive momentos de guerras, enfermedades, enfrentamientos, odios, dictaduras y un desamor se manifiesta con furia en toda la humanidad. Hoy tu Palabra nos revela la causa de todo lo que hoy padecemos. Pues no nos estamos enfrentando a fuerzas humanas, sino a los poderes y autoridades que dirigen este mundo y sus fuerzas oscuras, los espíritus y fuerzas malas del mundo de arriba.
¡Padre! perdona a tu pueblo, perdonalo, Señor, no estes eternamente enojado, perdonale Señor. La maldad se ha hecho vida en nosotros, las mentes de los lideres politicos y muchos de nuestros lideres religiosos se han apartado del camino. Te rogamos, te suplicamos inmensamente que nos des tu Santo Espíritu que nos trasnforme, que nos conduzca por los caminos del bien, del amor y nos devuelva la cordura.
Nos consagramos a los corazones unidos de Jesús y de María y por su preciosa sangre derramada en la cruz, libéranos y dános la salud espíritual que necesitamos para que con sabiduria usemos las armas de Dios, y podamos resistir las maniobras del diablo. ¡Amen!.
En este año de la Fe, te rogamos por las intenciones del Santo Papa Benedicto XVI, y por toda la iglesia. Rogamos por la paz del mundo y la conversión de los pecadores. Por las benditas almas del purgatorio, por los niños que son abortados, por los niños violados, ultrajados, maltratados, secuestrados y vendidos. Por los jóvenes, adoslescentes para que sean protegidos por Tí y confiados a tu Madre Santísima.
Te pedimos por nuestra amiga la Hna Sor Hilda Herrera quien ayer cumplió 65 años de vida religiosa, siguela llenando de tu Amor, de mucha salud para que junto a su familia y hermanas de su congregacion siga siendo ejemplo de santidad. Te damos gracias por ella.
Te pedimos por todos los hermanos enfermos, por los que no tienen trabajo, por los presos polticos e injustamente encarcelados, También te rogamos por Venezuela envuelta en una crisis de valores, de sangre, de violencia. Sana a tu pueblo ¡OH Dios de la Divia Misericordia! y con la ingtercesion de La Divina Pastora, y del Beato Juan Pablo II. cóncedenos nuestras peticiones. ¡Amen!
Consagración al Inmaculado Corazón de María.
Recurrimos a tu protección Santa Madre de Dios en unión con la Iglesia, el Papa y nuestros obispos. Recordamos las palabras del Señor: “Vayan y hagan discípulos de todas las naciones. Y yo estaré con ustedes siempre hasta el fin de los tiempos” (Mt 28, 19-20). Por lo tanto, Oh Madre de cada individuo y de todos los Pueblos, tu que conoces todos sus sufrimientos y esperanzas, tu que como Madre conoces las luchas entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, que aflige al mundo moderno, acepta nuestros clamores, en los que nosotros movidos por el Espíritu Santo dirigimos directamente a tu Corazón. Acoge con el amor de Madre y Sierva del Señor, al genero humano, el que confiamos y consagramos a ti, ya que estamos plenamente preocupados por el destino terreno y eterno de cada individuo y de todos los pueblos. De manera especial te encomendamos y consagramos a esos individuos y naciones que particularmente necesitan ser encomendados y consagrados. Hemos recurrido a tu protección Santa Madre de Dios, no deseches nuestras peticiones en nuestras necesidades.
Aquí estamos ante ti, Madre de Cristo, ante tu Inmaculado Corazón, deseamos, junto con toda la Iglesia unirnos con la consagración que por amor a nosotros tu Hijo hizo al Padre: “Por ellos, dijo Jesús, me consagro a mi mismo, para que ellos también sean consagrados en la verdad”. Juan 17,19 Deseamos unirnos a nuestro Redentor, en esta Su consagración por el mundo y toda la raza humana, por la que, en su divino Corazón, tiene el poder de obtener el perdón y asegurar reparación. Su poder dura para siempre y abarca a todos los individuos y naciones. Sobrepasa todo mal que el espíritu de las tinieblas es capaz de traer y que ya ha traído en nuestros tiempos al corazón del hombre y en su historia. Se bendita por encima de todas las criaturas, tu la Sierva del Señor, quien a plenitud fuiste obediente a la llamada divina. Bendita eres tu, quien esta completamente unida a la consagración redentora de tu Hijo. Madre de la Iglesia, ilumina al Pueblo de Dios, por sus sendas de la fe, la esperanza y el amor. Ayúdanos a vivir en la verdad de la consagración de Cristo por toda la familia humana del mundo moderno”.
Encomendándote Oh Madre, al mundo, cada persona y los pueblos, nosotros también encomendamos a ti esta consagración del mundo, depositándola en tu corazón maternal: Oh Corazón Inmaculado! ¡Ayúdanos a conquistar la amenaza del mal, que con tanta facilidad echa raíces en los corazones de la gente de hoy, y cuyos efectos inconmensurables ya pesan sobre nuestro mundo moderno y parecen bloquear los caminos que conducen al futuro! Del hambre de la guerra, líbranos Señora. De la guerra nuclear, de la incalculable auto-destrucción, de todo tipo de guerra, líbranos Señora. De los pecados contra la vida humana desde su concepción, líbranos Señora. Del odio y de la degradación de la dignidad de los hijos de Dios, líbranos Señora. De todo tipo de injusticia en la vida de la sociedad, tanto nacional como internacional, líbranos Señora. De la disposición para pisotear los Mandamientos de Dios, líbranos Señora. De los intentos de sofocar en los corazones humanos la misma verdad de Dios, líbranos Señora. De los pecados contra el Espíritu Santo, líbranos Señora.
Acepta Oh Madre de Cristo este grito vertido con todos los sufrimientos de cada ser humano, vertido con los sufrimientos de todas las sociedades. Ayúdanos con el poder del Espíritu Santo vencer todo pecado: los pecados individuales y los pecados del mundo, el pecado en todas sus manifestaciones. Permite que se revele, otra vez en la historia del mundo, el infinito poder salvífico de la Redención: el poder del Amor Misericordioso. Que este poder detenga el mal. Que transforme las conciencias. Que tu Inmaculado Corazón revele a todos la luz de la esperanza. Amén
El Poder del Santo Rosario.
A lo largo de la historia, se ha visto cómo el rezo del Santo Rosario llena de bendiciones a quienes lo rezan con devoción, aleja las tentaciones y pone al demonio fuera de la ruta del hombre y de la Iglesia. Ha sido la misma Virgen María quien ha pedido su rezo con insistencia, principalmente en sus apariciones de Fátima y Medjugorje. Es que el Rosario es una verdadera fuente de gracias para los cristianos. La Virgen María es la medianera de todas las gracias de Dios. Fue a través de ella que llegó el Salvador al mundo. Fue por intercesión de ella que Jesús obró su primer milagro en las Bodas de Cana. Y es también a través de ella, que Dios quiere que recibamos sus gracias.
Todo cristiano puede rezar el Santo Rosario y obtener una gran cantidad de beneficios espirituales a través de él. Es una oración sencilla y muy completa, pero para poder rezarlo bien debemos poner en nuestra oración no solo en nuestra voz, sino en nuestra mente y en nuestro corazón. Rezar el Rosario es como llevar diez flores a María en cada misterio. Es una manera de repetirle muchas veces lo mucho que la queremos y el amor no se cansa nunca de repetir las mismas palabras, porque siempre contienen algo nuevo en el corazón. Al rezar el Rosario, recordamos y meditamos los misterios de la vida de Jesús y los misterios de la conducta admirable de María quien nunca se cansa de intercede por nosotros, sus hijos. Si lo rezamos todos los días, la Virgen nos cubrirá con su manto, nos llenará de sus gracias y nos acercará cada día más a Jesús.
El Rosario nos capacita idealmente para compartir la vida con nuestro Señor y con la más querida para Él, su Madre. Comenzando con la anunciación de su venida en forma humana, seguimos los acontecimientos sagrados de su vida, los misterios, a través de sus alegrías y sufrimientos, hasta la culminación en la gloria. Pensamos en todas estas cosas, estamos presentes a ellas con la mente y nos mueven al amor y a la adoración. Eso es realmente participar en su vida. El Rosario no es precisamente una forma muy atractiva de devoción. En principio, consiste en comenzar en la tierra la participación de la vida divina que continuará para siempre. No comprender esto es dejar de comprender la idea central del Rosario. El gran secreto de la atención a la oración es el mirar a Aquél a quien estamos hablando. La forma dura es tratar de “desentrañar” el sentido de las palabras. Esto produce agotamiento y desanima fácilmente. Mírale primero a Él y las palabras vendrán más fácilmente conforme pasa el tiempo y durante todo el tiempo, bien vengan o no las palabras; estamos en su compañía y eso es todo. Todo el lío de nuestra oración reside muchas veces en que recitamos palabras y no le miramos a Él. Nuestro Señor enseñó a santa Teresa de Ávila a rezar de esta manera, y ella lo enseñó a sus monjes en palabras que debemos recordar: “Quiero que solamente le miréis a Él”.
Yo te he sentido como eres. Te he llamado porque te amo inmensamente. Te amo también cuando te alejas de Mí y de mi Hijo. Te ruego: Dá al Señor todo tu pasado, todo el dolor que has acumulado en tu corazón. Acércate y abandonate totalmente a Dios y a Mi. Tu eres importante en el designio de Dios. Yo se de ti, de tu ruego, de tus sacrificios. Te invito a la lucha contra Santanás. Consíguelo con el Rosario en la mano. No permitas que mi Corazón llore lágrimas de sangre por el alma que se pierde en el pecado; debes rezar. Te invito a hacer de tu oración la joya del encuentro con el Señor. La Santa Misa debe ser para ti una esperanza viva de Dios. Lee y reza cada con la Sagrada Biblia. La oración será para ti la vida. Dedica tu tiempo sólo a Jesús. El se mostrará en presencia. Yo te doy mi amor, porque tu lo das a otros. Te ruego comenzar a cambiar tu vida en la familia. Tu familia es una flor armoniosa que yo deseo dar a Jesús. Cada familia será activa en la plegaria. Tu familia es el punto donde nace la santidad. Te ruego escoger desde hoy el camino de la santidad. No habrá pausa: yo estoy siempre contigo para alentarte. Yo soy tu Madre, por eso deseo conducirte a la santidad completa. Deseo que tu seas felíz aqui sobre la tierra y que después tu estés conmigo en el Cielo.
¡Oh gloriosa Madre de Dios! Nosotros, tus hijos pecadores atraídos por la bondad y ternura de tu corazón, nos postramos a tus pies y te imploramos Tú maternal protección. Mira compasiva Madre nuestras necesidades y miserias y socorrenos, presta atento oído a la vos de nuestros ruegos, y alcanzados de tu Santísimo Hijo Jesucristo, verdadera constricción de nuestros culpas, fe viva, esperanza firme, caridad perfecta y absoluta conformidad con su Santa Voluntad. Has que nuestros pensamientos, deseos, palabras y obras, sean puros reptos y aceptos a la Divina Majestad. Enséñanos a caminar en la Iglesia de la que eres Madre llévanos un día a gozar de la eternidad.
ORACIÓN DE SELLAMIENTO CON LA SANGRE DE CRISTO.
Señor Jesús, en tu nombre y con el Poder de tu Sangre Preciosa, yo sello, cubro, baño y purifico toda persona, hechos o acontecimientos a través de los cuales el enemigo nos quiera hacer daño.
Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos toda potestad destructora en el aire, en la tierra, en el agua, en el fuego, debajo de la tierra, en las fuerzas satánicas de la naturaleza, en los abismos del infierno y en el mundo en el cual nos movemos hoy.
Con el Poder de la Sangre de Jesús, rompemos toda interferencia y acción del maligno. Te pedimos Jesús que envíes a nuestros hogares y lugares de trabajo a la Santísima Virgen acompañada de San Miguel, San Gabriel, San Rafael y toda su corte de Santos Ángeles.
Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestra casa, todos los que la habitan (nombrar a cada una de ellas), las personas que el Señor enviará a ella, así como los alimentos y los bienes que Él generosamente nos envía para nuestro sustento.
Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos tierra, puertas, ventanas, objetos, paredes, pisos y el aire que respiramos y en fe colocamos un círculo de Su Sangre alrededor de toda nuestra familia.
Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos los lugares en donde vamos a estar este día, y las personas, empresas o instituciones con quienes vamos a tratar (nombrar a cada una de ellas).
Con el Poder de la Sangre de Jesús, sellamos nuestro trabajo material y espiritual, los negocios de toda nuestra familia, y los vehículos, las carreteras, los aires, las vías y cualquier medio de transporte que habremos de utilizar.
Con Tu Sangre preciosa, sellamos los actos, las mentes y los corazones de todos los habitantes y dirigentes de nuestra Patria y de nuestra Iglesia Católica, a fin de que Tu Paz y Tu Corazón al fin reinen en ellos.
Con el poder de la Sangre preciosa de Jesús, yo sello todas las bendiciones pasadas, presentes y futuras que me has concedido, sello todo aquello que necesite ser sellado y que no tenga conocimiento o que se me haya olvidado.
Y en tu nombre, Señor Jesús, y con el poder de tu Sangre preciosa, yo reclamo todas las bendiciones que el demonio, sus ángeles y sus secuaces me han robado a mí y a toda mi familia, y le pido que me las devuelva setenta veces siete filtradas y purificadas en tu Sangre preciosa.
Te agradecemos Señor por tu Sangre y por tu vida, ya que gracias a ellas hemos sido salvados y somos preservados de todo lo malo. Sangre poderosa de salvación, combate al enemigo. Amén.
Padre nuestro que estás en el cielo, santíficado sea tu nombre, hágase Señor tu voluntad aquí en la tierra como en el cielo. El pan nuestro de cada día dánoslo hoy y perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden y no nos dejes caer en la tentación, mas líbranos de todo mal : ¡Amen!
EVANGELIO DE HOY
Viernes 11 de Enero de 2013
Viernes de tiempo de Navidad después de la Epifanía del Señor.
Epístola I de San Juan 5,5-13.
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? Jesucristo vino por el agua y por la sangre; no solamente con el agua, sino con el agua y con la sangre. Y el Espíritu da testimonio porque el Espíritu es la verdad. Son tres los que dan testimonio: el Espíritu, el agua y la sangre; y los tres están de acuerdo. Si damos fe al testimonio de los hombres, con mayor razón tenemos que aceptar el testimonio de Dios. Y Dios ha dado testimonio de su Hijo. El que cree en el Hijo de Dios tiene en su corazón el testimonio de Dios. El que no cree a Dios lo hace pasar por mentiroso, porque no cree en el testimonio que Dios ha dado acerca de su Hijo. Y el testimonio es este: Dios nos dio la Vida eterna, y esa Vida está en su Hijo. El que está unido al Hijo, tiene la Vida; el que no lo está, no tiene la Vida. Les he escrito estas cosas, a ustedes que creen en el nombre del Hijo d e Dios, para que sepan que tienen la Vida eterna.
Salmo 147,12-13.14-15.19-20.
¡Glorifica al Señor, Jerusalén,
alaba a tu Dios, Sión!
El reforzó los cerrojos de tus puertas
y bendijo a tus hijos dentro de ti;
él asegura la paz en tus fronteras
y te sacia con lo mejor del trigo.
Envía su mensaje a la tierra,
su palabra corre velozmente;
Revela su palabra a Jacob,
sus preceptos y mandatos a Israel:
a ningún otro pueblo trató así
ni le dio a conocer sus mandamientos.
¡Aleluya!
Evangelio según San Lucas 5,12-16.
Mientras Jesús estaba en una ciudad, se presentó un hombre cubierto de lepra. Al ver a Jesús, se postró ante él y le rogó: "Señor, si quieres, puedes purificarme". Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: "Lo quiero, queda purificado". Y al instante la lepra desapareció. Él le ordenó que no se lo dijera a nadie, pero añadió: "Ve a presentarte al sacerdote y entrega por tu purificación la ofrenda que ordenó Moisés, para que les sirva de testimonio". Su fama se extendía cada vez más y acudían grandes multitudes para escucharlo y hacerse curar de sus enfermedades. Pero él se retiraba a lugares desiertos para orar."
Reflexión .
REFLEXION DEL SANTO EVANGELIO:
Este pasaje de la Escritura nos muestra cómo pedir un favor: "Si quieres". Esta es la actitud de aquel que sabe que está hablando con Dios y que, por lo tanto, para Él "todo" es posible; pero al mismo tiempo es la actitud de aquel que sabe que Dios no solo es todopoderoso, sino que es la misma sabiduría, por lo que sabe lo que es o no bueno para nosotros. De esta manera tengo la confianza de pedir todo cuanto quiero (aun lo que pudiera considerar una necedad) pero al mismo tiempo, me pongo en sus manos para que él me dé lo que sabe que será bueno para mí y para que el Reino de los cielos crezca en el mundo.
Ojalá que tu oración siempre sea: "Señor, si quieres, dame lo que te estoy pidiendo, de cualquier manera siempre te amaré igual".
Este pasaje de la Escritura nos muestra cómo pedir un favor: "Si quieres". Esta es la actitud de aquel que sabe que está hablando con Dios y que, por lo tanto, para Él "todo" es posible; pero al mismo tiempo es la actitud de aquel que sabe que Dios no solo es todopoderoso, sino que es la misma sabiduría, por lo que sabe lo que es o no bueno para nosotros. De esta manera tengo la confianza de pedir todo cuanto quiero (aun lo que pudiera considerar una necedad) pero al mismo tiempo, me pongo en sus manos para que él me dé lo que sabe que será bueno para mí y para que el Reino de los cielos crezca en el mundo.
Ojalá que tu oración siempre sea: "Señor, si quieres, dame lo que te estoy pidiendo, de cualquier manera siempre te amaré igual".
REFLEXION DE LA PRIMERA LECTURA:
Vencer al mundo no significa aquí derrotarlo como a enemigo, sino ganarlo como amigo, porque Dios quiere que todos los hombres se salven y envió a su Hijo para que el mundo se salve por él, por tanto, debemos entender que vencer al mundo significa ganarlo para Dios, así como Jesús se nos presenta como salvador por todos.
Vence al mundo aquél que cree que Jesús nos muestra plenamente a Dios y no una parte de él como los antiguos profetas. El testimonio de Jesús lo ve la iglesia presentado en los sacramentos del bautismo y de la eucaristía, por eso Juan habla de la manifestación de Jesús mediante el agua y la sangre, porque son el momento de su bautismo y de su muerte los constitutivos de la realidad de la iglesia.
Sin embargo, el Espíritu Santo es quien da testimonio de la filiación divina de Jesús, por eso nos decía San Pablo que el Espíritu es quien nos impulsa a llamar a Dios Abba y a Jesús Señor, porque es el Espíritu el que suscita la fe en nosotros a la predicación de Jesús y al llamado del Padre.
Son el Espíritu Santo, el bautismo y la eucaristía los portadores y continuadores de la vida cristiana, pero también son el anticipo de la vida eterna a la que todos los hombres estamos llamados y que podemos hacer nuestra, mediante la docilidad al Espíritu Santo y la fidelidad al evangelio de Jesús.
Padre lleno de amor, que nos llamas constantemente a la vida eterna por medio de tu Hijo Jesucristo y el don de tu Espíritu, concédenos ser siempre dóciles a su llamado y fieles al evangelio de tu Hijo para que merezcamos algún día gozar eternamente en el cielo de la vida eterna que nos ofreces ya desde ahora en tu Hijo amado. Por Jesucristo nuestro Señor. AménVencer al mundo no significa aquí derrotarlo como a enemigo, sino ganarlo como amigo, porque Dios quiere que todos los hombres se salven y envió a su Hijo para que el mundo se salve por él, por tanto, debemos entender que vencer al mundo significa ganarlo para Dios, así como Jesús se nos presenta como salvador por todos.
Vence al mundo aquél que cree que Jesús nos muestra plenamente a Dios y no una parte de él como los antiguos profetas. El testimonio de Jesús lo ve la iglesia presentado en los sacramentos del bautismo y de la eucaristía, por eso Juan habla de la manifestación de Jesús mediante el agua y la sangre, porque son el momento de su bautismo y de su muerte los constitutivos de la realidad de la iglesia.
Sin embargo, el Espíritu Santo es quien da testimonio de la filiación divina de Jesús, por eso nos decía San Pablo que el Espíritu es quien nos impulsa a llamar a Dios Abba y a Jesús Señor, porque es el Espíritu el que suscita la fe en nosotros a la predicación de Jesús y al llamado del Padre.
Son el Espíritu Santo, el bautismo y la eucaristía los portadores y continuadores de la vida cristiana, pero también son el anticipo de la vida eterna a la que todos los hombres estamos llamados y que podemos hacer nuestra, mediante la docilidad al Espíritu Santo y la fidelidad al evangelio de Jesús.
El día de hoy seré fiel a Dios sirviendo a mis hermanos, sobre todo a los más cercanos a mí.
Permite que el amor de Dios llene hoy tu vida. Ábrele tu corazón. Como María, todo por Jesús y para Jesús.
Pbro. Ernesto María Caro.
SANTO DEL DIA:
San Teodosio. 11 de enero
Señor Dios: gracias por darnos ejemplos tan maravillosos en tus santos. Te suplicamos que a imitación de San Teodosio vivamos de manera tan santa cada día, que a cualquier hora que vengas a llamarnos a la eternidad nos puedas decir aquellas palabras del evangelio: "Bien siervo bueno y prudente: has sido fiel en lo poco, ahora te constituiré sobre lo mucho". Amen
Su nombre significa: "Regalo de Dios". Nació en Turquía en el año de 423.
Sus padres lo acostumbraban desde jovencito a leer cada día con atención una página de la Sagrada Escritura, lo cual le sirvió muchísimo para llegar a la santidad.
Al leer en el Génesis que Abraham agradó a Dios al dejar su patria y su familia para irse a la Tierra Santa a servir al verdadero Dios, dispuso hacer él otro tanto, y dejando sus grandes riquezas y su familia, se fue a Jerusalén.
Antes que todo se fue a visitar al famoso San Simeón el Estilita, el cual le anunció muchas de las cosas que le iban a suceder durante su vida y le dio consejos muy prácticos para saber comportarse bien.
Después de visitar en peregrinación a Jerusalén, Belén y Nazaret, se propuso dedicarse a vivir como un religioso solitario. Pero luego, el temor de tener que vivir sin un director espiritual y por lo tanto quedar expuesto a graves equivocaciones, lo hizo quedarse cerca de Belén, donde vivía el más sabio director de religiosos de esas regiones, el abad Longinos.
Después de ser ordenado sacerdote, recibió de Longinos la orden de encargarse del culto de una iglesia que estaba en el camino entre Jerusalén y Belén. Después de los actos de culto en la iglesia se iba a una cueva solitaria a meditar y rezar.
Pronto vinieron muchos jóvenes a pedirle ser admitidos como religiosos. El recibía a todos aquellos que demostraban estar dispuestos sinceramente a hacer penitencia y convertirse. A uno de sus discípulos, el que después fue obispo de Petra, le debemos los datos que vamos a narrar en seguida.
A sus jóvenes religiosos les hacía cavar ellos mismos su propia sepultura (una pala cada noche cada uno, antes de acostarse diciendo: "Yo he de morir, yo no sé cuándo; yo he de morir, yo no sé dónde; yo he de morir, yo so sé cómo; pero lo que sí sé de cierto es que si muero en pecado mortal me condenaré para siempre"). Esto para que recordaran que somos polvo y en polvo nos hemos de convertir y que "a la hora menos pensada vendrá el Hijo de Dios a tomarnos cuentas y que hay que estar preparados, porque no sabemos ni el día ni la hora".
Cuando terminaron de cavar la primera sepultura, el abad Teodosio, les dijo: "La sepultura ya está lista; ¿quién desea ocuparla?". Un sacerdote llamado Basilio se adelantó y dijo: "Padre, si al buen Dios le parece bien así, yo acepto ser el primero en morir. Pero rezad por mí y dadme la bendición". Teodosio mandó que rezaran por Basilio las oraciones por los moribundos. A los cuatro días el sacerdote cayó muerto de repente, sin haber estado enfermo antes. Pero estaba bien preparado para la muerte.
Un día de pascua no había nada con qué almorzar. Los monjes empezaron a murmurar pero Teodosio les recomendó que tuvieran fe en la Divina Providencia. A medio día llegó una recua de mulas cargadas con alimentos. Nadie supo de dónde llegaron ni quién las envió.
Como la fama de santidad de Teodosio atraía muchos jóvenes que venían a vivir como religiosos, tuvo que hacer tres conventos: uno para los que hablaban griego, otro para los que hablaban idiomas eslavos y el tercero para los de idiomas orientales como hebreo, árabe y persa. Todos cerca de Belén. Los salmos los rezaba cada convento en su propio idioma, pero la Eucaristía la celebraban todos juntos en el templo.
También construyó Teodosio cerca de Belén tres hospitales: uno con ancianato, otro para los que sufrían toda clase de enfermedades, y el tercero para los que padecían enfermedades mentales. Esta idea era muy nueva en esos tiempos y poco frecuente en el mundo.
Eran tantos los enfermos que venían a ser atendidos, que los historiadores de ese tiempo cuentan que hubo días en que llegaron cien enfermos a ser curados. Cuando no había alimentos o medicinas, Teodosio ponía a sus monjes a rezar con toda fe y las ayudas llegaban de las maneras más inesperadas.
Los monasterios dirigidos por San Teodosio eran como una ciudad de santos en el desierto. Todo se hacía a su tiempo y con exactitud, oración, trabajo, descanso, etc. Cada uno se esmeraba por tratar a los demás como deseaba ser tratado por ellos. El silencio era perfecto. Todos estaban obligados a dedicar varias horas del día a trabajos manuales para conseguir lo necesario para alimentar a tanta gente.
El Arzobispo de Jerusalén quedó tan admirado de aquel orden y seriedad, que nombró a Teodosio "Superior de todos los religiosos que vivían en Tierra Santa".
El emperador de Constantinopla apoyaba una herejía que le negaba algunas cualidades de Jesucristo, y para que Teodosio lo apoyara le envió una gran cantidad de dinero. Teodosio recibió el dinero y lo repartió entre los pobres pero recorrió toda Palestina diciéndole a la gente cristiana: "El que enseñe algo acerca de Jesucristo, contrario a lo que enseña la Santa Iglesia Católica, sea maldito". Y los sermones de este santo producían efectos maravillosos en los oyentes.
También obtenía milagros de Dios. Una vez una mujer que tenía un tumor maligno incurable, tocó con fe el manto de Teodosio y quedó curada instantáneamente.
El emperador se disgustó porque el abad no apoyaba sus herejías y lo desterró. Pero enseguida murió el emperador, y él que lo reemplazó mandó a nuestro santo que volviera inmediatamente a sus conventos de Belén.
Teodosio enfermó de una afección dolorosísima. Como el había curado a tantos enfermos con su oración, un discípulo le aconsejó que le pidiera a Dios que le quitara la enfermedad. El santo le respondió: "Eso sería falta de paciencia; eso sería no aceptar la santa voluntad del Señor". ¿No sabes que "Todo redunda en bien de los que aman a Dios?".
Cuando sintió que se iba a morir mandó reunir junto a su lecho a sus religiosos y les recomendó vivir de tal manera bien que cada día estuvieran prontos para presentarse ante el Juicio de Dios. Y anunció varios hechos que sucedieron después.
Murió a los 105 años, en el año 529. Era admirable su vigor en la ancianidad, a pesar de que ayunaba y empleaba muchas noches en la oración. De él se pudo decir lo que la S. Biblia afirma de Moisés: "Conservó su robustez y vigor hasta la más avanzada ancianidad".
El Arzobispo de Jerusalén y muchísimos cristianos de esa Ciudad Santa asistieron a su entierro y durante sus funerales se obraron varios milagros.
Lo sepultaron en la cueva en la cual escamparon los Reyes Magos cuando viajaban de Jerusalén a Belén.
http://www.ewtn.com/spanish/Saints/Jesús, María, os amo, salvad almas”
¡San Miguel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
¡San Rafael, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
¡San Gabriel, lucha a nuestro lado con tus ángeles, ayúdanos y ruega por nosotros!
BENDICIONES !!!